Los pucheros de la alcaldesa
Durante a?os he estado pasando junto al domicilio de Rita Barber¨¢. En nuestra familia somos andarines y, por eso, en d¨ªas feriados nos gusta caminar hasta el centro para despu¨¦s regresar. Quien mueve las piernas mueve el coraz¨®n... No gastamos combustible, evitamos contaminaci¨®n ac¨²stica y consumimos menos. No es lo mismo hacer shopping cuando llegas descansado. Adem¨¢s, hemos de conservar energ¨ªas para la vuelta. Hay mucha gente que hace as¨ª: sale del hogar y pasea por una ciudad llana de la que solo sobran autom¨®viles y ruidos provocados por martillos neum¨¢ticos y excavadoras.
El domicilio de Rita Barber¨¢ est¨¢ frente a la Glorieta. Lo sabemos por intuici¨®n. Llevamos a?os y a?os pasando por all¨ª: bien pronto adviertes que hay un agente custodiando la casa. Quien reside en dicho inmueble solo puede ser un pol¨ªtico de campanillas. Rita Barber¨¢, nos dec¨ªamos. ?Y por qu¨¦? Sospech¨¢bamos que en esa casa viv¨ªa Barber¨¢ porque desde hace d¨¦cadas hay apostada all¨ª una guardia. ?Qui¨¦n puede llevar tanto tiempo al frente de un cargo?
La hemos visto inaugurando, haciendo declaraciones, jaleando a las masas. Son tareas muy sedentarias, tareas que te anclan en un sitio para despu¨¦s abandonarlo en coche oficial. A Barber¨¢ no la hemos sorprendido saliendo en ch¨¢ndal de su casa o descendiendo del veh¨ªculo. No la hemos visto mirar sus calles o lamentar sus derribos.
Y ahora se manifiestan delante de su domicilio... La gente tiene derecho a expresar su descontento y es normal que el volumen de sus gritos o abucheos aumente si localizan su casa. Dado el malestar que la crisis provoca, muchos identifican a los pol¨ªticos como los causantes de sus estrecheces. No es necesariamente as¨ª y declararles la hostilidad no nos lleva a nada bueno: los representantes p¨²blicos son empleados nuestros. Solo les pedimos algunas cosas sencillas: que se bajen de vez en cuando del coche oficial; que paseen entre los ciudadanos. Eso ya lo hace Rita, me dir¨¢ un ac¨¦rrimo de la alcaldesa. No: lo que Barber¨¢ hace es acudir con autom¨®vil y ch¨®fer al mercado, a las fallas. ?Para qu¨¦? Para incitar, para alentar a las masas: va para hacer victimismo y para acusar a un enemigo externo que nos estar¨ªa hostigando.
Yo no acudo a actos masivos ni suelo gritar. Soy persona t¨ªmida y me guardo de expresiones ostentosas. Pero qu¨¦ quieren: en los ¨²ltimos abucheos que se le han dedicado a Rita Barber¨¢ he visto cumplirse una justicia po¨¦tica. Es mucho tiempo cocinando el victimismo, excitando las bajas pasiones y enconando. Pues toma ahora dos tazas: esto es lo que se siente cuando te acosan.
Y ahora sanseacab¨®. Pongan pies en polvorosa, que la alcaldesa se indigna. Yo tambi¨¦n: estoy harto de sus pucheros.
http://justoserna.wordpress.com
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