Nowitzki tiene siete vidas

La final de la NBA llevaba camino de ratificar los pron¨®sticos a favor del Big Three de Miami. El primer partido hab¨ªa reforzado sus premisas m¨¢s optimistas y el segundo llevaba camino de dejar la sensaci¨®n, corregida y aumentada, de que los Heat iban a dejar medio para el arrastre a Dallas Mavericks. Tal vez por eso, sinti¨¦ndose de nuevo el rey del mambo, como cuando gan¨® el anillo en 2006 cuando form¨® pareja con Shaquille O'Neal, Dwyane Wade celebr¨® con un ¨¦nfasis especial una de las muchas acciones en las que desarbol¨® a la defensa de los Mavericks.

Miami ten¨ªa el partido en el bolsillo. Quedaban siete minutos y dominaba por 15 puntos (88-73). "Es frustrante cuando un tipo lo celebra de esa manera ante tu banquillo", dijo Tyson Chandler. "Entonces nos dijimos: 'No importa lo que piensen en el otro banquillo. Esto no se ha acabado". Los Mavericks redoblaron su intensidad defensiva, fueron m¨¢s certeros en ataque y, como casi siempre, se encomendaron a Dirk Nowitzki. El ala-p¨ªvot alem¨¢n no les fall¨®. Acabaron llev¨¢ndose el gato al agua por 93-95, con un tremendo parcial de 5-22, despu¨¦s de que LeBron James y Wade fallaran dos triples cada uno en los dos ¨²ltimos minutos y de que Nowitzki anotara los nueve ¨²ltimos puntos para su equipo.

Miami no repar¨® en que Nowitzki pod¨ªa despertar del ligero letargo en el que se hab¨ªa sumido en los tres primeros cuartos, de que su ataque pod¨ªa quedar colapsado por la defensa de los Mavericks, de que la floja aportaci¨®n de sus jugadores de banquillo pod¨ªa pasarles factura, al igual que sus carencias en el rebote. Los reservas de los Mavericks sumaron 12 puntos m¨¢s que los de Miami, gracias sobre todo a los 16 de Terry.

Dallas captur¨® 11 rebotes m¨¢s que Miami y Marion, con 20 puntos, y Chandler, con 13, estuvieron mucho mejor que en el primer partido. Si a eso se a?aden los 24 puntos de Nowitzki, a pesar de que tuvo que jugar con el dedo ¨ªndice de la mano izquierda vendado por un golpe en el primer partido, se entiende la remontada. Quedaban 24 segundos y, con empate a 93, Kidd contemporiz¨® hasta casi agotar la posesi¨®n y se la dio a Nowitzki que penetr¨® por la izquierda, fint¨® a Bosh, y anot¨® la canasta decisiva.

"Lanzar 30 triples no forma parte de nuestro estilo", reconoci¨® el t¨¦cnico de Miami Heat, Erik Spoelstra; "Hemos tenido demasiadas prisas al final". La final ahora se traslada a Dallas donde se jugar¨¢n los tres pr¨®ximos partidos desde el domingo.