Las varias vidas del se?or Q
Com¨ªamos ratas porque mi abuela sab¨ªa c¨®mo cocinarlas. Pero, sobre todo, com¨ªamos ratas porque era lo ¨²nico que hab¨ªa para comer". Este testimonio de su infancia en una familia pobre del Southside de Chicago, la ciudad donde naci¨® hace 78 a?os, se puede leer en el primer p¨¢rrafo de Q: The autobiography of Quincy Jones. Un libro en el que Jones, que debut¨® como trompetista, confiesa que el bebop era su Dios y, su ¨ªdolo, Dizzy Gillespie.
"Empec¨¦ a escuchar m¨²sica con doce o trece a?os cuando el bebop estaba arrancando. Entonces viv¨ªa en la Costa Oeste y no lo ten¨ªa cerca, pero lleg¨® a Seattle y me enamor¨¦ completamente. Estaba fascinado por aquel concepto revolucionario. No par¨¦ hasta conseguir una beca para estudiar en Boston y, ya en Nueva York, comenzar a trabajar con Lionel Hampton y a viajar por el mundo".
"?Toda la vida! ?Desde 1946! Mi expresi¨®n favorita es 'si no te has ido nunca no tienes por qu¨¦ volver'. Volver da mucho trabajo"
"Me encanta trabajar con otra gente. Mandela me ense?¨® una palabra bant¨², 'ubuntu', que significa que lo colectivo es esencial para el individuo"
Asegura haber aprendido de todos los grandes m¨²sicos con los que ha tocado: desde Miles Davis y Clark Terry hasta Count Basie o Ray Charles. "Cosas que jam¨¢s se olvidan". El saxofonista Ben Webster le dio un consejo: "Quincy, d¨¦jame decirte algo muy importante. All¨¢ donde vayas escucha la m¨²sica que escucha la gente del lugar, come la comida que comen, y aprende treinta o cuarenta palabras de su idioma. Le hice caso y he aprendido palabras en serbocroata, turco, sueco, ruso... En espa?ol s¨¦ decir 's¨¢cate la colita' (sic) ?qu¨¦ le voy a hacer!", dice riendo. "Uno de los sentimientos m¨¢s incre¨ªbles es sentirse en casa en cualquier lugar".
Arreglos para Frank Sinatra, Ray Charles o Celine Dion, discos para George Benson o Patti Austin -ahijada de Dinah Washington, con la que tambi¨¦n trabaj¨®-, bandas sonoras para pel¨ªculas como El prestamista, de Sidney Lumet; A sangre fr¨ªa, basada en el libro de Truman Capote y dirigida por Richard Brooks, o El color p¨²rpura, que dirigi¨® Steven Spielberg, y de la que Quincy Jones fue uno de los productores. Tambi¨¦n produjo El pr¨ªncipe de Bel Air y compuso la m¨²sica de Ironside y la cabecera para El show de Bill Cosby. 79 nominaciones a los premios Grammy -gan¨® 27-, siete a los Oscar, el Emmy por la m¨²sica de la serie Ra¨ªces, doctorados de varias universidades y condecoraciones como la Legi¨®n de Honor de la Rep¨²blica Francesa, el Polar Music de la Real Academia Sueca o la National Medal of Arts del Congreso de Estados Unidos recibida de manos del presidente Obama.
La revista Time Magazine le eligi¨® entre los m¨²sicos de jazz m¨¢s influyentes del siglo XX. Salta al otro lado de la l¨ªnea telef¨®nica cuando se le pregunta si los cr¨ªticos y aficionados al jazz le reprocharon haberlo dejado de lado con el fin de dedicarse a la m¨²sica pop. "No, no, no... Yo tocaba pop en restaurantes o clubes de tenis. Y luego nos cambi¨¢bamos de uniforme para tocar en locales de streaptease. rhythm and blues, blues, jazz, funk, m¨²sica cl¨¢sica y todo lo que la gente pueda imaginar. Y en fiestas ben¨¦ficas, bar mitzvahs ?Toda la vida! ?Desde 1946! Mi expresi¨®n favorita es 'si no te has ido nunca no tienes por qu¨¦ volver", dice riendo. "Volver da mucho trabajo".
