La tercera transici¨®n
El futuro de la actual Espa?a lo predise?¨® (sin permiso) alg¨²n pol¨ªtico (ahora llamado sabio) en el Tratado de la Uni¨®n de Maastricht, que consagraba la cohesi¨®n econ¨®mico-social de los diversos pa¨ªses y regiones comunitarios. Entonces se debat¨ªa sobre los Fondos de Cohesi¨®n y la Europa de las dos velocidades. Aquel pol¨ªtico design¨® que Espa?a iba a ser un pa¨ªs de servicios en la vertebraci¨®n europea. Consecuentemente, no apost¨® por la innovaci¨®n y la investigaci¨®n o la productividad.
El ladrillo fue y ha sido la ¨²nica vocaci¨®n real a la que se nos ha condenado en nuestro pa¨ªs, que ha dado pie a la gran especulaci¨®n de pelotazos y dinero f¨¢cil, es decir, nada que haya supuesto esfuerzo creativo ni m¨²sculo intelectual.
Nos sentimos estafados por todos los pol¨ªticos que representan esa segunda transici¨®n y por ello hoy, j¨®venes y no tan j¨®venes, tomamos y reclamamos en las calles la tercera transici¨®n ya. Esta casta pol¨ªtica actual debe saber que los casi cinco millones de parados y el empobrecimiento de los m¨¢s preparados, sobre todo en el sector p¨²blico, como maestros, cirujanos, abogados, catedr¨¢ticos o investigadores, son la expresi¨®n lamentable de una p¨¦sima y abusiva gesti¨®n. Pero esto lo vamos a cambiar.
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