El CCCB muestra c¨®mo 'ven' al ser humano las nuevas tecnolog¨ªas
G¨¦nero fundamental para el desarrollo de la historia del arte, el retrato ha evolucionado capeando modas y estilos tan en contradicci¨®n como la abstracci¨®n. Lo demuestra 0,16, una instalaci¨®n de luz de Aram Bartholl que difumina la fisonom¨ªa convirtiendo en p¨ªxeles la sombra del espectador, que ofrece su cuerpo al arte sin saber que las personas del otro lado de la pantalla lo ven. La pieza forma parte de Other mirrors, la exposici¨®n que estar¨¢ abierta en el CCCB hasta el domingo 19 -cuando concluya el S¨®nar-, formada en su mayor¨ªa por obras que requieren la presencia activa del p¨²blico.
Entre las obras m¨¢s sorprendentes est¨¢n Mirror piece, de Marnix de Nijs, que utiliza -y pone en entredicho- las t¨¦cnicas de reconocimiento facial con un sistema que escanea los rasgos y los relaciona con un archivo de criminales e individuos de dudosa reputaci¨®n. Las similitudes resultantes (quien esto firma fue relacionada con una performer rusa habitual de las misas negras y una can¨ªbal japonesa que se hab¨ªa comido al novio) deber¨ªan prevenirnos sobre el creciente empleo de las tecnolog¨ªas biom¨¦tricas en el espacio publico y en el ¨¢mbito de la seguridad ciudadana. En cambio, resulta decepcionante Photobooth, del colectivo espa?ol Ignore, un fotomat¨®n que somete a los usuarios a una emoci¨®n imprevista con el objetivo de modificar su expresi¨®n. La idea es buena, pero la sorpresa es floja y no consigue el efecto esperado. America's finest, de Lynn Hershman, convierte al verdugo en v¨ªctima, y los japoneses Daito Manabe & Motoi Ishibashi han creado un artefacto que reproduce el perfil de una persona con los disparos de una pistola de aire comprimido. "Es la primera vez que un arma entra en el S¨®nar", asegura uno de sus directores, Enric Palau.
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