Entre 1979 y 1989, produjo Off the wall, Thriller y Bad. "Conoc¨ª a Michael Jackson cuando ¨¦l ten¨ªa 12 a?os y yo ya estaba en los cincuenta", explica. "Puedes imaginarte c¨®mo era grabar con Michael. Dej¨¢bamos el estudio casi en penumbra y ¨¦l se pon¨ªa a bailar mientras cantaba... Lo m¨¢s importante al trabajar con un artista es tener amor, respeto y confianza. La confianza es esencial en ambas direcciones. Los grandes como Sinatra descubren muy r¨¢pidamente que no sabes lo que est¨¢s haciendo". Thriller es el disco m¨¢s vendido de todos los tiempos. Y tal como anda la industria discogr¨¢fica no parece probable que alguien pueda desbancarlo. Quincy Jones tambi¨¦n tiene el r¨¦cord de ventas de una canci¨®n con We are the world, una grabaci¨®n colectiva con Bruce Springsteen, Stevie Wonder, Bob Dylan, Paul Simon... que produjo en 1985 para recaudar fondos contra la hambruna en Etiop¨ªa.
En Rabat, hace unas semanas, Quincy Jones ha grabado otra canci¨®n con fines ben¨¦ficos. Se trata de Bokra, versi¨®n ¨¢rabe de Tomorrow (A better you, a better me). "Para m¨ª ha sido un sue?o especialmente por lo que est¨¢ sucediendo en algunos pa¨ªses del norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo. Hay revoluciones por todas partes. As¨ª que fuimos a Marruecos y grabamos con algunos de los principales cantantes del mundo ¨¢rabe. Y es una de las cosas m¨¢s fascinantes que he tenido la suerte de poder vivir. Ver su emoci¨®n, su energ¨ªa, su espiritualidad
... ". El fin: ayudar a la financiaci¨®n de becas art¨ªsticas y culturales para ni?os de todos esos pa¨ªses. "Probablemente est¨¦ listo para el mes de noviembre. Ojal¨¢ sirva de est¨ªmulo para la unidad y un futuro mejor. T¨² lo haces con el coraz¨®n y esperas que funcione, pero nunca sabes lo que va a suceder".
A Mister Q le han recibido Juan Pablo II, Nelson Mandela y Clinton. Bono, de U2, le llama profesor y comenta que nadie ha vivido tantas ¨¦pocas musicales haciendo m¨²sica en todas ellas. Medio siglo dejando huella en la cultura de su pa¨ªs desde esa m¨²sica afroamericana de la que dijo en cierta ocasi¨®n que era como el Renacimiento: nadie puede detenerla ni resistirse a su influjo. Y no s¨®lo se refer¨ªa a la tradici¨®n estadounidense, tambi¨¦n a la brasile?a, la caribe?a y todas las m¨²sicas de ra¨ªz africana. "Son diferentes colores de la misma m¨²sica. Un alto nivel mel¨®dico y los ritmos m¨¢s sofisticados. Material poderoso", proclama. "Viajo a Brasil casi todos los a?os desde hace 54. ?Dios m¨ªo! la m¨²sica que se hace all¨ª, y la de Cuba, son las mejores. Lirismo y ritmos africanos. Con las mismas 12 notas desde hace 500 a?os. Nadia Boulanger me dijo: 'Quincy, aprende lo que otros han hecho con 12 notas hasta que cumplas los 30".
A finales de los a?os cincuenta, estudi¨® en Par¨ªs con la condisc¨ªpula de Ravel y maestra de Leonard Bernstein, Aaron Copland o Piazzolla. Boulanger le espet¨®: "Tu m¨²sica ser¨¢ lo que t¨² seas como ser humano". "Recuerdo todas sus palabras: la melod¨ªa es la reina, y cuantas m¨¢s reglas le pongas a tu composici¨®n m¨¢s libre vas a ser aunque parezca una contradicci¨®n. Y es cierto. El jazz es libre y, aun as¨ª, tiene una estructura organizada".
