Un palacio lleno de "elifantes"
El Ayuntamiento estrena una ruta guiada para ni?os alrededor del Palacio Real
"Cuando hicieron reina a Isabel II ten¨ªa tres a?os... ?como Alma!". La gu¨ªa de la ruta del Ayuntamiento Los misterios de palacio lleva a la peque?a turista al centro del corro. "?Y qu¨¦ hace una reina de tres a?os?", le pregunta. Desde su metro escaso de altura, Alma observa el c¨ªrculo de desconocidos y corre a los brazos de su madre. "Exactamente eso", dice la gu¨ªa, "refugiarse en la regente Mar¨ªa Cristina".
En la nueva visita municipal (los domingos a las once, con una entrada de 7,65 euros) los ni?os son los reyes. "Esta es la historia de un ni?o que se llamaba Felipe y viv¨ªa en Versalles", arranca la gu¨ªa. "Cuando lleg¨® a Madrid se encontr¨® con una casa que se llamaba el Alc¨¢zar y no le gust¨® demasiado. Por eso, cuando se quem¨®, pens¨®, 'Ahora me voy a hacer un palacio de los que a m¨ª me gustan', y trajo hasta un arquitecto extranjero". No est¨¢ mal la explicaci¨®n de c¨®mo Felipe V encarg¨® al siciliano Felipe Juvarra la construcci¨®n de un proyecto magn¨ªfico, con sabor franc¨¦s. La historia del Palacio Real no es sencilla y, para amenizarla, la visita cuenta con actores disfrazados de ¨¦poca que surgen de las esquinas del Madrid de los Austrias y los jardines de Sabatini. As¨ª, Carlos III, armado con una escopeta, se distrae con las t¨®rtolas, y explica que quiso limpiar Madrid, "porque esto era un despiporre". "Mis vasallos son como ni?os", cuenta la gu¨ªa que dijo el rey: "Cuando les lavas, lloran". "A m¨ª tampoco me gusta", dice Alma, y luego, "quiero salchichas". "Los ni?os se aburren enseguida, hay que hacerles part¨ªcipes", explica Pilar Mart¨ªn-Laborda, asesora de programas culturales del palacio (que, por cierto, acaba de estrenar unas signogu¨ªas en PDA para personas sordas). Durante el verano cesan las visitas para escolares, pero la experta tiene consejos para los padres que se aventuren solos por el edificio: "No hay que atosigarles para que vean todo, mejor elegir tres cosas. Los m¨¢s peque?os se fijar¨¢n en los objetos; a partir de los ocho a?os, les atraer¨¢n m¨¢s los personajes, y los m¨¢s mayores mostrar¨¢n inter¨¦s por los g¨¦neros, como el barroco, porque ya lo dan en clase".
PALACIO REAL
- Autores. Juvarra, Sachetti, Ventura Rodr¨ªguez y Francesco Sabatini.
- Construcci¨®n. 1735-1778.
- Ubicaci¨®n. Bail¨¦n, 2 (?pera).
- Funci¨®n original. Palacio Real.
- Funci¨®n actual. Museo.
Se puede contar la historia del Ratoncito P¨¦rez, que escribi¨® el padre Coloma para el infante Alfonso XIII, explicar en el sal¨®n del trono que los reyes ya no se sientan porque la soberan¨ªa est¨¢ en el pueblo o detenerse en curiosidades, como el reloj con una sola aguja del patio o la armadura para perro que hay en la armer¨ªa.
La visita Los misterios de palacio no entra en el edificio, pero explica que iba a ser cuatro veces m¨¢s grande ("cuando vieron que no les cab¨ªa, lo hicieron m¨¢s alto"). Tambi¨¦n narra la leyenda seg¨²n la cual las estatuas de la cornisa se quitaron porque la reina so?¨® que se le caer¨ªan encima (aunque lo m¨¢s probable es que al neocl¨¢sico Carlos III le parecieran pomposas). Cuando el actor que hace del rey cuenta que su arquitecto, Francesco Sabatini, era aficionado al tenis, los ni?os no pillan el chiste, pero los padres lo agradecen. Luego, Francisco de Paula, uno de los 14 hijos de Carlos IV, se queja con voz infantil de lo dif¨ªcil que es ser el m¨¢s peque?o. "En este palacio somos muchos elifantes y elifantas", dice, "menos mi hermano mayor: ese es delf¨ªn".
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