?Que vienen los rusos!
Preg¨²ntenle a un joven escritor espa?ol por un autor de referencia: dir¨¢ un norteamericano. Preg¨²ntenle a uno norteamericano: dir¨¢ un sudamericano. Pero preg¨²ntenle a uno ruso: dir¨¢ otro ruso, y muy probablemente un ruso del siglo pasado. Nabokov, Ch¨¦jov y lo que llaman a modo de broma interna Tolstoievski (acr¨®nimo de Tolst¨®i y Dostoievski). La ¨²ltima promoci¨®n de la literatura rusa no se averg¨¹enza de remontarse a su propia tradici¨®n (que no es poca) al dar la cara por sus lecturas y defender su visi¨®n de la novela, que algunos podr¨ªan tachar de adusta. Parad¨®jicamente, eso hace a esta nueva hornada de narradores particularmente ex¨®tica para la cr¨ªtica internacional, que empieza a verlos como la nueva flota de la literatura rusa en estado puro.
"Cada noche me re¨²no con amigos a beber vodka y discutir sobre Putin y Medv¨¦dev"
La culpa de este subid¨®n de expectativas la tiene en gran medida el Premio Debut, un fil¨¢ntropo certamen literario ruso para escritores menores de 25 a?os fundado en 2000 con fondos del multimillonario Andrei Skoch y apoyado por escritores como Dmitri Lipskerov. El premio, del que ahora se publica en Espa?a la antolog¨ªa El segundo c¨ªrculo (La Otra Orilla), ha funcionado como im¨¢n para j¨®venes talentos desperdigados por el pa¨ªs m¨¢s extenso del mundo que reclamaba atenci¨®n de la capital desde los Urales hasta el C¨¢ucaso. Frente a los 500 manuscritos que puede recibir un premio para escritores consagrados como el Booker, el Debut recibe anualmente m¨¢s de 50.000 textos.
"La previa a estos escritores era una generaci¨®n casi vac¨ªa, perteneciente a un momento en el que la literatura se ignor¨®. Pr¨¢cticamente no existen escritores conocidos que tengan entre 30 y 35 a?os. La generaci¨®n precedente a estos j¨®venes escritores tiene ahora 40 a?os. Por eso son una extraordinaria novedad", dice Yulia Dobrovolskaya, agente literaria especializada en literatura rusa y encargada de la antolog¨ªa en espa?ol.
Si la generaci¨®n coet¨¢nea a la ca¨ªda de la URSS invirti¨® los a?os noventa en escribir las p¨¢ginas m¨¢s negras del r¨¦gimen, convencida de que no solo hab¨ªa que matar al padre, sino descuartizarlo, y la d¨¦cada de los 2000 fue el momento de mirar lo bolchevique con corrosivo cinismo hipster, esta nueva generaci¨®n es la primera en atender directamente a la Rusia contempor¨¢nea y convertirla en su tema preferido. "Me interesa mucho nuestra situaci¨®n como pa¨ªs frente a Europa. Cada noche, mis amigos y yo nos reunimos en la cocina para beber vodka y discutir sobre el papel de Putin y Medv¨¦dev o del futuro. Aunque pocas veces llegamos a una conclusi¨®n", dice ?gor Sav¨¦liev, de 28 a?os, finalista del Premio Debut en 2004. "Yo dir¨ªa m¨¢s: la realidad actual es, quiz¨¢, lo ¨²nico que me interesa en la literatura. De hecho, no veo mucha diferencia entre el peri¨®dico de hoy y el libro. Hacen lo mismo: describen la realidad en toda su diversidad", a?ade V¨ªctor Puchkov, de 26 a?os, ganador del premio en 2006.
"Hay una especie de constante en la literatura rusa desde antes de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y es que es una literatura cr¨ªtica con su realidad. Estos autores recogen esta postura y por eso se llevan tan bien con el realismo. Pero no intentan trasladar ning¨²n mensaje; sencillamente describen su entorno. Es una literatura centrada en su propio ombligo", explica Ricardo San Vicente, traductor y profesor de literatura rusa en la Universidad de Barcelona.
Casi por principios, las fronteras de sus narraciones son las de su propio pa¨ªs, aunque coqueteen t¨ªmidamente con autores anglosajones como John Fowles o Terry Pratchett. "Lo exterior les interesa como instrumento. Piensan: 'Vamos a ver c¨®mo se escribe fuera para hablar de lo que pasa dentro", argumenta San Vicente. Sus relatos son la antiglobalizaci¨®n materializada en escenarios como ciudades dormitorio, descampados o f¨¢bricas metal¨²rgicas como la del relato Alta presi¨®n, de Aleks¨¦i Luki¨¢nov, herrero de formaci¨®n y uno de los veteranos de esta oleada, al que alg¨²n cr¨ªtico ha comparado con Italo Calvino.
Es la generaci¨®n en la que el stablishment literario ruso tiene puestas sus esperanzas, la que consideran la primera generaci¨®n aut¨¦nticamente liberada de la era sovi¨¦tica, dado que la tratan sin remilgos. Mientras algunos de sus integrantes la ignoran, otros se deleitan recre¨¢ndola: "No importa lo que digan, ni c¨®mo fue", afirma Olga On¨®iko, ganadora del Debut, de 26 a?os, "la Uni¨®n Sovi¨¦tica se aparece en mi mente como un pa¨ªs grande y hermoso, un pa¨ªs soleado y festivo, el pa¨ªs de ensue?o de mi infancia con un claro cielo azul y banderas rojas ondeando".
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