Mientras estudiaba en Francia lo contrat¨® la discogr¨¢fica Barclay. "La combinaci¨®n perfecta. Todo el d¨ªa con una orquesta de 55 m¨²sicos a mi disposici¨®n para trabajar con grandes artistas como Henri Salvador, Jacques Brel, Aznavour... Ten¨ªa a St¨¦phane Grappelli al viol¨ªn, Kenny Clarke tocando la bater¨ªa, Don Byas al saxo... Como estar en el para¨ªso", dice. Se emociona al hablar del fallecido Henri Salvador: "Henri era un hermano para m¨ª. Un c¨®mico enorme y un gran cantante". Salvador ten¨ªa que participar en la pel¨ªcula que Quincy Jones tiene previsto rodar en Brasil. "El a?o que viene, en marzo, durante el carnaval, con m¨²sicos de jazz y blues de Nueva Orleans y de Misisipi, y brasile?os. La recaudaci¨®n ser¨¢ para las favelas y los damnificados del Katrina. Un proyecto que me entusiasma". La dirige William Friedkin -El exorcista, French connection-, con quien ya trabaj¨® en 1960.
Quincy Jones & The Global Gumbo All Stars s¨®lo dar¨¢n dos conciertos en Europa este verano: Montreux y Peralada. Dos momentos ¨²nicos porque var¨ªan los m¨²sicos. En Peralada, con ¨¦l como maestro de ceremonias y su protegido, el cubano Alfredo Rodr¨ªguez -"el mejor pianista del planeta"- ejerciendo de director musical, estar¨¢n la pianista y compositora de 19 a?os Emily Bear, los contrabajistas Esperanza Spalding y Peter Slavov, el guitarrista nacido en Benin Lionel Loueke, el bater¨ªa cubano Francisco Mela, el palestino Ali Amr, qanun y voz, y el h¨²ngaro-iraqu¨ª Omar Bashir, la¨²d ¨¢rabe. Como invitados especiales, el ex-Ketama Antonio Carmona y Andrea Motis, una adolescente catalana que canta y toca trompeta y saxo. "Todos m¨²sicos incre¨ªbles. ?Y tan j¨®venes! Siempre intento ser aut¨¦ntico en este negocio. Y nunca he perdido mis ra¨ªces musicales. De eso trata el Global Gumbo Ensemble". El nombre de gumbo viene de Nueva Orleans, de un popular plato de la cocina criolla, "que tiene de todo: vegetales, almejas, ostras, cebollas... Ingredientes diversos que funcionan bien juntos. Igual que estos m¨²sicos que hacen cosas diferentes y que, al juntarse, tambi¨¦n sale algo bueno".
Es de los que cree que la m¨²sica y las artes son una gran baza, un activo importante, para tender puentes entre las personas y las culturas. "No es que lo piense, es que lo s¨¦", asegura. "Curiosamente, somos el ¨²nico pa¨ªs que no tiene ministerio de cultura a pesar de que toda la gente toca m¨²sica estadounidense".
Adem¨¢s de compositor, arreglista, productor y director de orquesta, es empresario. Jones ha comprado cadenas de televisi¨®n, y fundado emisoras de radio, sellos discogr¨¢ficos y una revista como Vibe. "Cuando ten¨ªa 26 a?os vine a Europa al frente de una orquesta de 18 m¨²sicos. Estuvimos de gira diez meses y me patearon el culo", exclama riendo. "Cuando volvimos a Estados Unidos, Irving Green me dijo: 'Sabes de m¨²sica, amigo, pero no tienes ni idea del negocio'. Y me nombr¨® vicepresidente de discos Mercury. Tambi¨¦n fui vicepresidente de discos Philips. Puede parecer una tonter¨ªa lo que voy a decir, pero siempre me ha funcionado. Veo los negocios y la pol¨ªtica con mi experiencia de orquestador. Como si hubiera cuatro trompetas, cuatro trombones, cinco saxos, bater¨ªa, bajo, piano y guitarra o, como una orquesta sinf¨®nica, con metales, vientos, cuerda y percusi¨®n. Cada instrumento haciendo algo distinto, pero sonando todos juntos".
