Los italianos decidir¨¢n en refer¨¦ndum si quieren o no centrales nucleares
El Supremo aprueba la consulta, que supone un nuevo rev¨¦s para Berlusconi
Los ciudadanos italianos podr¨¢n decidir si quieren o no centrales nucleares en el refer¨¦ndum que se celebrar¨¢ los pr¨®ximos d¨ªas 12 y 13 de junio. Tras el accidente de Fukushima (Jap¨®n), el Gobierno hab¨ªa intentado evitar la consulta popular aprobando sobre la marcha una ley que daba por suspendida temporalmente la construcci¨®n de cuatro nuevas centrales nucleares.
Pero el partido Italia de los Valores, de centro-izquierda, present¨® un recurso ante el Tribunal Supremo para que autorizara a la poblaci¨®n a expresarse sobre esa nueva ley. Ayer, los jueces dieron v¨ªa libre a la consulta, ordenando al Ministerio de Interior que imprima las nuevas papeletas de voto para llegar a tiempo al d¨ªa 12.
Italia cerr¨® todos sus reactores tras la tragedia de Chern¨®bil
La decisi¨®n judicial supone un rev¨¦s pol¨ªtico para Silvio Berlusconi, que atraviesa las horas m¨¢s bajas de la legislatura y probablemente de su carrera pol¨ªtica. En solo unos meses, el primer ministro ha visto evaporarse gran parte de su consenso popular y ha perdido a tres socios clave para su pol¨ªtica exterior y de inmigraci¨®n (Ben Ali en T¨²nez, Muamar el Gadafi en Libia y Hosni Mubarak en Egipto). Ahora se arriesga a quedarse tambi¨¦n sin pol¨ªtica energ¨¦tica.
Italia importa m¨¢s del 90% de la energ¨ªa que consume, y la guerra en Libia le ha dejado sin su principal suministrador de petr¨®leo.
La apuesta central del Gobierno era el regreso al ¨¢tomo, que impuls¨® al inicio de la legislatura aprovechando la arrolladora victoria en las generales de 2008. La idea era tratar de aumentar la autonom¨ªa energ¨¦tica y a la vez de rebajar el gasto de una factura exterior gigantesca.
Pero el accidente de Fukushima ha dado un vuelco a la opini¨®n de los italianos, que ya hab¨ªan mostrado su rechazo a la energ¨ªa nuclear en un refer¨¦ndum en 1987, tras la tragedia de Chern¨®bil. Despu¨¦s de esa consulta, se cerraron las tres centrales operativas en el pa¨ªs. Los sondeos afirman que el 75% de los ciudadanos rechaza la energ¨ªa at¨®mica. Haciendo gala de su populismo de quita y pon, el primer ministro hab¨ªa detectado ese rechazo. Pero decidi¨® tratar de ganar tiempo. Anunci¨® una "moratoria nuclear" sin fecha fija de retorno, camuflada luego en el Parlamento dentro de un gran paquete de medidas legislativas muy dispares, llamado por eso mismo decreto ?mnibus, que fue aprobado el 26 de mayo.
Ahora, la resoluci¨®n judicial evita ese escamoteo y permitir¨¢ a los italianos pronunciarse sobre el plan nuclear con car¨¢cter definitivo. La noticia es p¨¦sima para el debilitado Gobierno, vapuleado en las urnas de las municipales, y con la opini¨®n p¨²blica atenta a la marcha atr¨¢s de Alemania en su pol¨ªtica nuclear. El Gobierno de la canciller Angela Merkel ha suspendido todos los planes nucleares y ha anunciado que cerrar¨¢ sus 17 centrales en 2022.
Los movimientos ecologistas y los dos partidos de oposici¨®n del centro-izquierda, el Partido Democr¨¢tico e Italia de los Valores, que impuls¨® la recogida de firmas para la consulta, celebraron la decisi¨®n del Supremo como "una victoria de la Constituci¨®n". Tambi¨¦n como una ocasi¨®n de infligir un nuevo castigo a Berlusconi en las urnas. "Es una gran noticia. El Gobierno hab¨ªa intentado un truco para robar a los ciudadanos el derecho a decidir, y el Supremo les ha restituido ese derecho", dijo la presidenta del Partido Democr¨¢tico, Rosy Bindi.
El Ejecutivo mostr¨® su "amargura y absoluto estupor" por la sentencia. Seg¨²n el ministro para el Desarrollo Econ¨®mico, Paolo Romani, "el voto puede tener el ¨²nico efecto de dejar al pa¨ªs en un vac¨ªo normativo sobre la construcci¨®n del futuro energ¨¦tico y puede cancelar no ya el regreso al ¨¢tomo, que no est¨¢ en discusi¨®n, sino la posibilidad de elaborar una estrategia energ¨¦tica sobre las fuentes alternativas".
En juego la inmunidad de Il Cavaliere
Un refer¨¦ndum en Italia solo es v¨¢lido si vota el 50% m¨¢s uno de los ciudadanos censados. Hasta ayer, no parec¨ªa nada f¨¢cil que se alcanzara el qu¨®rum en la cita del 12 y 13 de junio.
Desde que se anunci¨® la consulta popular, el Gobierno ha puesto todo tipo de trabas, incumpliendo las leyes que obligan a las instituciones a promover la participaci¨®n. Primero, se neg¨® a colocar el refer¨¦ndum en la misma fecha de las municipales, y despu¨¦s la televisi¨®n p¨²blica ha ignorado la consulta; ayer la RAI fue instada por el regulador de las comunicaciones, la AGCOM, a emitir los anuncios en horario de m¨¢xima audiencia como marca la ley.
Berlusconi tiene poderosas razones para boicotear el refer¨¦ndum impulsado por Italia de los Valores. Una es que el regreso a la energ¨ªa nuclear es, o al menos era, uno de los puntos centrales de su acci¨®n pol¨ªtica en esta legislatura. Otra, que los ciudadanos est¨¢n llamados a pronunciarse tambi¨¦n sobre la abolici¨®n de la pen¨²ltima norma ad personam: la ley del leg¨ªtimo impedimento, que fue parcialmente tumbada por el Tribunal Constitucional y que permite al jefe de Gobierno y a los ministros escudarse en empe?os oficiales para no acudir a las sesiones de sus procesos penales. Los d¨ªas 12 y 13 se votar¨¢ sobre una tercera cuesti¨®n: la privatizaci¨®n de la gesti¨®n de los acueductos y de los servicios h¨ªdricos.
Tras la capitulaci¨®n en las municipales, lo que menos necesita ahora Berlusconi es un nuevo castigo de las urnas. Despu¨¦s de plantear las municipales como un plebiscito pol¨ªtico y perderlo, la oposici¨®n est¨¢ crecida, el Pueblo de la Libertad (PDL) ha entrado en crisis y su leal socio, la Liga Norte de Umberto Bossi, ha mostrado todas sus dudas sobre el futuro diciendo: "De momento seguimos adelante, pero no estamos tranquilos".
En un intento de poner orden en un partido cada vez m¨¢s fracturado y de frenar la balcanizaci¨®n, Berlusconi confirm¨® ayer que el pr¨®ximo secretario pol¨ªtico del PDL ser¨¢ el ministro de Justicia, Angelino Alfano, lo que implicar¨¢ abrir una minicrisis de Gobierno, ya que el delf¨ªn siciliano, de 40 a?os, dejar¨¢ su cargo ministerial.
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