Dedos me?iques
Narrativa. Si a un estilo de por s¨ª prolijo se a?aden constantes digresiones, y de ¨¦stas brotan m¨²ltiples ramificaciones, la prosa que resulta de esa frondosidad es m¨¢s bien enmara?ada. Filip Florian (Bucarest, 1968) posee un estilo de estas caracter¨ªsticas, sin duda apropiado a su prop¨®sito de mezclar cierto costumbrismo, teolog¨ªa extravagante (con apariciones marianas), puntillismo geol¨®gico, caricatura social, denuncia pol¨ªtica, confusi¨®n deliberada del narrador (en primera y omnisciente) y, sobre todo, una meticulosa delectaci¨®n en la cotidianidad y la leyenda de un pueblo de los C¨¢rpatos donde se ha hallado una fosa com¨²n, sospechosamente con huesos de asesinados del r¨¦gimen anterior, que es objeto de una investigaci¨®n oficial. No cabe dudar de la solvencia verbal de este autor rumano, pero acaso tanta prolijidad desenfoca el objetivo, y el lector se pierde entre los ¨¢rboles que le impiden ver el bosque. Lo cierto es que Dedos me?iques parece no tener centro de gravedad, sino que es una novela de fluctuaciones. Dicho a su favor, recela de la convenci¨®n; pero tambi¨¦n tiende demasiado a ensimismarse, y esa carencia de sustento argumental, convertido en pretexto para la exhibici¨®n estil¨ªstica con ausencia de direcci¨®n, m¨¢s que desconcertar produce la impresi¨®n de no salir nunca de una nebulosa. Es probable que esta mara?a sea fruto de la condensaci¨®n a que es permeable una primera novela, donde el autor precipita m¨¢s cosas de las que le corresponde. Pese a todo, o incluso con estos inconvenientes, Dedos me?iques es una obra que posee la inquietante cualidad de expresar el espacio pol¨ªtico y mental, un tanto delirante, posterior a Ceausescu, con los estigmas de aquel periodo de ignominia a¨²n latentes en el comportamiento de sus gentes. A los huesos inventariados por los magistrados militares les faltan los dedos me?iques. Y esa anomal¨ªa anat¨®mica, a primera vista un enigma, no es sino la constataci¨®n de que un pu?o no siempre se cerraba con la obediencia debida.
Dedos me?iques
Filip Florian
Traducci¨®n de J. Llin¨¢s
Acantilado. Barcelona, 2011
232 p¨¢ginas. 19 euros
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.