Herman Brady, ejecutor de los designios de Pinochet
Qued¨® al mando de Santiago de Chile en el golpe de Estado
A mediados de mayo mor¨ªa a los 90 a?os el general retirado Herman Brady Roche, que fue n¨²mero dos del exdictador Augusto Pinochet en el Ej¨¦rcito, ministro de Defensa y, tras dejar el servicio activo, qued¨® al frente de la Comisi¨®n Nacional de Energ¨ªa durante la dictadura (1973-1990). Hab¨ªa sido condenado en ausencia en Francia a 30 a?os de prisi¨®n por la desaparici¨®n en Chile de cuatro personas de origen franc¨¦s, era buscado por el juez espa?ol Baltasar Garz¨®n por el crimen del exdiplom¨¢tico espa?ol Carmelo Soria y estaba procesado en Chile por el secuestro de colaboradores del expresidente socialista Salvador Allende.
Mientras estuvo en servicio activo, Brady fue un hombre de estrecha confianza de Pinochet, al punto de que era la ¨²nica persona del Ej¨¦rcito que le tuteaba.
Su voz decid¨ªa el destino de los detenidos durante la asonada militar
El martes 11 de septiembre de 1973, el d¨ªa del golpe militar que derroc¨® a Allende, Brady era jefe de la segunda divisi¨®n de las Fuerzas Armadas y de la estrat¨¦gica guarnici¨®n de Santiago. En esa condici¨®n, fue juez militar de la capital y con la declaraci¨®n del estado de sitio y de guerra interna qued¨® como jefe de la zona en estado de emergencia durante los primeros a?os despu¨¦s del golpe. Fueron sus d¨ªas de m¨¢ximo poder. Solo Pinochet estaba sobre ¨¦l. Los testigos afirman que su voz era decisiva en la suerte de los prisioneros.
Su notoriedad durante los d¨ªas del golpe le pas¨® factura. Brady fue procesado en Chile por la desaparici¨®n de 12 colaboradores de Allende, que fueron apresados despu¨¦s del ataque contra el palacio de la Moneda, sede del Gobierno chileno. Durante a?os se ignor¨® el destino final de estos prisioneros, que seg¨²n indagaciones posteriores fueron trasladados al regimiento Tacna, torturados y asesinados en el campo militar de Peldehue, en las cercan¨ªas de la capital. A?os despu¨¦s sus restos fueron exhumados y arrojados al mar por orden de Pinochet, para borrar las huellas de la represi¨®n.
La justicia comenz¨® a cercarlo en 2001, cuando Garz¨®n orden¨® la captura internacional de Brady en el curso del procedimiento que segu¨ªa por el homicidio del exfuncionario espa?ol de Naciones Unidas Carmelo Soria, ejecutado por agentes de Pinochet en 1976.
Soria fue secuestrado por agentes de la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional y trasladado al domicilio de uno de ellos. All¨ª muri¨® a consecuencia de las torturas a las que fue sometido. Dada su condici¨®n de funcionario de la ONU, los agentes intentaron realizar un montaje para encubrir el crimen, simulando que se hab¨ªa desbarrancado en su autom¨®vil. Aunque a la llegada de la democracia la justicia logr¨® aclarar el asesinato, a sus responsables se les aplic¨® la ley de autoamnist¨ªa de la dictadura.
En 2005, Brady fue procesado por el secuestro calificado de los detenidos en La Moneda, cargo que neg¨®. Su defensa se?al¨® que el general no ten¨ªa mando de tropas en esa fecha. Pero lo inculp¨® el comandante del regimiento Tacna Joaqu¨ªn Ram¨ªrez, quien sostuvo ante la justicia que consult¨® a Brady -entonces m¨¢ximo jefe militar de la capital- qu¨¦ deb¨ªa hacer con los prisioneros. La justicia crey¨® la versi¨®n de Ram¨ªrez.
En noviembre del a?o pasado, la defensa de Brady quiso lograr el sobreseimiento de la causa contra su cliente porque se encontraba en estado de demencia, pero la Corte de Apelaciones de Santiago lo rechaz¨® por unanimidad.
En 1975, al morir en un accidente de helic¨®ptero el ministro de Defensa ?scar Bonilla, un general que comenzaba a hacer sombra a Pinochet, este nombr¨® a Brady en su reemplazo, cargo en el que permaneci¨® entre 1975 y 1978. Posteriormente, ya en retiro, Pinochet design¨® a Brady como presidente de la Comisi¨®n Nacional de Energ¨ªa, cargo que tuvo desde 1981 y hasta 1990.
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