Mastretta en el museo
Es lo bueno que tiene la m¨²sica de Nacho Mastretta, que combina con todo. Se habla de alguien que puede tocar en un festival de jazz sin ser un m¨²sico de jazz, o ganar un premio al "mejor disco de m¨²sica electr¨®nica" por un ¨¢lbum en el que hay de todo, menos electr¨®nica. Al susodicho se le puede ver tocando en el Metro lo mismo que poni¨¦ndole la m¨²sica a la ¨²ltima colecci¨®n de Jes¨²s del Pozo. Conclusi¨®n: b¨¢sicamente, Mastretta hace lo que le da la gana.
Total, que al c¨¢ntabro-barcelon¨¦s-madrile?o se le dio en pasearse el s¨¢bado por entre la galer¨ªa de triunfadoras, desafiantes y dominadoras que han venido dando lustre y esplendor a la exposici¨®n Hero¨ªnas en el museo Thyssen-Bornemiza hasta hoy, domingo. Una idea novedosa, la de soltar a los m¨²sicos en un museo y que sea lo que las musas quieran, aunque no tanto. Quien esto escribe recuerda el caso de Urban Sax en circunstancias similares emprendi¨¦ndola a saxofonazos con los desprevenidos amantes de las artes pl¨¢sticas a su paso.
Uno no se imagina a Mastretta atiz¨¢ndole con el clarinete en la base del cr¨¢neo al caballero del fondo que se ha distra¨ªdo por un momento. Muy al contrario, el peripat¨¦tico (y multitudinario) discurrir del afamado instrumentista y su partenaire, Diego Galaz (mandolina y viol¨ªn-trompeta), por los predios de la baronesa discurri¨® en la mayor paz y armon¨ªa; de cuadro en cuadro y toco porque me toca. Otra cosa es que su "lectura" amable y pastoril de la muestra acaso no casara exactamente con el esp¨ªritu de la misma, pero as¨ª son los artistas. Impredecibles. Un ejemplo: entre la iconogr¨¢fica Soledad desolada de la mujer de Hopper en una habitaci¨®n de hotel y la mirada melanc¨®lica de la campesina de Edvard Munch contemplando el atardecer, los interesados optaron por la segunda. Es a ella a la que dedicaron la primera de sus vi?etas sonoras a medio camino entre el jazz a?ejo y un incierto folklore universal. De ah¨ª en adelante, el "universo Mastretta" en versi¨®n minimalista se abri¨® paso por entre cari¨¢tides y amazonas, v¨ªrgenes guerreras y m¨¦nades exhaustas despu¨¦s de la danza. Conclusi¨®n del protagonista: "una visita muy entretenida". No hay m¨¢s que a?adir.
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