El River Plate se derrumba
Tambi¨¦n a los grandes colosos les llega la hora de la ca¨ªda. Y cuando caen, el golpe es estrepitoso. Es lo que ha ocurrido con el River Plate, el club que m¨¢s ligas de f¨²tbol ha ganado en Argentina. Y en ese pa¨ªs el f¨²tbol es, para una inmensa mayor¨ªa, probablemente lo m¨¢s importante de todo. Los que han estado en un partido importante en el Monumental, el estadio del River, o en la Bombonera, el del Boca Juniors, su eterno rival, seguro que ya han tachado el probablemente. El domingo, en su propio campo, y ante el modesto Belgrano de C¨®rdoba, que qued¨® cuarto en Segunda y que se jugaba el ascenso, el River solo pudo empatar 1-1. Como hab¨ªa perdido 2-0 en el partido de ida, el club de los millonarios se va, pues, directo al infierno: desciende de categor¨ªa por primera vez en sus 110 a?os de historia.
Algunos hinchas del River Plate ya se lanzaron al campo en el partido de ida para agredir a los jugadores y sacudirse de encima la frustraci¨®n. La cosa result¨® tan fea que el Gobierno baraj¨® la posibilidad de que el encuentro de vuelta se celebrara sin p¨²blico.
Al final, sin embargo, prefiri¨® confiar en la capacidad de disuasi¨®n de 2.200 polic¨ªas. Craso error. Cuando caen los titanes, el desbarajuste es may¨²sculo: los hinchas (con Los Borrachos del Tabl¨®n, la barra brava, a la vanguardia) destrozaron los asientos del estadio, los cristales y las puertas de la sede del club, quemaron coches y algunos camiones de las televisiones que cubr¨ªan el evento, rompieron escaparates... arramblaron con todo y procuraron llegar al vestuario para ocuparse de los responsables directos de la tragedia, los futbolistas. Hubo suerte, y nunca alcanzaron su meta.
Llantos y vandalismo. Todav¨ªa quedaban ayer 37 personas detenidas y el balance se?alaba 89 heridos, entre ellos un polic¨ªa en estado grave. La gesti¨®n del River ha sido nefasta: no ha hecho nada de relieve en las tres ¨²ltimas temporadas y
es el m¨¢s endeudado de Argentina. Su entrenador hizo a lo largo de la temporada un juego r¨¢cano, mezquino, sin riesgo ni finura. Luego quiso atacar en el ¨²ltimo momento. Se pit¨® un penalti a favor del River que pod¨ªa haber cambiado las cosas. Pero el drama ten¨ªa que tener proporciones oper¨ªsticas. As¨ª que Pavone tir¨®, y Olave par¨® el disparo.
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