Tel¨¦fonos pinchados

El tel¨¦fono es un invento endemoniado. Al suprimir todo tipo de barrera, te obliga a estar en guardia: te fuerza a hablar y a mantener la compostura. Hay que ser cuidadosos si quien nos llama o a quien llamamos no es persona de nuestra intimidad. Nadie sensato se permitir¨¢ tratos o tacos campechanos, pues el otro podr¨ªa tomar nuestro gesto como un abuso de confianza.

Admito tener recelo al tel¨¦fono. ?Por qu¨¦ raz¨®n? En primer lugar, siempre oigo mal al comunicante, escucho frases sueltas e inconexas y a veces pierdo literalmente el hilo. Pierdo el hilo, ya digo: el argumental, que no el telef¨®nico, en este tiempo de m¨®viles e inal¨¢mbricos. En segundo lugar, admito tener aprensi¨®n a estos cacharritos porque pienso que mi interlocutor no me oye bien, dando por supuestas ciertas cosas y sacando conclusiones err¨®neas. Es un temor quiz¨¢ malsano e injustificado. O tal vez no.

En tercer lugar, del tel¨¦fono siempre desconf¨ªo. Hemos visto muchas pel¨ªculas de esp¨ªas y de polic¨ªas y sabemos que los agentes pinchan algunas l¨ªneas cuando tienen la sospecha fundada de que se est¨¢ cometiendo un delito. Si yo soy persona de orden..., me digo. S¨ª, pero los guardias lo hacen bajo autorizaci¨®n judicial y te graban. Quedan registradas tus palabras comprometedoras, graves. Y tambi¨¦n quedan archivadas tus sandeces y blasfemias. De pesadilla, de aut¨¦ntica pesadilla.

La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, est¨¢ siendo investigada en el caso Brugal. La prensa ha transcrito algunas conversaciones telef¨®nicas intervenidas. Como ¨²nica respuesta, la regidora ha dicho que "vivimos en un Estado policial", calificando de "personaje siniestro" al ministro del Interior. Si te pillan apalabrando negocios, comprendo que te sientas indefenso. Y si no haces tal cosa, si simplemente charlabas de manera distendida con un amigo, entonces lo que te averg¨¹enza es tu propia expresi¨®n ordinaria y ruda. La tuya o la de tu interlocutor.

Si son ciertas las palabras reproducidas, el promotor Enrique Ortiz gasta un lenguaje muy zafio para hablar de sus presuntos enredos y de sus supuestos regalos: "de puta madre, de puta madre"; "t¨ªo legal que se lo est¨¢ currando"; "me ha dado una zona acojonante"; "?qu¨¦ maric¨®n!" No me lo puedo creer: no puedo creer que seas un ciudadano corriente y que te atrevas a llamar a una alcaldesa con esas familiaridades. ?O s¨ª te atreves?

Ambrose Bierce calificaba el tel¨¦fono de "invenci¨®n del demonio". Ya no puedes "mantener a distancia a una persona desagradable", a?ad¨ªa. Por lo que parece, Sonia Castedo y otros altos cargos del Partido Popular no mantuvieron a suficiente distancia a ciertos individuos. Por mucho que te agasajen, las intimidades telef¨®nicas se pagan caras, dir¨ªa el prudente. Sobre todo si quien llama es tan desagradable.

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