C¨¢lculos

A la vista del repentino ataque de austeridad poselectoral que le ha entrado a Mariano Rajoy y a su junta directiva en pleno, uno se pregunta si no merecer¨ªa la pena que, cada tres meses, alg¨²n partido pol¨ªtico perdiera las elecciones como lo ha hecho el PSOE en estas ¨²ltimas. Aunque parezca algo rocambolesco, podr¨ªa ser esta la ¨²nica garant¨ªa que nos queda para que los mercados financieros rebajaran algo su ansiedad y se olvidaran de nosotros por completo.

Ahora, seg¨²n afirman los dirigentes populares en Castilla-La Mancha (CLM), el Gobierno socialista saliente no podr¨ªa ya pagar ni las n¨®minas de sus funcionarios (lo que, esto s¨ª, supondr¨ªa un ahorro digno de consideraci¨®n). Y no solo eso. Tambi¨¦n han dicho que suprimir¨¢n entre el 50 y el 75 por ciento de las empresas auton¨®micas creadas en este territorio, en las que, por cierto, trabajan "unos 3.000 colocados, la mayor¨ªa solo por tener el carn¨¦ del PSOE", en palabras de Marcial Mart¨ªn, coordinador econ¨®mico regional del PP en CLM.

Es cierto que las declaraciones del tal Mart¨ªn pueden suponer una irresponsable frivolidad en unos momentos en los que todav¨ªa no se conocen los datos contables precisos que avalen la denuncia realizada. Pero debe reconocerse que esto de empezar a evaluar el coste clientelar en el que han incurrido las diversas Administraciones perif¨¦ricas del Estado, sin distinci¨®n de credos ideol¨®gicos, ubicaci¨®n geogr¨¢fica o tama?o, no es un mal m¨¦todo para encarar la nueva din¨¢mica de austeridad que se nos avecina.

Aceptemos por un momento que el c¨¢lculo del citado coordinador es correcto. Entonces, puesto que lo que ocurra en Castilla La Macha, si es que algo ocurre finalmente all¨ª, es totalmente extrapolable a cualquier otro territorio de Espa?a, esos 3.000 colocados en CLM, "por tener carn¨¦ del PSOE", podr¨ªan transformarse, siendo prudentes, en no menos de 45.000 para el conjunto de las Administraciones perif¨¦ricas del Estado (solo los Ayuntamientos ya disponen de 34.000 sociedades y entes al margen de la estructura funcionarial), lo que nos llevar¨ªa a constatar que la cantidad de colocados por tener carn¨¦ de lo que sea en Espa?a es bastante m¨¢s elevada de lo que pens¨¢bamos. Si multiplic¨¢ramos ahora el n¨²mero estimado de estos por el sueldo medio de un trabajador espa?ol, que es de unos 22.000 euros, obtendr¨ªamos una cifra cercana a 1.000 millones de euros, que es cualquier cosa menos irrelevante a los efectos de la estrategia de austeridad que se pretende.

Lo que es seguro, en todo caso, es que ser¨¢ necesario realizar sencillos c¨¢lculos como ¨¦ste en los pr¨®ximos meses y en todos los niveles de la administraci¨®n. Solo as¨ª se podr¨ªa calibrarse con una cierta precisi¨®n, el coste real de esa irrefrenable tendencia de nuestros dirigentes pol¨ªticos en estos ¨²ltimos a?os a mostrarse tan generosos con sus amigos y colegas de partido, y, sin embargo, tan duros e inflexibles con los funcionarios y ciudadanos en general. Quedamos a la espera.