No tan pronto, por favor
Reino Unido estudia frenar la 'sexualizaci¨®n' y el uso comercial de los ni?os - Internet y los mensajes publicitarios, bajo la lupa - En Espa?a hay poca conciencia del fen¨®meno, dicen los expertos
Hay pocas cuestiones m¨¢s sensibles que los efectos que la publicidad y el comercio tienen sobre los ni?os y en particular el impacto que tiene en su sexualidad. En Reino Unido en particular, basta un reportaje period¨ªstico mostrando a una ni?a peque?a vistiendo un biquini sensual o calzando tacones altos para provocar una t¨®rrida catarata de informaciones alertando de las consecuencias de lo que los brit¨¢nicos denominan la "sexualizaci¨®n y la comercializaci¨®n de los ni?os".
La conclusi¨®n inmediata de los tabloides es que hay que proteger a los ni?os de esos peligros. Y la manera de protegerlos es separarles de los factores de riesgo. Es decir, prohibir la venta de la ropa infantil demasiado sensual, prohibir los anuncios demasiado er¨®ticos y hasta prohibir los v¨ªdeos musicales demasiado insinuantes.
Las principales v¨ªctimas del problema son las ni?as
Entre las propuestas figura controlar los l¨ªmites al erotismo en televisi¨®n
"?Qu¨¦ hace una cr¨ªa de ocho a?os vestida de adulta cantando coplas amorosas?"
Se debe esperar a que los ni?os hagan su proceso er¨®tico sin impulsarles
Los brit¨¢nicos llevan varios a?os debatiendo esa cuesti¨®n y ahora se han decidido a actuar: el Gobierno va a hacer suyas las recomendaciones de restringir la divulgaci¨®n de im¨¢genes er¨®ticas en lugares u horarios que pueden afectar a los ni?os y las grandes cadenas de ropa han aceptado imponerse un c¨®digo deontol¨®gico.
En 2007, el entonces Gobierno laborista intent¨® coger el toro por los cuernos y le encarg¨® un informe independiente a David Buckingham, profesor de Educaci¨®n y director del Centro para el Estudio de los Ni?os, los J¨®venes y los Medios, del Instituto de Educaci¨®n de la Universidad de Londres.
Dos a?os despu¨¦s, Buckingham public¨® un trabajo de 190 p¨¢ginas cuya conclusi¨®n m¨¢s notable era que, en realidad, sabemos muy poco sobre los verdaderos efectos de la comercializaci¨®n en los ni?os, tanto de los impactos negativos como de los efectos positivos. "Hay una serie de investigaciones que establecen una asociaci¨®n entre el mundo comercial y aspectos negativos del bienestar de los ni?os. Sin embargo, en diversas ¨¢reas clave -y en especial las relacionadas con obesidad, materialismo y sexualizaci¨®n- hay evidencias muy limitadas de que exista alguna relaci¨®n causal. Necesitamos m¨¢s estudios centrados en aspectos concretos que aborden las cuestiones clave y comprender su complejidad".
El a?o pasado, tambi¨¦n por encargo del Gobierno laborista, la psic¨®loga Linda Papadopoulos, profesora de la Universidad Metropolitana de Londres, estudi¨® m¨¢s concretamente las consecuencias de la sexualizaci¨®n de los ni?os. Sus conclusiones eran m¨¢s dr¨¢sticas que las de Buckingham y sus recomendaciones alternaban el trabajo preventivo, sobre todo a trav¨¦s de la educaci¨®n y la inculcaci¨®n de la igualdad de g¨¦nero en ni?os y maestros y el trabajo en com¨²n de padres, profesores, m¨¦dicos, publicistas, comerciantes y pol¨ªticos, con medidas m¨¢s concretas.
