Expolio
Seg¨²n el diccionario de la RAE, el expolio es el "bot¨ªn del vencedor" (2? acep.), que se queda con todos los despojos del vencido. Y tambi¨¦n puede ser una traducci¨®n posible del spoil system anglosaj¨®n (sistema de despojos), decimon¨®nica "pr¨¢ctica por la cual los partidos pol¨ªticos del gobierno distribuyen a sus miembros y simpatizantes cargos institucionales y posiciones de poder" (Wikipedia), tras arrebat¨¢rselos a sus rivales vencidos en las urnas. Es el lamentable espect¨¢culo que estamos viendo estos d¨ªas, cuando los nuevos equipos municipales y auton¨®micos del PP y de CiU (el caso vasco es rancho aparte) se disponen a repartirse los tristes despojos de los derrotados socialistas que abandonan en desbandada sus poltronas endeudadas.
PP y CiU se reparten los despojos de los socialistas que abandonan sus poltronas en desbandada
Un expolio particularmente humillante en Castilla y Le¨®n, experimento piloto de linchamiento simb¨®lico donde se acosa a los vencidos con acusaciones escandalosas para a?adir verg¨¹enza y oprobio a su expulsi¨®n, haciendo extensible tan ignominioso auto de fe a las dem¨¢s administraciones del partido en el poder para desacreditarlo todav¨ªa m¨¢s ante sus menguantes electores. Y, mientras tanto, las redes clientelares de los electos victoriosos se frotan las manos, prometi¨¦ndoselas muy felices al saber que se van a repartir un ingente bot¨ªn sin fondo en forma tanto de puestos y poltronas como de contratos y comisiones, seg¨²n el absuelto modelo G¨¹rtel. As¨ª regresamos al liberalismo del siglo XIX, en un eterno retorno del caciquismo territorial que vuelve por sus fueros a la vieja pol¨ªtica donde s¨®lo imperan los intereses locales acogidos al patrocinio de los notables que controlan consistorios, diputaciones, comunidades aut¨®nomas y cajas de ahorros.
No obstante, y m¨¢s all¨¢ del expolio de cargos y subvenciones, este masivo desembarco en la administraci¨®n territorial tambi¨¦n persigue otros objetivos simult¨¢neos, centrados en la pr¨®xima conquista del poder estatal que se pretende alcanzar por mayor¨ªa absoluta. Para ello se van a esgrimir todos los poderes locales y auton¨®micos que ya controla la derecha para estrechar el cerco al Gobierno de Zapatero, en una operaci¨®n de acoso y derribo que utilizar¨¢ como piezas estrat¨¦gicas el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera, la Federaci¨®n de Municipios y Provincias (FEMP) y la Conferencia de Presidentes auton¨®micos, instituciones ahora en manos del PP que van a utilizarse para condicionar, cuando no boicotear, la acci¨®n del Gobierno. En esta l¨ªnea parece prepararse una operaci¨®n de desobediencia institucional que buscar¨ªa incumplir los objetivos de d¨¦ficit marcados por la Vicepresidenta Salgado para Comunidades y Ayuntamientos con la excusa de que los agujeros fiscales recibidos en herencia de sus antecesores socialistas lo har¨ªa imposible, emulando as¨ª la iniciativa de la Generalitat que ya ha anunciado formalmente que incumplir¨¢ su techo de d¨¦ficit con lo que eso acarrea de descr¨¦dito para la solvencia externa de Espa?a.
Una maniobra de seguimiento emulador de la iniciativa catalana (caf¨¦ para todos hasta en el incumplimiento del objetivo de d¨¦ficit) que revela una curiosa convergencia estrat¨¦gica entre el PP y CiU. Pues para el caso de que Rajoy no obtuviera su esperada mayor¨ªa absoluta, parece estar prepar¨¢ndose una sorprendente alianza entre los intereses pol¨ªticos del PP y de CiU tanto en Catalu?a como en Espa?a. En Catalu?a para conformar mayor¨ªas estables tanto en el Parlament (donde se disponen a aprobar en com¨²n rebajas fiscales, reformas sanitarias y presupuestos) como en diputaciones y Ayuntamientos (destacando la pieza mayor de Barcelona). Y en Espa?a para bloquear las iniciativas legislativas que proponga el Gobierno (desde las reformas estructurales en curso hasta los Presupuestos de oto?o) y para amagar con el posible anuncio de una futura mayor¨ªa parlamentaria.
Entretanto la izquierda en el poder se va hundiendo cada d¨ªa m¨¢s, desautorizada y desobedecida por doquier y ahog¨¢ndose en el mar de su extrema debilidad. En estas condiciones, ?qu¨¦ sentido tiene prolongar una legislatura que cada vez resulta m¨¢s ag¨®nica? ?Cabe resistir as¨ª hasta marzo, con la ilusa esperanza de que ETA se rinda o se inicien indicios de reactivaci¨®n? Pero eso equivale a hacerle el juego a la derecha, que as¨ª se ahorra el trabajo sucio de unas medidas de ajuste contra la crisis cuyo coste electoral s¨®lo est¨¢ pagando hasta ahora el PSOE. Una crisis que adem¨¢s se est¨¢ pudriendo hasta convertirse en cr¨®nica, dado el fracaso de los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal. Por todo lo cual, al PP le conviene dejar que el tiempo pase hasta que la legislatura se agote y el PSOE culmine su ca¨ªda, a la espera de que la mayor¨ªa absoluta le caiga del cielo como fruta madura.
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