Miles de radicales serbios protestan en Belgrado por el arresto de Mladic
70 detenidos en enfrentamientos entre j¨®venes extremistas y la polic¨ªa
"Mladic es un h¨¦roe que defendi¨® a Serbia. El presidente Tadic es un traidor. La Haya es una justicia unilateral que solo juzga a los serbios". Lilia Petrovic, economista de unos 50 a?os, no tiene dudas, ni ganas de alejarse del turbulento pasado que sigue condicionando el presente de su pa¨ªs. Junto con una decena de miles de ultranacionalistas serbios, Petrovic expres¨® ayer en Belgrado su rechazo y desprecio por la captura de Ratko Mladic, el general que lider¨® las tropas serbobosnias en los a?os noventa y que est¨¢ acusado de cr¨ªmenes contra la humanidad.
"?Traici¨®n, traici¨®n!", era el grito m¨¢s recurrente en la plaza del Congreso. El acto fue convocado por el nacionalista y antieuropeo Partido Radical y termin¨® con enfrentamientos entre j¨®venes extremistas y la polic¨ªa. Un grupo de radicales atac¨® a pedradas a los agentes. Siete personas resultaron heridas y 70 detenidas en choques que prosiguieron en otros puntos de la ciudad, pero que fueron menos violentos de los que siguieron a la captura del l¨ªder pol¨ªtico serbobosnio Radovan Karadzic en 2008.
"?Traici¨®n, traici¨®n!", era el grito recurrente de los nacionalistas
Hasta entonces, la manifestaci¨®n hab¨ªa sido marcada por discursos de los dirigentes pol¨ªticos repletos de dura ret¨®rica antioccidental, comentarios hom¨®fobos y recordatorios de las invasiones turcas. La pancarta principal rezaba "Tadic no es Serbia". Mladic era definido un¨¢nimemente como "h¨¦roe". El Partido Radical no supera el 5% en los sondeos de opini¨®n, pero no es el ¨²nico representante del bloque nacionalista: junto con otras formaciones de discurso algo m¨¢s aseado rondan el 40%.
La manifestaci¨®n hac¨ªa evidentes varios aspectos del conflictivo pulso pol¨ªtico que agita Serbia, entre un alma m¨¢s proeuropea y otra decididamente fr¨ªa u hostil hacia Occidente; diferentes maneras de relacionarse con el pasado de los a?os noventa. La plaza dibujaba los contornos de esas almas: gran parte de los manifestantes parec¨ªa haber llegado a la capital del interior del pa¨ªs; la presencia de j¨®venes era limitada. Las nuevas generaciones y las clases urbanas parecen mucho m¨¢s deseosas de enterrar el pasado y mirar hacia el futuro.
Pero ello no impide que el rechazo a la captura de Mladic sea muy amplio, mucho m¨¢s que la limitada participaci¨®n a la manifestaci¨®n. Sondeos efectuados en los ¨²ltimos a?os han mostrado que m¨¢s del 50% de los serbios no quer¨ªa entregarle a La Haya. La distancia entre esos notables porcentajes y la reducida afluencia al acto de Belgrado sugiere que muchos, aunque dolidos, prefieren pasar p¨¢gina.
"No entiendo por qu¨¦ tenemo
s que entregarle a La Haya. Si hay que juzgarle, ?por qu¨¦ no se le puede juzgar aqu¨ª?", dice Damir Shipraga, funcionario de 28 a?os. Su discurso no es radical. La desconfianza hacia Occidente que expresa tiene una significativa base social. Son muchos los serbios que aceptan y entienden la importancia de entrar en la Uni¨®n Europea pero que manifiestan escepticismo o rencor hacia Occidente.
Mientras Shipraga habla, los altavoces escupen canciones patri¨®ticas tradicionales en las que Kosovo es protagonista. Un puestecillo improvisado vende a cinco euros cantidad de camisetas con la imagen de Mladic o frases tipo "Sois lo m¨¢s asqueroso de Serbia" para referirse al actual Gobierno filo-europeo.
La manifestaci¨®n hubiese sido sin duda m¨¢s multitudinaria si se hubiese movilizado el Partido Progresista de Serbia, el m¨¢s poderoso del sector nacionalista. Sus l¨ªderes, sin embargo, prefirieron no sumarse, pese al disgusto de sus militantes. Los dirigentes optaron por una dial¨¦ctica neutra, sin aprobar ni condenar la detenci¨®n, para no irritar ni a Bruselas ni a sus bases. De la actitud de este partido, que tiene un 20% de apoyo en los sondeos, depende en buena medida la estabilidad de la relaci¨®n entre Serbia y la UE. De momento, Bruselas tiene como ¨²nico interlocutor s¨®lido al bloque del presidente Boris Tadic.
A unos 500 metros de la manifestaci¨®n, en la plaza de la Rep¨²blica, Petar, Nemanja y otros cuatro amigos se disponen a ir a una exposici¨®n cultural. "?La manifestaci¨®n? No nos interesa en absoluto", dice uno de ellos. Son estudiantes universitarios. "Podr¨ªa usted venir con nosotros, ser¨ªa mejor que ocuparse de aquello", dice Petar. Pero hay todav¨ªa un sector significativo de la sociedad serba que no piensa as¨ª, y parece que habr¨¢ que lidiar con ello para rato.
El general niega su papel en Srebrenica
Ratko Mladic afirma no haber tenido nada que ver con la masacre de Srebrenica, de la que le acusan, seg¨²n afirm¨® ayer su hijo Darko. En declaraciones a la prensa en Belgrado, el hijo de Mladic asegur¨® que su padre hab¨ªa ordenado que de ese enclave bosniomusulm¨¢n se evacuasen en julio de 1995 los heridos, las mujeres y los ni?os, y luego tambi¨¦n los combatientes.
"Lo ¨²nico que ha dicho de Srebrenica es que [¨¦l] no tuvo que ver con lo que se hizo all¨ª", manifest¨® Darko Mladic tras visitar a su padre en la celda del departamento especial de cr¨ªmenes de guerra del Tribunal de Belgrado. La polic¨ªa serbia detuvo a Ratko Mladic, de 68 a?os, el pasado jueves en una aldea al norte de Belgrado, donde habr¨ªa vivido en la casa de un primo durante varios a?os. La justicia serbia ha autorizado ya su extradici¨®n al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) en La Haya que le acusa de genocidio en relaci¨®n con Srebrenica, donde fueron asesinados m¨¢s de 8.000 varones musulmanes.
El hijo del general insisti¨® ayer una vez m¨¢s en el delicado estado de salud del exgeneral y asegur¨® que no es capaz de comparecer ante el tribunal para ser juzgado. Asimismo, critic¨® la decisi¨®n del tribunal serbio de dar por buenas las condiciones para que Mladic sea juzgado, al recordar que los m¨¦dicos le han diagnosticado varias enfermedades cr¨®nicas al acusado, que durante los 16 a?os de su fuga habr¨ªa sufrido dos derrames cerebrales.
Darko Mladic anunci¨® que pedir¨¢ un examen m¨¦dico independiente sobre la salud de su padre, quien por otro lado podr¨ªa ser extraditado al TPIY en los pr¨®ximos dos d¨ªas si los magistrados serbios rechazan el recurso que presentar¨¢ la defensa. Seg¨²n Darko Mladic, el general se pierde a momentos y habla sin sentido, y se refiere mucho al pasado.
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