Atrapados por la historia

Hubo un tiempo en que la Margen Izquierda de la R¨ªa era el motor de la econom¨ªa vasca. Las f¨¢bricas produc¨ªan a un ritmo vertiginoso y en la comarca trabajaban miles de personas. Todo eso acab¨®. La reconversi¨®n industrial de los a?os ochenta y los noventa oblig¨® a cerrar muchas empresas, hasta que la antes boyante zona se sumi¨® en el paro. La falta de adaptaci¨®n a las nuevas demandas del mercado, un obstinado deseo de mantener a toda costa un modelo industrial y productivo decayente y quiz¨¢ la falta de inversi¨®n p¨²blica penalizaron a la Margen Izquierda, sobre la que hoy se ceba de nuevo la crisis.

La Naval, Babcock y ABB suponen los estertores m¨¢s recientes de un problema que tiene su m¨¢ximo reflejo en un desempleo del 19%, el m¨¢s alto de las comarcas de Euskadi. Sestao, Santurtzi y Portugalete son los tres municipios vascos con m¨¢s paro porcentual. Sestao se lleva la palma, con una tasa del 21,56% en el ¨²ltimo trimestre del pasado a?o. Unas 12.000 personas han abandonado en los ¨²ltimos 30 a?os este municipio vizca¨ªno. En Barakaldo, la ciudad m¨¢s poblada de la Margen Izquierda, el paro roza el 17%.

Sestao, Santurtzi y Portugalete son los tres municipios vascos con m¨¢s paro

Empresas que tuvieron 5.000 trabajadores ahora no llegan a 400

Zubero: "Es un fracaso no haber hallado un sustituto a la industria m¨¢s tradicional"

Gurrutxaga: "Han faltado l¨ªderes locales capaces de olvidar la melancol¨ªa"

La empresa de tecnolog¨ªas electrot¨¦cnicas ABB, que ahora se enfrenta a un Expediente de Regulaci¨®n de Empleo (ERE) de extinci¨®n que podr¨ªa afectar a 160 de sus cerca de 300 empleados, lleg¨® a sumar en los ochenta m¨¢s de 5.000 trabajadores. Los casos de La Naval y Babcock resultan muy similares. Ambas firmas tuvieron tambi¨¦n hace a?os plantillas con m¨¢s de 5.000 personas. La Naval funciona ahora con 360 trabajadores y la firma de bienes de equipo se enfrenta a la desaparici¨®n.

En los ¨²ltimos tres a?os, una larga lista de empresas instaladas en la zona han dicho adi¨®s, dejando en paro a miles de trabajadores: Troquevi, ITPM, Caydetel, Elecqui, Lehoiko Bihotz, Burdilan y, previsiblemente, Portumetal no han podido soportar el embate de la crisis.

No corren buenos tiempos para la Margen Izquierda, pero ?c¨®mo se ha llegado a esta situaci¨®n? Ander Gurrutxaga, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la UPV, sostiene que se ha tratado de "dulcificar" la p¨¦rdida de la industria. Se ha recurrido a m¨¦todos como las jubilaciones anticipadas para que las empresas no desaparezcan, tratando de mantener las constantes vitales de un modelo que ya no funcionaba. "Mientras se trabaja sobre las consecuencias de la crisis, no hay en paralelo un proyecto de futuro que responda a la pregunta: ?despu¨¦s de esto, qu¨¦?", se cuestiona Gurrutxaga.

"Es un fracaso como pa¨ªs que no hayamos encontrado un sustituto a esa energ¨ªa tractora de la industria m¨¢s tradicional", apunta el soci¨®logo y senador del PSE por Vizcaya Imanol Zubero. Este tipo de industria, adem¨¢s, se ha visto afectado por la competencia de los pa¨ªses emergentes. El director del Museo Minero de Gallarta, Carmelo Uriarte, resalta: "No nos hemos puesto al d¨ªa. Lo hab¨ªamos encontrado todo hecho y ahora nos topamos con la competencia de pa¨ªses que trabajan en el mismo sector que ABB, La Naval o Babcock y lo hacen m¨¢s barato".

La actual crisis ha golpeado a la comarca, pero quiz¨¢ solo le haya asestado el ¨²ltimo gancho. Tras la reconversi¨®n de los ochenta, parec¨ªa que las empresas supervivientes hab¨ªan esquivado los problemas. No ha sido as¨ª. "Las empresas que pasaron la primera criba siguen afectadas por ese fr¨¢gil modelo. Adem¨¢s, ahora se a?ade la variable de la globalizaci¨®n", subraya Zubero. "Las econom¨ªas emergentes se convierten en competidoras en sectores en los que la industria vasca fue puntera", agrega. "No nos hemos dedicado a reconstruir un modelo socioindustrial distinto", abunda Gurrutxaga.

Antonio R¨ªos, secretario general de la Federaci¨®n del Metal de UGT-Euskadi y trabajador de Arcelor, reprocha a los sucesivos Gobiernos no haber tenido en cuenta a la Margen Izquierda al distribuir las inversiones. R¨ªos considera que, por su densidad de poblaci¨®n y su superficie, la comarca deber¨ªa ser receptora de los fondos de distintos planes. "?Por qu¨¦ no han elegido esta zona tan degradada para canalizar las inversiones?, se pregunta.

Gurrutxaga mantiene que la comarca sigue a la espera de un proyecto empresarial potente. El catedr¨¢tico recuerda que una de las ¨²nicas iniciativas ha sido crear un "gran parque de servicios" en Barakaldo, con el BEC y la implantaci¨®n de empresas del tercer sector. Estos proyectos jam¨¢s podr¨¢n sustituir a la tradicional estructura industrial de la zona, puesto que generan trabajos con una l¨®gica laboral completamente distinta, incide.

El soci¨®logo expone sus argumentos con un ejemplo: "En la feria de la m¨¢quina-herramienta del BEC puedes contar con los dedos de la mano las empresas propias de la Margen Izquierda. En el BEC puedes exhibirte, pero ?qu¨¦ mostramos? El problema no es el fracaso de intentos que pod¨ªan tener ¨¦xito. Es que ni se han intentado".

Sin duda, la Margen Izquierda se halla perdida en un enrevesado laberinto. Zubero opina que, a corto plazo, se deben poner en marcha sistemas de protecci¨®n social y, a la vez, buscar otras opciones para generar empleo. A largo plazo, el senador socialista sostiene que este lugar de Vizcaya deber¨ªa sustituir los "viejos s¨ªmbolos" para adquirir otra identidad productiva. As¨ª, pone como ejemplo Zorrozaurre, la futura zona de expansi¨®n de Bilbao. "Ser¨¢ imposible crear el mismo modelo de trabajo que en Altos Hornos. Hay que ir a microiniciativas de alcance medio. Pienso en necesidades sociales que no cubre el mercado o en posibilidades de emprendizaje innovador", destaca.

Quiz¨¢, como asegura Gurrutxaga, la Margen Izquierda se encuentre demasiado condicionada por su pasado. "El problema es que vivimos atrapados por la historia. Parece que cuando hablamos de la Margen Izquierda tenemos que recurrir a la ¨¦pica", resalta. "Somos un territorio que no ha sido capaz de crear modelos distintos a los del siglo XX. Han faltado l¨ªderes locales capaces de proponer y olvidarse de la melancol¨ªa", concluye Gurrutxaga. Y ello se ha traducido en paro.

Las manifestaciones de los trabajadores afectados por los expedientes de regulaci¨®n han ido en aumento en los ¨²ltimos tiempos y parece que la Margen Izquierda no logra renacer. No al menos sin cambiar de modelo econ¨®mico.