Los Mossos cargan contra el 15-M

"?Nos ha llegado una filtraci¨®n de que nos desalojan!". El grito proferido a las seis y media de la ma?ana de ayer en la plaza de Catalunya de Barcelona sirvi¨® para poner en alerta, adem¨¢s de despertar, a unas 400 personas que dorm¨ªan en el suelo. Media hora despu¨¦s los agoreros presagios se hac¨ªan realidad. Dos agentes de la Guardia Urbana y dos mossos se acercaban a los indignados del Movimiento 15-M.

"Cuando se haya limpiado esto, nos vamos", les dijeron los negociadores para tratar de convencer a los j¨®venes de que dejasen la plaza. El momento de la limpieza se alarg¨® seis horas y media. Los Mossos d'Esquadra acabaron cargando contra los indignados y provocaron 121 heridos (36 de ellos, agentes de la polic¨ªa auton¨®mica). Todos de car¨¢cter leve excepto dos, que sufrieron fracturas de poca gravedad.

36 de los heridos son polic¨ªas. Solo hay un detenido entre los desalojados

PSC e ICV piden al consejero Felip Puig que d¨¦ explicaciones en el Parlamento

Pero el enfrentamiento tuvo una consecuencia mayor a¨²n que la desproporcionada actuaci¨®n policial. No hab¨ªa pasado ni una hora cuando los acampados volvieron a instalar las carpas. El movimiento resurgi¨® con m¨¢s fuerza despu¨¦s de las impactantes im¨¢genes de los agentes golpeando a los acampados.

A los 250 indignados que resistieron en el coraz¨®n de la plaza de forma pac¨ªfica toda la ma?ana se sumaron poco a poco miles de personas. Entre ellos hab¨ªa de todo, j¨®venes y ancianos. "?El pueblo unido jam¨¢s ser¨¢ vencido!", gritaban a los agentes. Una chica lloraba desconsolada ante un polic¨ªa antidisturbios que le imped¨ªa el paso al centro de la plaza. Su arma: un libro abierto en las manos.

A las siete de la tarde, con la resaca de la carga policial, en la plaza se palpaba el resurgir de los indignados apoyados por miles de personas. "?Ha sido una barbaridad, se han ensa?ado!", defend¨ªa Montserrat S¨¢nchez, de 53 a?os, que se hab¨ªa sumado a la comisi¨®n de cocina para apoyar a su hijo. "No hab¨ªa venido nunca, pero la actuaci¨®n desproporcionada de los Mossos me ha animado a apoyarles", explicaba un hombre de 38 a?os del sector de la banca que prefer¨ªa no identificarse. A las 21 horas estaba prevista una cacerolada.

"Sentido com¨²n, cautela, prudencia y, cuando ha sido necesario, contundencia". As¨ª justific¨® el consejero de Interior, Felip Puig, la actuaci¨®n de la polic¨ªa auton¨®mica. "El objetivo era desalojar para limpiar la plaza, no cargar", repiti¨® Puig hasta la saciedad, aunque luego admiti¨® que un grupo de agentes se vieron "acorralados" y que eso les oblig¨® a emplearse con dureza. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, tambi¨¦n justific¨® la carga y dijo que "se trataba sencillamente de recuperar las condiciones de higiene, y tambi¨¦n de seguridad, de cara a lo que puede pasar si el Bar?a gana la Champions", pues la Rambla y la fuente de Canaletas, donde los cul¨¦s celebran sus victorias, se encuentran junto a la plaza de Catalunya.

En el dispositivo actuaron 350 mossos y cerca de un centenar de agentes de la Guardia Urbana, que no utilizaron las porras en ning¨²n momento. "Yo no decido cu¨¢ntos agentes han de participar en el dispositivo", dijo Puig a modo de justificaci¨®n, al tiempo que aseguraba que ha encargado un informe interno para analizar lo ocurrido.

Puig aludi¨® a que la actuaci¨®n policial "disminuy¨®" el riesgo de los concentrados y afirm¨® que algunos de ellos pudieron cometer delitos de da?os, lesiones y desobediencia. Y argument¨® que la prueba eran los 36 mossos heridos. Pese a esa supuesta peligrosidad de los acampados, el consejero admiti¨® que solo se detuvo a una persona y que esta fue puesta en libertad al poco tiempo. La carga policial de ayer supuso el bautismo de fuego para Puig. Todos los partidos de la izquierda le criticaron y solicitaron su comparecencia en el Parlamento catal¨¢n para dar explicaciones por lo ocurrido, algo a lo que Puig se mostr¨® dispuesto.

El PSC consider¨® "desproporcionada" la actuaci¨®n policial y asegur¨® que Puig se hab¨ªa "extralimitado con los acampados ante su incapacidad de negociaci¨®n y di¨¢logo". El secretario general de ICV, Joan Herrera, calific¨® la carga de "inaceptable, desproporcionada e injustificada". Los sindicatos policiales de UGT y CC OO reclamaron la dimisi¨®n del consejero, y el Colegio de Abogados de Barcelona expres¨® su "rechazo e indignaci¨®n" por lo sucedido en la plaza.

En Palma de Mallorca, unos 1.500 ciudadanos indignados se concentraron en una asamblea en su campamento de la plaza de Espa?a.