Objetivo, desmontar las pol¨ªticas sociales
En diferentes medios hemos visto c¨®mo Sarkozy, Angela Merkel, Dur?o Barroso y otros l¨ªderes conservadores re¨ªan animadamente ante el pat¨¦tico semblante de Papandreu agobiado por sus problemas dom¨¦sticos, seguido de un Rodr¨ªguez Zapatero que muestra su sorpresa con un gesto adusto que denota reproche e indignaci¨®n.
Pero para indignaci¨®n la del que suscribe, me explico. Vamos para tres a?os desde el comienzo de esta crisis y desde el primer instante no le hemos o¨ªdo a nuestro ¨ªnclito jefe de la oposici¨®n m¨¢s que peticiones de elecciones anticipadas y soflamas derrotistas contra nuestra econom¨ªa, la ¨²ltima en la sesi¨®n de control de esta semana, soflamas que nos est¨¢n costando un pico en esa trampa llamada deuda p¨²blica. Pues bien, ahora la l¨ªder conservadora y pr¨®cer dirigente del pa¨ªs m¨¢s rico de Europa se ha dirigido a sus correligionarios griegos para que arrimen el hombro, petici¨®n que probablemente se deba m¨¢s a la alta exposici¨®n alemana a la deuda helena que a su afinidad con Papandreu.
Si hacemos una revisi¨®n meticulosa de la historia m¨¢s reciente, centrando el foco solo en los pa¨ªses con Gobiernos socialdem¨®cratas, l¨¦ase el de Portugal de hace unos meses y el espa?ol, podemos asegurar que Angela Merkel no hizo lo propio con Passos Coelho, jefe de la oposici¨®n conservadora entonces y ahora al frente del Gobierno portugu¨¦s, dejando a los pies de los caballos a Jos¨¦ S¨®crates, anterior primer ministro y socialista para m¨¢s se?as, y por supuesto tampoco le ha dado ning¨²n recado a su homologo conservador espa?ol, Mariano Rajoy, para que ayude a pasar el trago.
Sin caer en histerias conspirativas, podemos decir que los objetivos de esta crisis se est¨¢n cumpliendo: a corto plazo estamos viendo c¨®mo caen las pol¨ªticas sociales y a medio caer¨¢n los partidos que las sustentan, normalmente socialistas o socialdem¨®cratas. Lo que empez¨® como un problema financiero se est¨¢ tornando descaradamente en ideol¨®gico y para algunos en la culminaci¨®n de su particular vendetta.-
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