El chip prodigioso
?Conoce usted la piel que habita? Los cient¨ªficos de Procter & Gamble, s¨ª. Y cada d¨ªa se replantean esta pregunta. Los hallazgos de esta multinacional de bienes de consumo, una de las m¨¢s grandes del planeta, se traducen en incontables productos de uso t¨®pico que todos utilizamos a diario. Mire las etiquetas en su casa. Champ¨²s, perfumes, desodorantes, cremas, geles de afeitado, detergentes, lavavajillas, pasta de dientes, colutorios, papel higi¨¦nico, servilletas... Cosas tan cotidianas que no incitan a pensar en la tecnolog¨ªa puntera que hay detr¨¢s de su gestaci¨®n.
Sus laboratorios centrales, en Cincinnati (Ohio), son algo as¨ª como el Santo Grial de la sociedad del bienestar. Un lugar raras veces abierto a visitantes que, a primera vista, se presenta desprovisto de todo glamour. Apenas una serie de pasillos anodinos salpicados de las duchas de emergencia legalmente obligatorias para evitar cualquier contaminaci¨®n t¨®xica. Sin embargo, tras las puertas que los recorren se concentran algunos de los cerebros m¨¢s privilegiados de la cosm¨¦tica. Los resultados cient¨ªficos son lo ¨²nico que importa.
"Gracias a la rob¨®tica hemos logrado analizar en semanas o d¨ªas los datos que antes pod¨ªan llevar toda una vida"
"La crema milagro no existe. Como mucho podemos hablar de la combinaci¨®n de cremas en busca de un milagro"
Su aliado m¨¢s reciente son los chips de ADN. Unas placas de apenas un cent¨ªmetro cuadrado que permiten monitorizar 20.000 genes humanos al mismo tiempo. Gracias a ellos pueden investigar la conducta gen¨®mica de la piel. Es decir, averiguar qu¨¦ agentes son los que influyen en su deterioro y envejecimiento. Y, a partir de ah¨ª, confeccionar esos productos cosm¨¦ticos con los que el resto de la civilizaci¨®n aplacamos, al menos est¨¦ticamente, el paso del tiempo.
"En la ¨²ltima d¨¦cada hemos centrado la mirada en la tecnolog¨ªa farmac¨¦utica para aplicarla a otros productos de consumo", explica Jay Tiesman, director de biotecnolog¨ªa en Procter & Gamble (P&G). Es lo que ya se conoce como cosmes¨¦utica: la combinaci¨®n de cosm¨¦tica y farmac¨¦utica. "La gente tiende a separar la una de la otra, cuando, en realidad, utilizamos la misma herramienta: la biolog¨ªa", dirime.
Su compa?ero de planta Phil Brode es la viva encarnaci¨®n del profesor Franz de Copenhague (el m¨ªtico personaje de Los grandes inventos del TBO). Pasa sus d¨ªas trasteando con un enorme robot capaz de disgregar la informaci¨®n recopilada en cada chip de ADN en diferentes plantillas. "Gracias a la rob¨®tica hemos logrado procesar, analizar y almacenar en semanas o d¨ªas los datos que antes pod¨ªan llevar toda una vida. Sus incontables combinaciones nos permiten elaborar ingredientes seguros".
Aqu¨ª no se jerarquiza el trabajo ni se res-tringen conocimientos. Todos los profesionales comparten sus hallazgos en una de las bibliotecas de compuestos m¨¢s grandes que se han generado en la historia del sector cosm¨¦tico hasta la fecha. "Lo que me sorprendi¨® cuando empec¨¦ aqu¨ª hace 20 a?os -contin¨²a Thompson- es que cada vez que necesitaba consultar algo con un experto t¨¦cnico de cualquier especialidad pod¨ªa encontrarlo sin salir de este edificio".
"A muchas firmas les gusta crear una m¨ªstica sobre la base de sus productos: 'Vayamos a la Amazonia y tomemos un extracto de esta planta que nadie conoce' o 'buceemos hasta el fondo del mar en busca de tal alga'. Nosotros optamos por garantizar la seguridad de lo que comercializamos. Con esa librer¨ªa de datos acumulada en los ¨²ltimos 20 a?os podemos averiguar qu¨¦ dosis son las adecuadas en cada art¨ªculo", explica Mary Johnson, directora cient¨ªfica de la divisi¨®n de belleza de P&G.
Este proceso horizontal permite encontrar soluciones para cualquier otro producto de la empresa. Dicho de otro modo: un compuesto para prevenir la irritaci¨®n en unos pa?ales de beb¨¦ puede acabar sirviendo de base para un cosm¨¦tico antiedad. Es el caso de la Hexamidina, un antis¨¦ptico que se ha convertido en el principal ingrediente activo de la crema Hydra Firming, de la nueva l¨ªnea Olay Professional.
