El ¨²ltimo arquitecto
El templo, de cinco siglos, reabre sus puertas tras un a?o de reforma

El primer arquitecto de Los Jer¨®nimos llevar¨ªa calzones y jub¨®n. El ¨²ltimo va en vaqueros y camiseta. Desde que Enrique Egas -a quien se atribuye la traza de esta iglesia- dibuj¨® la planta, hasta que Francisco Jurado -que acaba de restaurarla- coloc¨® el nuevo suelo radiante, han pasado por aqu¨ª un ej¨¦rcito de arquitectos y m¨¢s de 500 a?os.
Los Jer¨®nimos empez¨® como monasterio en 1505 y fue el embri¨®n del desaparecido Palacio del Buen Retiro al que sirvi¨® como capilla. Ampliada con distintos claustros y aposentos, demolida por partes, reconstruida, expoliada en la guerra de Independencia, desamortizada, adornada y restaurada generaci¨®n tras generaci¨®n, la iglesia volvi¨® a abrir sus puertas el pasado 17 de junio tras un a?o cerrada por obras. Junto a la portada a¨²n est¨¢ el barrac¨®n de chapa que ha alojado provisionalmente las misas. "A m¨ª no me disgustaba", dice el p¨¢rroco, "ten¨ªa a los feligreses m¨¢s cerquita".
Francisco Jurado reivindica el verbo "conservar" frente a "intervenir"
Don Juli¨¢n es el tercer cura con el que trata Francisco Jurado ("con los p¨¢rrocos se tiene una relaci¨®n amor-odio; ellos consideran esto su casa y t¨², tu obra"). La historia del arquitecto con esta iglesia se remonta a 1985, cuando se encontr¨® "con un l¨ªo importante": la portada estaba apeada, la cubierta, hecha polvo. Desde que las arregl¨® es el conservador del edificio. Ha llevado a cabo cinco obras en las que han intervenido el Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid, el Arzobispado y, m¨¢s recientemente, el Museo del Prado, cuando el claustro pas¨® a formar parte del museo gracias a un convenio que financi¨® la restauraci¨®n de la iglesia. De ese pacto sali¨® el "cubo de Moneo". Francisco Jurado vot¨® el proyecto de Rafael Moneo en el concurso de la ampliaci¨®n del Prado "porque era el mejor". Niega la "falsa pol¨¦mica" que habl¨® de un enfrentamiento entre ambos, aunque s¨ª admite cierto ensombrecimiento de su trabajo paralelo en la iglesia.
El medi¨¢tico cubo ayud¨® a financiar otro tipo de obra, mucho m¨¢s discreta. "La conservaci¨®n pasa desapercibida, pero lo tienes que asumir", dice Jurado. "Te exige una dosis de humildad; cuando un edificio lleva en pie 300 a?os lo primero que tienes que plantearte es que es una maravilla solo por ello". Jurado reivindica el verbo "conservar" frente a "intervenir", "que suena a que eres la Paulova".
En 25 a?os ha consolidado la estructura de la iglesia, limpiado y ventilado las criptas, sacado el color original de la b¨®veda, cambiado el sistema de calefacci¨®n... Tambi¨¦n construy¨® un edificio de nueva planta para residencia de los religiosos y restaur¨® las fachadas, no sin pol¨¦mica. "Yo quer¨ªa recuperar el aspecto de m¨¢ximo esplendor del edificio", dice Jurado refiri¨¦ndose al siglo XIX, cuando fue revocado y adornado con dos torres, crester¨ªas, pin¨¢culos y chapiteles neog¨®ticos. Sin embargo, Patrimonio quer¨ªa devolverle la piel de ladrillo y mamposter¨ªa original. Al final, la Academia de Bellas Artes arbitr¨® tirando por la v¨ªa de en medio. Hay revoco y ladrillo, mamposter¨ªa pelada y filigranas neog¨®ticas. "Qued¨® mejor de lo que esperaba", dice Jurado, "pero es algo raro, como un cuerpo desnudo y enjoyado".
Antes de despedirse, Jurado invita a visitar "lo que nunca se ve de los edificios". "Un lugar m¨¢gico": la bajocubierta. El espacio entre las b¨®vedas y el tejado al que se accede por una maltrecha escalera del XIX, atravesando agujeros y cruzando tablones hasta uno de esos espacios arquitect¨®nicos que sin lujos ni grandeza sorprenden por la simpleza del "?C¨®mo demonios lo hicieron?". Sobre los torpes mont¨ªculos que son las b¨®vedas vistas desde arriba hay un mecano de vigas que sujetan la cubierta de la iglesia. La madera se hab¨ªa podrido y Jurado cre¨® nuevas cabezas met¨¢licas que consiguen que el asunto no se desmorone. "Esto es tan patrimonio arquitect¨®nico como todo lo dem¨¢s", dice medio a oscuras en un lugar que nadie ve nunca.


Los Jer¨®nimos
- Autores: Enrique Eg¨¢s y otros.
- Construcci¨®n: 1503 - 1505, ampliada y reformada desde entonces en una docena de ocasiones.
- Ubicaci¨®n: Moreto, 4 (Banco de Espa?a).
- Estilo: G¨®tico tard¨ªo y neog¨®tico.
- Funci¨®n original: iglesia del monasterio.
- Funci¨®n acutal: iglesia parroquial. Su claustro, la ampliaci¨®n del Prado
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