"No creo que se llegue a saber nunca el origen de la bacteria"
Por un momento, Holger Rohde parece desconcertado ante la pregunta de "?qu¨¦ le interesa, adem¨¢s de las bacterias?". Es obvia la pasi¨®n por su trabajo del cient¨ªfico cuyo equipo desenmascar¨® el ADN de la cepa de E. coli que mantiene en jaque a las autoridades sanitarias. Van 20 muertos, 18 solo en Alemania. La cifra de infectados supera los 2.000. La cl¨ªnica Universitaria de Hamburgo (UKE), donde Rohde trabaja, atiende a centenares de ellos. En ella est¨¢ el laboratorio, el equipo que, dirigido por Rohde, colabor¨® con cient¨ªficos de Pek¨ªn para desentra?ar el genoma de la peligrosa bacteria E. coli enterohemorr¨¢gica (EHEC) 104:H4. Dando un paseo al sol por el hermoso campus de la UKE, Rohde lamentaba ayer "profundamente" las tensiones entre los agricultores espa?oles y las autoridades sanitarias alemanas. Su equipo de especialistas funciona de forma independiente al Instituto de Higiene que anunci¨® el d¨ªa 26 haber encontrado bacterias peligrosas en tres pepinos espa?oles. Ni el Gobierno regional ni su instituto le consultaron antes de hacer el anuncio. Adem¨¢s de las bacterias, al doctor Rohde le apasionan la vela y "escuchar discos de reggae".
"Creo que la fuente puede ser alg¨²n abono org¨¢nico, no el agua"
"Como cient¨ªfico, si no estoy seguro de algo al 100%, no lo comunico"
Pregunta. ?Qu¨¦ le pareci¨® la acusaci¨®n al pepino espa?ol?
Respuesta. Lo acusaron injustamente, sin lugar a dudas. El origen de la enfermedad est¨¢ en el Norte de Alemania. Todos se han contagiado aqu¨ª ?C¨®mo va a provenir de un solo productor? ?C¨®mo va a estar tan localizado en foco infeccioso? Si las bacterias vinieran de Espa?a, se habr¨ªan extendido mucho m¨¢s, porque las verduras espa?olas van a todo el mundo. La fuente est¨¢ aqu¨ª. O lo estuvo. No est¨¢ por ah¨ª lejos, ni en Espa?a, ni en Francia, ni en ning¨²n otro lado. Es mi sincero punto de vista, porque certezas hay muy pocas.
P. Pero las consecuencias las est¨¢n pagando los agricultores de all¨ª.
R. Y bien que lo siento, porque no creo que tengan culpa. Para ellos es un desastre econ¨®mico. No tiene ning¨²n sentido que hasta en Espa?a haya ca¨ªdo el consumo de verdura propia. Fue una mala interpretaci¨®n de un resultado de laboratorio. Ojal¨¢ nunca hubiera sucedido.
P. ?Usted no lo habr¨ªa anunciado?
R. Cuando s¨¦ algo grave, mi deber como cient¨ªfico es anunciarlo. Pero cuando no estoy seguro al 100%, no lo comunico.
P. ?De d¨®nde puede venir la bacteria? ?Del agua?
R. No creo. Me puedo imaginar que est¨¦ en alg¨²n abono org¨¢nico. Quiz¨¢ se deba a las pocas lluvias de esta primavera. Lo que otros a?os lava el agua, este a?o ha podido quedarse en la verdura. Pero no lo sabemos. Lo que me impresiona de veras es que a¨²n no la hayan encontrado, pese al esfuerzo invertido. Ya no creo que se llegue a saber nunca.
P. ?Cree que la fuente sigue activa? ?O se agotar¨¢ cuando se hayan consumido del todo las partidas contaminadas?
R. No estoy en absoluto seguro, para nada, pero tiendo a pensar que ya est¨¢ inactiva. A nuestra cl¨ªnica llegan menos infectados que antes. Parece que la campana empieza ya su l¨ªnea descendente.
P. ?Cu¨¢ndo va a servir su descubrimiento para curar a los pacientes?
R. No durante este brote, desgraciadamente. Pasar¨¢n a?os. Solo hemos dado un primer paso. Todo lo que hacemos es mero experimento.
P. ?C¨®mo est¨¢ viviendo estas semanas?
R. Es la temporada m¨¢s emocionante de mi carrera. La intensidad es indescriptible, es una pelea diaria que te llena de satisfacci¨®n. Es una amenaza fascinante.
P. ?Ha pasado alg¨²n miedo?
R. S¨ª, claro, al principio, bastante. Es muy curioso, porque cuando la situaci¨®n era m¨¢s grave, la gente fuera de la cl¨ªnica no le daba ninguna importancia. Ni los medios. Yo estaba consternado por lo que ve¨ªa aqu¨ª y pensaba que iba a cundir el p¨¢nico general. Pero fuera todo el mundo segu¨ªa tan tranquilo. Seg¨²n nos ¨ªbamos tranquilizando aqu¨ª, se iban poniendo todos hist¨¦ricos afuera.
P. Hay quien habla de posible terrorismo bacteriol¨®gico...
R. Eso es una perfecta majader¨ªa. Cuando se manipula un genoma, se dejan huellas indelebles. No hemos visto ni a¨²n las m¨¢s remotas.
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