Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa, un gallego 2.0

Esta es la incre¨ªble y brillante historia de un chico de provincias que en 2002 arranc¨® una start up con 500.000 pesetas y que apenas una d¨¦cada despu¨¦s factura m¨¢s de 60 millones de euros con presencia en 30 pa¨ªses.

El presidente de Blusens es el paradigma de esta nueva generaci¨®n de emprendedores gallegos que no vivi¨® la larga noche de piedra ni sabe qui¨¦n fue Xan das Bolas. Por eso trabaja desde la periferia con desparpajo y sin complejos. Cuando aqu¨ª lo ¨²nico que sab¨ªamos de los chinos es que tras haber inventado la p¨®lvora y la br¨²jula, produc¨ªan arroz tres delicias, rollitos de primavera y regentaban tiendas de Todo a cien, Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa fletaba contenedores de mp3 para competir con las grandes multinacionales.

El mapamundi es para este coco atl¨¢ntico un tablero donde se dedica a poner banderas como cuando siendo ni?o jugaba con los madelman. Hoy est¨¢ en M¨¦xico DF, ma?ana en Dubai, pasado en Taiw¨¢n. Si la maldita crisis no se hubiera cruzado en nuestro camino, Jos¨¦ Ram¨®n podr¨ªa ser a la tecnolog¨ªa de consumo lo que Amancio Ortega es a la moda. Porque Blusens es a la tecnolog¨ªa de consumo lo que Zara a la moda pr¨ºt ¨¤ porter o Ikea a la decoraci¨®n. Con la diferencia de que Jos¨¦ Ram¨®n compite con Sony, Apple y otras empresas multinacionales que no son precisamente del mont¨®n. En definitiva, Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa es una versi¨®n atl¨¢ntica de Steve Jobs.

Si no fuera porque como todo buen self made man presume de su origen humilde, jurar¨ªas que creci¨® rodeado de mayordomos y con una institutriz brit¨¢nica que le ense?aba buenos modales. Digamos que este gallego 2.0 es un ni?o bien de familia normal y que tiene una elegancia de chico/martini que lo hace muy exportable. De su pasado de atleta, le queda un cuerpo de pel¨ªcula y una disciplina espartana. Tambi¨¦n la lecci¨®n de que la vida no es un sprint, sino una marat¨®n.

Yo pensaba que era un buen vendedor hasta que acud¨ª con ¨¦l a una reuni¨®n para hablarles a mis amigos de los medios de su navegador en tres dimensiones. Este t¨ªo no es que venda helados en el polo, sino que es capaz de venderles el Polo Norte a los fabricantes de helados. Y todo porque mantiene su ilusi¨®n de ni?o intacta. Desde muy joven sabe que lo que se puede so?ar se puede hacer. Y le importa el futuro porque, como dir¨ªa Woody Allen, es el lugar donde va a vivir el resto de sus d¨ªas.

Lo ¨²nico malo de ser su amigo es que vas a su lado y no hay una mujer que te mire. El eterno femenino se rinde a su encanto de alta costura. Est¨¢bamos una noche en el Dux de Sanxenxo y se nos acerc¨® una vampiresa de armas tomar.

-T¨² eres Jos¨¦ Ram¨®n, el de Blusens, ?verdad?

-Debo de parecerme mucho a ¨¦l porque ya me lo han dicho m¨¢s veces.

Y en este plan. No solo es insultantemente discreto sino que tambi¨¦n resulta condenadamente brillante. Tambi¨¦n es discretamente solidario. Me acuerdo de Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa todas las ma?anas cuando llevo a mis hijos al colegio. Espero que alg¨²n d¨ªa se saque de la chistera una tableta made in Galicia que acabe de una vez por todas con esa anacr¨®nica joroba que es la mochila llena de libros de texto. Lo que propongo es un ipad triling¨¹e y con grelos. Estoy seguro de que el presidente Feij¨®o le compra el invento.