"Integraci¨®n regional y democracia deben ir de la mano"
El diplom¨¢tico marroqu¨ª Yusef Amrani (T¨¢nger, 1954), que hasta su nombramiento ocupaba el n¨²mero dos del Ministerio de Exteriores de Marruecos, se har¨¢ cargo oficialmente hoy, en Barcelona, de la secretar¨ªa general de la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo (UpM), la organizaci¨®n que re¨²ne a los pa¨ªses ribere?os y los de la Uni¨®n Europea.
Creada en 2008 a iniciativa del presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, todav¨ªa lejos del impacto de la crisis econ¨®mica y a¨²n m¨¢s de la revoluci¨®n ¨¢rabe que est¨¢ transformando radicalmente la regi¨®n, la UpM permaneci¨® congelada bajo el mandato de su predecesor, el jordano Ahmed Masadeh. Ahora se abre una ventana de oportunidad -y tambi¨¦n de "necesidad", seg¨²n Amrani- para que asuma un papel determinante en la creaci¨®n de un espacio com¨²n en las orillas del viejo Mare Nostrum. "Hay un nuevo contexto y la UpM puede acompa?ar los cambios", se?ala. Uno de los prerrequisitos, admite, "es la integraci¨®n regional sur-sur, porque Europa necesita un interlocutor unido".
"Hay que permitir mayor movilidad de estudiantes y empresarios"
"Los tiempos en los que Occidente dictaba sus criterios han pasado"
Pregunta. ?Cu¨¢l es su primer objetivo?
Respuesta. Consolidar la instituci¨®n; que sea respetada, ¨²til, que ponga en pr¨¢ctica pol¨ªticas y proyectos para que el espacio euromediterr¨¢neo sea una realidad y para que la UpM y la pol¨ªtica europea de vecindad complementen sus esfuerzos. Los procesos de reforma y modernizaci¨®n ir¨¢n inevitablemente acompa?ados de procesos de integraci¨®n regional en los cuales la UpM puede desempe?ar un papel importante. Integraci¨®n regional y democracia tienen que ir de la mano en el Mediterr¨¢neo como lo han hecho en Europa.
P. La UpM se ha visto paralizada hasta ahora por el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª, ?puede cambiar esta situaci¨®n a corto plazo?
R. La UpM no es el marco para negociar la paz, pero es el ¨²nico lugar de encuentro entre todas las partes del conflicto. Hay que aprovechar este instrumento.
P. ?El hecho de que Argelia no haya vetado su nombramiento significa que algo est¨¢ cambiando en el Magreb?
R. Significa que todos los pa¨ªses comparten la prioridad de que la UpM debe conseguir sus objetivos. Argelia apoya la iniciativa como lo hace Marruecos. Todos queremos establecer un marco de cooperaci¨®n regional con Europa y todos queremos que ese marco sea la UpM. Un Magreb fuerte puede contribuir a este espacio de paz y prosperidad.
P. ?C¨®mo puede adaptarse la UpM a la realidad surgida de la primavera ¨¢rabe?
R. En 2008 la situaci¨®n era totalmente distinta. Hoy las reformas y la modernizaci¨®n democr¨¢tica est¨¢n en el orden del d¨ªa de la mayor¨ªa de los pa¨ªses. La UpM debe trabajar y proponer proyectos en el campo de la democracia y de la sociedad civil. El hecho de que entre los pa¨ªses europeos haya algunos que hayan abordado reformas y transiciones democr¨¢ticas en d¨¦cadas recientes va, sin duda, a aportar un valor a?adido.
P. ?Deber¨ªa existir una cl¨¢usula democr¨¢tica en la UpM de forma que pa¨ªses que reprimen a su poblaci¨®n, como Siria, quedaran excluidos de la organizaci¨®n o al menos suspendidos?
R. Ni la UpM ni ninguna otra organizaci¨®n internacional est¨¢n en condiciones de dar patentes de democracia. Los tiempos en los que desde Occidente pod¨ªan dictarse criterios de aceptaci¨®n de un pa¨ªs han pasado. Los procesos multilaterales como la UpM basan sus decisiones en el consenso.
P. ?Qu¨¦ piensa de la reacci¨®n de la UE de levantar nuevas barreras por temor a la inmigraci¨®n?
R. Todos somos conscientes de los problemas que causa la emigraci¨®n ilegal, aqu¨ª en Europa, pero tambi¨¦n en los pa¨ªses del sur. Solo una cooperaci¨®n estrecha entre las autoridades mediterr¨¢neas podr¨¢ abordar estas cuestiones de forma eficaz. Debemos ir hacia una gesti¨®n compartida. Pero la movilidad no tiene nada que ver con la emigraci¨®n. Si queremos crear un espacio de cooperaci¨®n com¨²n es muy importante establecer reglas que permitan una mayor movilidad de empresarios, universitarios, investigadores y de la sociedad civil.
P. Usted ha ocupado hasta hace muy poco un alto cargo en el Gobierno de Marruecos. ?Cree que la nueva Constituci¨®n marroqu¨ª consagra un r¨¦gimen de monarqu¨ªa parlamentaria como el que de los pa¨ªses europeos o se queda a mitad de camino?
R. La reforma adoptada en refer¨¦ndum por una amplia mayor¨ªa de la poblaci¨®n consagra una monarqu¨ªa constitucional adaptada a las necesidades del pa¨ªs, a su tradici¨®n hist¨®rica y a su realidad social y pol¨ªtica. Se trata de un cambio indiscutible hacia la modernidad, un cambio que confirma la democracia como principio de gobierno, la descentralizaci¨®n, el reconocimiento de la riqueza cultural de Marruecos y la representatividad de los partidos pol¨ªticos. A partir de ahora el partido ganador tendr¨¢ la responsabilidad de formar gobierno reflejando as¨ª el resultado electoral en la composici¨®n del ejecutivo.
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