Los fot¨®grafos se mudan al m¨®vil
Experimentan con el tel¨¦fono y comparten las im¨¢genes en la Red - Las aplicaciones de retoques y redes sociales impulsan la tendencia
Veintiocho d¨ªas y talento. Era todo lo que Daniel Torrell¨® necesitaba para su experimento de fotograf¨ªa. Y un m¨®vil. El planteamiento era sencillo: un d¨ªa, una foto. Retratar un mes de su vida, el pasado febrero. Public¨® en la Red las 28 im¨¢genes de sombras, edificios y m¨²sicos callejeros y esper¨® la reacci¨®n. "Me escribi¨® bastante gente pidi¨¦ndome hacer lo mismo. Ya he colgado los meses de cuatro personas. Pronto habr¨¢ m¨¢s", dice. Y explica por qu¨¦: "Por la sensaci¨®n de inmediatez. No la ten¨ªa desde las Polaroid".
Igual que Torrell¨®, con 11 a?os de profesi¨®n a la espalda, cada vez m¨¢s fot¨®grafos experimentan con eso que millones de personas hacen cada d¨ªa: tirar fotos con el m¨®vil y compartirlas, o no, en Internet. Unos lo prueban en el trabajo, como David Guttenfelder, de la agencia Associated Press, que el a?o pasado se pate¨® Afganist¨¢n empotrado en el Ej¨¦rcito estadounidense disparando instant¨¢neas con su iPhone. Sin retoques ni florituras. Las fotos corrieron como la p¨®lvora generando el comentario generalizado de "son las m¨¢s realistas que he visto".
Las instant¨¢neas m¨®viles llenan museos y salas en todo el mundo
Los 2,2 millones de clientes de Instagram suben 6 fotos por segundo
Unos se lo toman como un pasatiempo, pero otros muy en serio, como el catal¨¢n Jordi V. Pou, de 42 a?os. Retratar con el tel¨¦fono casi es un vicio para ¨¦l. "Me compr¨¦ un iPhone en 2009, prob¨¦ la c¨¢mara y pens¨¦: 'es una basura'. Luego me di cuenta de mi error. Es otro concepto". La posibilidad de enfocar, disparar, retocar y enviar en segundos desde el m¨®vil le fascin¨®.
Con esa idea mont¨® kokovoko.info, en el que se prometi¨® subir una foto diaria. Y lo ha cumplido, casi 700 en 567 d¨ªas, todas engarzadas con el mismo hilo: la cotidianeidad de la gente y los rincones de Lleida, su ciudad. "Kokovoko es la isla que no aparece en ning¨²n mapa en Moby Dick, el libro de Melville. De ah¨ª el nombre. Retrato lugares an¨®nimos de mi entorno".
Pou organiz¨® el a?o pasado una de las primeras exposiciones en Espa?a de fotograf¨ªa m¨®vil, en el Centro de Arte Contempor¨¢neo de La Panera (Lleida). Pero sus instant¨¢neas y las de otros fot¨®grafos llenan muestras grupales en Nueva York, Melbourne, Berl¨ªn, Philadelphia y Madrid. Es un fen¨®meno global y local, como Internet, que le sirve para cultivar el contacto virtual con una comunidad creciente de enganchados al m¨®vil. "Hablo con colegas de todas partes, desde Brasil hasta Singapur".
Museos, centros y salas empiezan a dar cabida al movimiento. En Bilbao se vio iPhonegraf¨ªa en enero, a cargo de David de Haro y Fernando G¨®mez. En mayo tuvo lugar D¨¦j¨¤ Vu en el Ateneo de Madrid, de Matth Van Mayrit. Y acaba de cerrar sus puertas eyephoneograhy en la Escuela de Fotograf¨ªa de Madrid. Para Roc¨ªo Nogales, organizadora del certamen, no es ir¨®nico que las fotos digitales, surgidas en la Red, quieran dar el salto al papel. "No tiene sentido que haya comunicaci¨®n solo online u offline. Vamos a la combinaci¨®n de ambas".
Las exposiciones siguen la estela de Pixels at an Exhibition, organizada en Berkeley (California) en enero de 2010. All¨ª, el fen¨®meno iPhoneography prendi¨® mecha. La Red hizo el resto. El mallorqu¨ªn Sion Fullana, afincado en Nueva York, lo rentabiliza colocando una de sus fotos m¨®viles en la portada de un libro en Reino Unido e impartiendo conferencias.
Como cualquier moda, tambi¨¦n divide. "Muchos fot¨®grafos lo consideran una frivolidad. Algunos me ignoran si se enteran que he hecho exposiciones", dice Pou, quien insiste en que no importa el soporte, sino la calidad. "Llegar¨¢ un d¨ªa en que nadie hablar¨¢ de si se ha hecho con un tel¨¦fono o no. Todo ser¨¢ fotograf¨ªa". Nogales coincide: "La mejor c¨¢mara es la que llevas encima", dice parafraseando a Chase Jarvis.
Las aplicaciones de retoque y redes sociales explican parte de la tendencia. Entre las ¨²ltimas, Instagram, un Twitter en fotos donde la gente socializa en torno a im¨¢genes ensalzadas con filtros autom¨¢ticos, fascina a novatos y expertos. Sus 2,2 millones de abonados suben seis instant¨¢neas por segundo. M¨¢s de 130.000 personas se unen cada d¨ªa, seg¨²n RJMetrics. "Es intuitiva y art¨ªstica", dice Torrell¨®.
Color, disponible en iOS y Android, recibi¨® 41 millones de d¨®lares (28 millones de euros) de inversi¨®n. Y Path, Picplz o Burstn, van por caminos similares. Entre las aplicaciones de retoques, TiltShift, Camera Bag, Darkroom o Camera Plus son las m¨¢s populares. Incluso Adobe ha sacado su PhotoShop Express gratis, para retoques elementales, y Microsoft ofrece su Photosynth para crear panor¨¢micas. "Saco la foto, recorto, cambio de color y comparto. Es una gozada", dice Pou. As¨ª se dispara ahora.
"Si mi Canon 5D tuviera un iPhone dentro ser¨ªa la leche", comenta Torrell¨®. Los fabricantes de c¨¢maras no tardar¨¢n en hacerle caso a ¨¦l y a la legi¨®n de fot¨®grafos y aficionados que piden lo mismo. Los m¨®viles le han comido el terreno a las c¨¢maras de bolsillo, con lentes iguales o superiores, como la del Nokia N8, de 12 megap¨ªxeles, y aplicaciones para socializar en la Red.
Concluye Nogales: "En breve las r¨¦flex tendr¨¢n una gran pantalla para editar sobre la marcha, conectarte a Internet y acceder a aplicaciones para compartir las fotos, igual que en el m¨®vil".
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