El duelo feroz de Palin y Bachmann
La pugna centra el arranque de la campa?a republicana a las presidenciales de EE UU
La carrera presidencial en el Partido Republicano arranca ma?ana con un primer debate televisivo en el que participar¨¢n sus principales estrellas del momento, entre ellas la congresista de Minnesota Michele Bachmann, una mujer desinhibida y radical que representa las mejores esencias del Tea Party. Su duelo con Sarah Palin por la corona del conservadurismo norteamericano es el acontecimiento pol¨ªtico m¨¢s esperado del a?o.
Palin no estar¨¢ en el debate porque a¨²n sigue deshojando la margarita sobre su candidatura, lo que en parte depende del ¨¦xito que Bachmann tenga en estos primeros escarceos de la campa?a. Una anula a la otra porque, formalmente, se parecen como dos gotas de agua. Ambas son carism¨¢ticas, atractivas, exc¨¦ntricas y orgullosa y ferozmente derechistas. Las dos dicen defender los intereses de la clase media frente a las ¨¦lites dominadas por la izquierda, y las dos prometen vengar a esa sociedad blanca, tradicional y rural que en los ¨²ltimos a?os se ha sentido acosada por los movimientos sociales de liberaci¨®n y el incremento de la diversidad racial.
Una anula a la otra porque, formalmente, se parecen como dos gotas de agua
Bachmann, de 55 a?os, y Palin, de 47, son el s¨ªmbolo de los valores familiares. Ambas est¨¢n casadas, tienen cinco hijos y comparten la dedicaci¨®n intensa a diversas actividades religiosas. Las dos expresan sus convicciones sin tapujos y alimentan los medios de comunicaci¨®n de titulares impactantes. Un duelo entre ellas es el sue?o de cualquier periodista.
Las dos lo saben y hasta ahora se han evitado elegantemente. Pero la hora del combate ha llegado ya y, de forma sutil, Palin y Bachmann han cruzado esta semana sus primeras espadas. Ha sido a ra¨ªz del comentario del analista Ed Rollins, que expres¨® al aire la opini¨®n que otros muchos manifiestan en privado: que Bachmann es como Palin, pero mucho m¨¢s lista. "Cuando la gente tenga que elegir, van a optar por la que es m¨¢s inteligente, siendo tan atractiva como la otra", dijo Rollins. Inmediatamente, la p¨¢gina web que apoya la candidatura de Palin, Conservatives4Palin, exigi¨® a Bachmann pronunciarse "sobre el comentario idiota de este f¨®sil del establishment".
Bachmann no se ha pronunciado a¨²n, ni es probable que lo haga pronto. Pese a que las circunstancias parecen ahora favorecerle, la congresista sabe que la pelea con Palin ser¨¢ dif¨ªcil y a muerte. La antigua gobernadora de Alaska y compa?era de candidatura de John McCain mantiene una enorme popularidad entre la base del Partido Republicano y, aunque se la considera poco presidenciable por la hostilidad que despierta entre los votantes moderados, sigue siendo la figura m¨¢s influyente en el electorado conservador.
Bachmann, por su parte, tuvo un papel muy importante en la victoria republicana en las elecciones parlamentarias de 2008 y no ha cometido errores que le hayan restado popularidad. Los expertos la consideran una candidata m¨¢s viable que Palin, sin las obvias carencias intelectuales que han hecho famosa a la exgobernadora y sin el lastre de episodios pol¨¦micos que pueblan la biograf¨ªa de Palin y que se incrementar¨¢n tras la distribuci¨®n este viernes de sus correos electr¨®nicos.
Es muy pronto, sin embargo, para hacer un pron¨®stico en esta rivalidad. Palin ha demostrado una extraordinaria capacidad para sobrevivir a los ataques de la prensa, que muchas veces solo han servido para hacerla a¨²n m¨¢s famosa. La gente la quiere como es, y no importa cu¨¢ntas deficiencias se le encuentren, los suyos no la abandonan.
