Historias que permanecen
Jorge y yo nos conocimos un fin de semana de 1962 en la casa de campo de Yves Montand y Simone Signoret; a Montand le encantaba recibir a los amigos en casa. Lo recuerdo perfectamente: la primera impresi¨®n que uno se llevaba de Jorge era la de alguien discreto, t¨ªmido, poco hablador, algo misterioso. Pregunt¨¦ a los Montand qui¨¦n era y me respondieron con evasivas: "Un tipo espa?ol...", y poco m¨¢s.
Un a?o y medio despu¨¦s, habiendo abandonado ya el Partido Comunista, escribi¨® su primer libro, El largo viaje: aquello liber¨® por completo a Jorge, empez¨® a hablar de sus relaciones con el partido y de por qu¨¦ lo hab¨ªa abandonado. Y digo bien: hay que decir que ¨¦l se autoexcluy¨®, si entend¨ª bien lo que ¨¦l me cont¨®. Se fue porque no aguantaba ni un segundo m¨¢s la pol¨ªtica de Santiago Carrillo y prefiri¨® no someterse a cosas en las que no cre¨ªa...
Estamos ante un intelectual a la vez honesto e intransigente, alguien completamente sincero en sus manifestaciones ideol¨®gicas y capaz de defenderlas hasta las ¨²ltimas consecuencias. Y ten¨ªa una gran ventaja sobre otros muchos intelectuales de la ¨¦poca: para ¨¦l, las personas solo contaban por su condici¨®n de personas, ya fuera por su calidad humana o art¨ªstica, pero no por sus expresiones ideol¨®gicas o su pertenencia a tal o cu¨¢l movimiento. ?l, que pose¨ªa una visi¨®n humanista de las cosas y de la gente, ten¨ªa y defend¨ªa su propia verdad, y yo aprend¨ª mucho de ¨¦l respecto a las relaciones entre la pol¨ªtica y la vida.
Me di cuenta de su dimensi¨®n como escritor cinematogr¨¢fico leyendo el guion de La guerra ha terminado, la pel¨ªcula de Alain Resnais. Fue as¨ª como supe que quer¨ªa trabajar con ¨¦l. Le ped¨ª que colabor¨¢ramos juntos en Z. Siempre fue un placer trabajar juntos... y solo hab¨ªa un problema: conseguir sacarle tiempo a Jorge, porque era alguien tremendamente ocupado y solicitado. As¨ª que cada vez que nos pon¨ªamos a trabajar en un guion -Z, La confesi¨®n o Estado de sitio- nos aisl¨¢bamos en una casa de campo de unos amigos y trabaj¨¢bamos durante todo el d¨ªa. Nos tir¨¢bamos as¨ª un mes y medio, aproximadamente. Solo par¨¢bamos para comer y para jugar alguna partida de flipper en un bar cercano. Por cierto, ?Jorge era el mejor jugador de flipper del mundo!
La escritura cinematogr¨¢fica de Sempr¨²n tiene una rara virtud; sus historias permanecen en el tiempo: la gente sigue viendo estas pel¨ªculas con inter¨¦s. Me di cuenta de ello recientemente, en un festival de cine al que Jorge no pudo venir porque ya estaba muy mal, y donde se proyectaba Z. Luego fui a su casa a visitarle. Me pregunt¨®: "?C¨®mo ha ido la cosa?". Le dije al o¨ªdo: "Estupendo". Y me ense?¨® una sonrisa enorme.
Constantin Costa-Gavras es director de cine. Dirigi¨® tres pel¨ªculas sobre guiones de Sempr¨²n: Z, La confesi¨®n y Secci¨®n especial.
Filmograf¨ªa
- Guionista de La guerra ha terminado (1966) y Stavisky... (1974) de Alain Resnais.
- Guionista de Z (1969), La confesi¨®n (1970) y Secci¨®n especial (1975) de Costa-Gavras.
- Guionista de El atentado (1972) de Yves Boisset.
- Director y guionista de Las dos memorias (1974).
- Guionista de Una mujer en la ventana (1976), de Pierre Granier-Deferre.
- Guionista de Las rutas del Sur (1978), de Joseph Losey.
- Adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de su novela Netchaiev ha vuelto, en 1991.
- Guionista de K (1997) de Alexandre Arcady.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.