Medidas como dificultar mediante barreras t¨¦cnicas controladas por los padres el acceso de los ni?os a Internet, bloquear el acceso a portales de Internet pro anorexia o pro bulimia, obligar a los medios a introducir un sistema de s¨ªmbolos que permita saber el grado de manipulaci¨®n a que se ha sometido una fotograf¨ªa para mejorar la apariencia f¨ªsica de los famosos en las revistas para j¨®venes, limitar u obligar a justificar la emisi¨®n de v¨ªdeos musicales sexualmente provocativos antes del horario nocturno (que empieza a las nueve de la noche), o buscar un consenso con los comercios de ropa sobre qu¨¦ dise?os son adecuados de acuerdo con los grupos de edad.
Ahora, el Gobierno de conservadores y liberales dem¨®cratas ha puesto el debate en manos de Reg Bailey, director de Mother's Union, una organizaci¨®n cristiana de apoyo a las familias. Bailey subraya dos ideas que m¨¢s parecen premisas que conclusiones. Primero: aunque admite la necesidad de investigaciones adicionales para buscar pruebas sobre el da?o real que la comercializaci¨®n y la sexualizaci¨®n tienen en los ni?os y c¨®mo se produce ese da?o, considera que hay que actuar de inmediato porque "la falta de pruebas conclusivas sobre ese da?o a los ni?os no significa que ese da?o no exista". Y, segundo: esas medidas han de tener m¨¢s en cuenta la opini¨®n de los padres que la de la sociedad en su conjunto.
A partir de ah¨ª, Bailey ha propuesto un cat¨¢logo de medidas a implementar no solo por el Gobierno, sino por los reguladores y la industria, ya sea publicitaria, musical o las cadenas de ropa. Sugiere que el comercio se regule a s¨ª mismo y que, si no lo hace de forma efectiva, el Gobierno legisle para imponer restricciones a la venta de ropa infantil sexualizada. El Consorcio Brit¨¢nico de Comercios, que agrupa a todas las grandes cadenas comerciales, ha acatado el reto de inmediato y ha publicado ya un c¨®digo deontol¨®gico que aborda desde cuestiones comerciales a etiquetado (como mostrar tallas por edades m¨¢s que por medidas) y a las relacionadas con el dise?o, como la altura m¨¢xima de los tacones o el color de la ropa interior.
Bailey propone otras medidas, como tapar las portadas de las revistas er¨®ticas; reducir la cantidad de anuncios con contenido sexual en ¨¢reas de acceso habitual de ni?os, como se hace ya con la publicidad de alcohol; asegurarse de que se cumple la normativa que regula la difusi¨®n de contenidos er¨®ticos en televisi¨®n; introducir una escala de edades en los v¨ªdeos musicales como se hace con el cine; facilitar a los padres el control del acceso de los ni?os a Internet; definir como ni?os a todos los menores de 16 a?os a efectos de las regulaciones publicitarias; prohibir el empleo de ni?os en las campa?as comerciales peer to peer, o aumentar el papel de los padres a la hora de decidir la regulaci¨®n en Internet.
"La iniciativa del Reino Unido es muy interesante", afirma Rosario Ortega, catedr¨¢tica de Psicolog¨ªa de la Universidad de C¨®rdoba. "En Espa?a no hemos dado importancia al hecho de convertir a los ni?os en un objeto er¨®tico o un reclamo comercial. No somos conscientes de este problema, pero existe y es urgente tomar conciencia de ello", a?ade esta experta en las agresiones que sufren chiquillos y adolescentes.
La sexualizaci¨®n precoz afecta en mayor medida a las ni?as, coinciden los expertos consultados. "Claro que hay un problema, sobre todo en relaci¨®n con ellas", plantea la profesora de Psicolog¨ªa Evolutiva Amparo Moreno, de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM). "Tiene relaci¨®n con el papel de la mujer como objeto sexual y se ha ido adelantando la edad en que las menores se convierten en ello". Este trasunto se ve alentado por el desarrollo cada vez m¨¢s temprano de las ni?as y, tambi¨¦n, por la aceptaci¨®n social de ese papel de mujeres en peque?o. "Las ni?as se ven animadas a proporcionar im¨¢genes o comportamientos que no les corresponden por su edad", se?ala Moreno. Y en ello influyen no solo los medios de comunicaci¨®n, la publicidad o los contenidos por Internet, sino tambi¨¦n la educaci¨®n, que pasa por esos filtros como "las revistas para adolescentes o los programas de televisi¨®n que tambi¨¦n est¨¢n a su alcance".