Bachmann es m¨¢s cerebral, m¨¢s pol¨ªtica. Desde que se conocieron sus aspiraciones presidenciales ha templado sus declaraciones y ha dise?ado una estrategia para aparecer ante los ciudadanos como una candidata de verdad, no como un mero divertimento de los meses de verano. De forma instintiva, los periodistas suelen minusvalorar las candidaturas femeninas, m¨¢s a¨²n si se trata, como es el caso, de mujeres que han crecido fuera del ambiente pol¨ªtico tradicional. Palin ha pagado en cierta medida un precio por ese prejuicio, y Bachmann intenta evitarlo.
La lucha entre ambas puede oscurecer o favorecer, esto todav¨ªa est¨¢ por ver, a los dem¨¢s candidatos republicanos en liza. Ninguno de ellos es un claro favorito en estos momentos. Todos parecen hoy por hoy incapaces de vencer a Barack Obama. Pero todos saben tambi¨¦n que en las elecciones de 2012 puede acabar siendo menos importante el nombre del candidato que el deseo de buscar un nuevo rumbo econ¨®mico. Si la econom¨ªa mantiene su l¨¢nguido ritmo de crecimiento actual, incapaz de crear el empleo necesario, la oposici¨®n conservadora tendr¨¢ una cierta opci¨®n de victoria.
Mitt Romney, que ya fue candidato en 2008, es por ahora el mejor situado. Lleva sobre ¨¦l el peso de la ley sanitaria que firm¨® cuando era gobernador de Massachusetts y que tiene elementos comunes con la firmada por Obama. El m¨¢s conocido de sus oponentes, Newt Gingrich, est¨¢ ya al borde de la cat¨¢strofe despu¨¦s de que todo el personal de su campa?a presentase esta semana su renuncia en bloque en protesta por el estilo ca¨®tico del antiguo presidente de la C¨¢mara de Representantes. Si el tiempo permitiera vislumbrar mayores posibilidades frente a Obama, otros aspirantes de m¨¢s peso podr¨ªan sumarse a la carrera, incluyendo al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, el pol¨ªtico republicano con m¨¢s prestigio en la actualidad.
Sin datos lesivos en los 'e-mail'... por ahora
Aparte del divertimento que supone fisgonear en la correspondencia privada de un famoso, la revisi¨®n de los correos electr¨®nicos de Sarah Palin no est¨¢ aportando por ahora elementos que puedan influir de forma apreciable en la carrera pol¨ªtica de la exgobernadora de Alaska, que seguramente anunciar¨¢ su candidatura presidencial en breve.
El an¨¢lisis de las 24.000 p¨¢ginas de copia en papel que ha hecho p¨²blicas el Gobierno de Alaska va a llevar alg¨²n tiempo y no se descarta que a¨²n surja alguna sorpresa. Pero, por ahora, solo se descubre a una gobernadora bastante implicada en el d¨ªa a d¨ªa de su gesti¨®n y con ambiciones de asomar la cabeza en la pol¨ªtica nacional, aunque sin idea de que John McCain la hab¨ªa elegido como candidata a la vicepresidencia hasta poco antes del anuncio.
Los correos muestran a una Palin preocupada por asuntos locales, como su petici¨®n al vicepresidente Dick Cheney de que el oso polar no sea incluido entre las especies en peligro de extinci¨®n, y en otros nacionales, como la pol¨ªtica energ¨¦tica. M¨¢s ecu¨¢nime de lo que se la considera, en un correo elogia un discurso de Barack Obama sobre ese asunto.
Cada medio de comunicaci¨®n de EE UU est¨¢ haciendo su propia revisi¨®n de los correos. Existen pues tantas versiones y valoraciones como peri¨®dicos y agencias est¨¢n trabajando en ellos. La visi¨®n de conjunto es la de que Palin estaba coqueteando con la idea de ser vicepresidenta -incluso candidata presidencial- durante algunos meses antes de su designaci¨®n. Incluso lo lleg¨® a hablar -"bromeamos al respecto", dice- con el entonces presidente George W. Bush. Pero la primera indicaci¨®n seria de que conoc¨ªa el inter¨¦s de McCain -la petici¨®n de sus declaraciones de ingresos de los ¨²ltimos dos a?os- no fue hasta agosto, d¨ªas antes de anunciarse al p¨²blico.
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