Los maestros
Una generaci¨®n que est¨¢ jubil¨¢ndose o cerca de hacerlo despide con desolaci¨®n a la anterior, que poco a poco desaparece: la de sus maestros. Aquellos que cincelaron el conocimiento y el compromiso p¨²blico de los primeros. Uno de esos maestros fue ?ngel Rojo, fallecido el jueves.
Es reduccionista calificar a Rojo como exgobernador del Banco de Espa?a, aunque en esa instituci¨®n ocup¨® gran parte de su vida profesional (jefe de su servicio de estudios, subgobernador y gobernador). Aparte de su generosa vida privada -su familia y sus amigos- y de responsable del banco central, fue el maestro de varias generaciones de economistas espa?oles, como han destacado algunos de ellos en los cari?osos recordatorios de estos d¨ªas. Alguna vez he utilizado las palabras del historiador Pablo Mart¨ªn Ace?a, que escrib¨ªa sobre el Banco de Espa?a diciendo que las biograf¨ªas son trascendentes para una instituci¨®n cuando al suprimirlas mediante un denkesperiment o construcci¨®n imaginaria, nos vemos forzados a modificar, tambi¨¦n imaginariamente, su trayectoria. Y ello ocurrir¨ªa si en lugar de Rojo colocamos a otro economista "porque estamos convencidos de que, al no estar ¨¦l, tampoco hubieran estado sus disc¨ªpulos y colaboradores (...). La singularidad de algunas personas que gozan del carisma para rodearse de colaboradores competentes marca las instituciones, dejando en ellas una huella que sin su presencia no existir¨ªa".
Es imposible entender la marcha de la econom¨ªa espa?ola en el ¨²ltimo medio siglo sin la presencia de ?ngel Rojo
Pero, adem¨¢s, Rojo fue educador de pr¨ªncipes. Su influencia fue muy notable en las trayectorias y en la pr¨¢ctica de la pol¨ªtica econ¨®mica de tres de los presidentes espa?oles de la democracia: Adolfo Su¨¢rez, Leopoldo Calvo Sotelo y Felipe Gonz¨¢lez, interrumpi¨¦ndose esa cercan¨ªa con Aznar y volvi¨¦ndola a tener a trav¨¦s de algunos de sus mejores colaboradores en los dos periodos de Rodr¨ªguez Zapatero (en el Gobierno o a trav¨¦s de los organismos reguladores). En los ¨²ltimos a?os, Rojo ten¨ªa una presencia activa en la Real Academia Espa?ola, en la que hab¨ªa entrado con un magistral discurso titulado La sociedad madrile?a en Gald¨®s.
Con el objeto de elaborar un art¨ªculo para la revista Claves -dirigida por Javier Pradera, otro maestro, amigo y coet¨¢neo de Rojo- hube de releer hace unos meses un libro de este ¨²ltimo, titulado Keynes, su tiempo y el nuestro, que ya tiene m¨¢s de un cuarto de siglo de existencia. En ¨¦l, Rojo descubr¨ªa una forma de entender la vida intelectual -la vida, en general- que le caracteriz¨® y traslad¨® a su gente: "El autor, como casi todos los economistas de su generaci¨®n, se educ¨® en una firme ortodoxia keynesiana en la que estuvo instalado mucho tiempo; pero ha procurado no ignorar las cr¨ªticas a esa ortodoxia ni cerrar los ojos a la erosi¨®n que iba produciendo en ella la experiencia acumulada".
Una de esas disc¨ªpulas habl¨® en su entierro y subray¨®: "?ngel Rojo no solo ense?¨® econom¨ªa, sino que nos hizo amar la econom¨ªa". -
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