Duelo en el hiperespacio

La gran rivalidad del atletismo en realidad no existe.

No, por lo menos, en las pistas. S¨ª, en la distancia; tambi¨¦n en el hiperespacio, lo que genera m¨¢s frustraci¨®n que satisfacci¨®n.

Desde que Bolt es Bolt, es decir, desde que bati¨® por primera vez el r¨¦cord mundial de los 100 metros, el 31 de mayo de 2008, solo se ha enfrentado tres veces al segundo hombre m¨¢s r¨¢pido, Tyson Gay. Una por a?o (en 2011 a¨²n no se ha producido el evento, habr¨¢ que esperar, si no se lesiona ninguno, al 28 de agosto, al Mundial de Daegu) y nada m¨¢s: dos victorias para el fen¨®meno jamaicano, de 24 a?os; una para el espartano estadounidense, cuatro a?os mayor.

Este fin de semana el duelo continuar¨¢ a distancia si Usain Bolt decide finalmente participar en los trials de su pa¨ªs para el Mundial. Lo har¨ªa fuera de concurso, pues como campe¨®n saliente est¨¢ clasificado de oficio, mientras que Gay s¨ª que debe ganarse una plaza en las pruebas estadounidenses. Pese a que Gay, que ha llegado a correr en 9,79s (Bolt no ha bajado de 9,91s), domina el enfrentamiento a distancia en lo que va de temporada, a¨²n no ha podido liberarse de la semilla de la ponzo?a que plant¨® en ¨¦l Bolt el d¨ªa que le derrot¨® en Nueva York en 2008. Aquel d¨ªa, ¨¦l, que se ve¨ªa el n¨²mero uno de cara a los Juegos de Pek¨ªn, comprendi¨® que su carrera cambiar¨ªa para siempre (y no para bien) por culpa de Bolt. Decidi¨® entonces que para ganar al jamaicano deber¨ªa correr por debajo de 9,7 (y ha llegado a 9,69s, pero Bolt ya est¨¢ en 9,58s), decidi¨® que dedicar¨ªa su vida a prepararse para ganarlo. Se fue a Clermont (Florida), un agujero que parece un horno donde se entrena, duerme, le da a la PlayStation y al twitter, y come en restaurantes de comida r¨¢pida alitas de pollo, pizzas y s¨¢ndwich de queso. "Y no para de pensar en Bolt", dice su entrenador, Lance Brauman. Y no para de hablar de Bolt, comprueban todos los lectores de prensa y piensa tambi¨¦n el mismo Bolt. Y lo escribe en el hiperespacio. En su twitter, para que se entere todo el mundo, con la desfachatez del joven que puede hasta re¨ªrse de s¨ª mismo (y por tanto puede provocar a los dem¨¢s) y con cierta crueldad (acrecentada al no citarlo expresamente). "Creo que alg¨²n atleta necesita echarse una chica para dejar de pensar en m¨ª ya, porque yo pienso en la pista, en la vida y, por supuesto, en las chicas".

No ten¨ªa por qu¨¦ restregarlo, claro. Como todo el mundo sabe, si Gay podr¨ªa pasar por un monje (y tambi¨¦n es religioso extremadamente), Bolt podr¨ªa ganar el t¨ªtulo de rey de las discotecas jamaicanas.