"?Qu¨¦ hace una ni?a de ocho a?os vestida de adulta y cantando coplas de desgarro amoroso con poses y actitudes impropias, maquillada y recitando pasiones, celos y desenga?os amorosos en la televisi¨®n?", se pregunta Ortega. Detecta el problema de la sexualizaci¨®n precoz tanto en ese tipo de programas de ni?os artistas como en el incumplimiento de los requisitos del horario de protecci¨®n infantil en las televisiones, "que permiten que programas de contenido obsceno est¨¦n al alcance de los ni?os".
Como Moreno, la catedr¨¢tica de C¨®rdoba tambi¨¦n pone el dedo en la llaga de las revistas dirigidas a preadolescentes y a?ade los v¨ªdeos musicales y la desprotecci¨®n de ni?os y j¨®venes en los chats. La Red es el ¨¢mbito que m¨¢s preocupa al Defensor del Pueblo y del menor de CastillaLa Mancha, Jos¨¦ Manuel Mart¨ªnez Cenzano. "Solo he recibido quejas por Internet", afirma. De ah¨ª que haya promovido materiales did¨¢cticos para prevenir, por ejemplo, el mal uso de la imagen infantil.
Para algunos, el problema tambi¨¦n est¨¢ en las tiendas. "A las ni?as se las convierte en objetos sexuales con la ropa. Hay establecimientos que solo ofrecen minifaldas y camisetas ajustadas para cr¨ªas de ocho a?os", constata Jos¨¦ Ignacio Pichardo, profesor de Antropolog¨ªa de la Universidad Complutense. Ropa con evocaciones de Lolita para ni?as de poco m¨¢s de un metro.
"Antes de tener una educaci¨®n er¨®tica sentimental correcta, los ni?os est¨¢n viendo im¨¢genes o posturas er¨®ticas. No las pueden obviar. Eso les supone recibir una estimulaci¨®n permanente antes de que su maduraci¨®n psicobiol¨®gica les motive para el cortejo", reflexiona Ortega. "Hay que esperar a que los ni?os hagan su proceso er¨®tico al ritmo de su psicobiolog¨ªa, sin impulsarles con lo que ven o lo que se comercializa para ellos. Es preciso respetar los tiempos, y no hiperestimular su sexualidad, porque eso puede conducir a una confusi¨®n sobre las claves de la identidad", a?ade. ?Tiene consecuencias en el creciente adelanto de las pr¨¢cticas sexuales? "No puedo afirmar eso, ni que la precocidad se deba a est¨ªmulos sociales", responde la experta.
Lo que s¨ª tiene claro Ortega es que ha llegado el momento de "abrir un gran debate en Espa?a sobre la hipersexualizaci¨®n y manipulaci¨®n de los ni?os". Considera que deber¨ªan participar en ¨¦l desde las empresas hasta las instituciones y las asociaciones. En cambio, la Plataforma de Organizaciones de Infancia, que agrupa a m¨¢s de 40 entidades, asegura que no se puede trasponer a Espa?a la situaci¨®n y las medidas restrictivas del Reino Unido. Apuesta por articular medidas "desde una perspectiva m¨¢s integral y preventiva", basadas en dotar de habilidades a los peque?os frente a las dificultades que puedan encontrar en la sociedad actual, afirma su director, ?ngel Hern¨¢ndez Mart¨ªn.
"Por supuesto que hay que proteger a la infancia, pero sin negar la sexualidad infantil. Ignorar el gran descubrimiento de Freud ser¨ªa retroceder un siglo", concluye el catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa a Evolutiva de la UAM Josetxu Linaza.
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