"Los chips de ADN son como joyas. Cada uno cuesta unos 500 d¨®lares y puede contener hasta 25 gygabites de informaci¨®n. Y cada test se realiza sobre un rango de entre 50 y 100 sujetos distintos. As¨ª podemos comprender mejor d¨ªa a d¨ªa el perfil gen¨¦tico de cada persona", explica Tiesman, que en su despacho luce junto a su colecci¨®n de cafeteras Nespresso y p¨®sters de Padre de familia una pegatina que reza DNA is life, the rest is just translation (el ADN es vida, el resto hay que traducirlo).
En este centro de innovaci¨®n el rigor cient¨ªfico no est¨¢ exento de cierto sentido del humor. Cuando Rosemarie Osborne, encargada de desarrollo de sistemas in vitro, dice que a veces se sienten como los protagonistas de CSI no est¨¢ tan alejada de la realidad. Buena parte de la tecnolog¨ªa empleada aqu¨ª es la misma que sirve al FBI para analizar muestras celulares humanas en casos criminales. Osborne se dedica a cultivar c¨¦lulas en recipientes de pl¨¢stico -"mi gran pasi¨®n", bromea- para despu¨¦s estudiar su comportamiento gracias a un sofisticado software que permite ver la piel en 3D. Todo gracias a un potent¨ªsimo microscopio digital.
A ojos de un profano, cualquiera de estos modelos cut¨¢neos digitalizados podr¨ªa parecer una pintura abstracta o una lejana constelaci¨®n. Sin embargo, a Osborne le basta un golpe de vista para localizar las zonas m¨¢s afectadas por la p¨¦rdida de col¨¢geno o elastina. Con unos pocos clics de rat¨®n puede seccionar y estudiar a fondo cualquier detalle infinitesimal. En ocasiones, sus estudios adquieren tintes de ciencia-ficci¨®n. Ha contribuido a realizar desde injertos de piel tras quemaduras graves hasta c¨®rneas artificiales biocompatibles para que determinados pacientes recuperen la visi¨®n.
Esta suma de fuerzas investigadoras es la que ha posibilitado que P&G haya lanzado recientemente al mercado la l¨ªnea de cosm¨¦ticos Olay Professional. O, como m¨¢s propiamente la han bautizado sus art¨ªfices, "el desaf¨ªo antiedad". Desde el nacimiento de la ya emblem¨¢tica Oil of Olay, hace m¨¢s de medio siglo, esta marca ha trabajado por desarrollar la crema definitiva para cada edad.
Si atendemos a la dermat¨®loga Maritza P¨¦rez, "su l¨ªnea Total Effects es perfecta para las veintea?eras, y Regenerist, para despu¨¦s de los 30. Con Olay Professional y su alta concentraci¨®n de p¨¦ptidos [mol¨¦culas formadas por amino¨¢cidos] se cubre el espectro necesario a partir de los 40". A pesar de sus recomendaciones, esta experta no alimenta ilusiones. "La crema milagro no existe. Como mucho podemos hablar de la combinaci¨®n de cremas en busca de que se haga ese milagro. Por eso es importante no confiarse a un solo producto, sino a un tratamiento completo".
La doctora Maritza P¨¦rez pertenece a la Alianza Profesional para la Innovaci¨®n en el Cuidado de la Piel, un grupo de dermat¨®logos independientes que ejerce de consultor para P&G. En el caso que nos ocupa, estos especialistas recomendaron prolongar la fase de prueba para contrastar mejor los resultados. "126 mujeres de m¨¢s de 40 a?os se sometieron al tratamiento intensivo antiarrugas durante 8 semanas, pero aconsejamos extender ese periodo en 25 de ellas hasta las 24 semanas. Es un tiempo de prueba mucho m¨¢s largo de lo habitual en cualquier crema, normalmente no va m¨¢s all¨¢ de las 14, pero consider¨¢bamos que menos ser¨ªa insuficiente para comprobar sus efectos de una manera fiable", asegura otra de sus consultoras, la doctora Doris Day.
Los resultados eran contrastados en la sede de P&G gracias a un software llamado Mirror que estudia todos los ¨¢ngulos y caracter¨ªsticas de la cara utilizando fotos tridimensionales, cerrando un ciclo de investigaci¨®n que va de lo m¨¢s profundo de la epidermis a las consecuencias est¨¦ticas m¨¢s visibles. Al abandonar la sede de P&G queda una certeza: por m¨¢s que vivamos con la obsesi¨®n por fingir una eterna juventud, lo esencial es la salud cut¨¢nea.
El desaf¨ªo antiedad
Los cinco productos que componen el kit de Olay Professional est¨¢n concebidos como un tratamiento antichoque frente al paso del tiempo. Gracias a la ingenier¨ªa gen¨®mica, que contrasta las diferencias a nivel molecular entre la piel envejecida y la piel joven, ha encontrado sus ingredientes b¨¢sicos: la niacinamida, los p¨¦ptidos y la carnosina.
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