Su insistencia obr¨® el milagro: su amigo Miles Davis, el hombre que nunca quiso mirar hacia atr¨¢s, acept¨® volver a tocar los arreglos que Gil Evans escribi¨® en los cincuenta para los discos Miles ahead, Porgy and Bess y Sketches of Spain. En el Festival de Jazz de Montreux. "Una noche inolvidable", dice Quincy Jones, que dirigi¨® en la peque?a ciudad suiza al borde del lago Leman las orquestas de George Gruntz y del fallecido Evans. Cincuenta m¨²sicos en el escenario del viejo Casino de Montreux. Con Miles llevando gafas para leer las partituras. Era el 8 de julio de 1991. Dos meses despu¨¦s, el trompetista fallec¨ªa en California.
"En estos sesenta a?os de viajar por el mundo he podido ver el efecto que produce la televisi¨®n. Hace unos a?os le pregunt¨¦ a Mija¨ªl Barishnikov por qu¨¦ hab¨ªa desertado de la Uni¨®n Sovi¨¦tica justo antes de la perestroika y me cont¨® que porque hab¨ªa visto en televisi¨®n al ballet de Roland Petit y se dijo que ¨¦l tambi¨¦n pod¨ªa hacerlo. Lo que est¨¢ sucediendo en Oriente Pr¨®ximo s¨®lo pod¨ªa pasar a trav¨¦s de la comunicaci¨®n. Antes la gente no sab¨ªa c¨®mo viv¨ªan los otros. Ahora viajas a Shangh¨¢i y ves a todo el mundo con dos tel¨¦fonos m¨®viles y ordenador. El proceso ha sido asombrosamente r¨¢pido y ha cambiado nuestra civilizaci¨®n", dice. "Yo he vivido dos cosas, desde el punto de vista tecnol¨®gico, que han supuesto un cambio sustancial para la m¨²sica. Los primeros sintetizadores y el bajo el¨¦ctrico Fender sin el cual no habr¨ªan existido ni el rock and roll ni Motown".
Quincy Jones, que confiesa que su artista espa?ola favorita es Carmen Amaya, ha grabado varios discos con decenas de invitados de lujo: en 1989, Back on the block con Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan, Bobby McFerrin, Miles Davis, Gillespie, Hancock
... ; en 1995, Q's jook joint con Stevie Wonder, Ray Charles, Nancy Wilson, Phil Collins, Marlon Brando, Shaquille O'Neal... y, en 2010, su primer disco en quince a?os, Q: Soul bossa nostra con Amy Winehouse, Wyclef Jean, John Legend... "Para el a?o pr¨®ximo tengo previsto uno con Tony Bennett, Stevie Wonder, Snoop Dogg, Joe Pesci... Me encanta trabajar con otra gente. Mandela me ense?¨® una palabra bant¨², ubuntu, que significa que lo colectivo es esencial para el individuo. Y me gusta mucho ese concepto", afirma el se?or Q, que parece haber vivido m¨¢s vidas que cualquier otra persona. "Lo s¨¦", dice r¨¢pidamente, "pero ?sabes una cosa? Tengo otras veinte en camino".
Quincy Jones & The Global Gumbo All Stars actuar¨¢ en el Festival Castell de Peralada, Girona, el d¨ªa 20 de julio a las diez de la noche. www.festivalperalada.com. Q: The autobiography of Quincy Jones. Quincy Jones. Broadway, 2001. 432 p¨¢ginas. www.quincyjones.com.

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