En contra de los recortes
Es curiosa la utilizaci¨®n entre nosotros del t¨¦rmino recorte. El recorte se aplica a los servicios que proporciona el sector p¨²blico, desde los verdaderamente ¨²tiles hasta los absolutamente incomprensibles. Cuando se habla de recortes la mente viaja a las listas de espera en los hospitales, las pensiones de cuant¨ªa fraudulenta o la baja frecuencia de autobuses, pero se obvia la utilizaci¨®n del t¨¦rmino en su dimensi¨®n m¨¢s clara y palpable: el recorte en el dinero que atesoran las personas, a medida que lo van ganando, d¨ªa a d¨ªa, con el sudor de su frente.
Es curioso, pero cuando sube el IVA nadie habla de recortes, cuando se eliminan desgravaciones nadie habla de recortes, ni cuando, gracias a la privilegiada posici¨®n jur¨ªdica de la administraci¨®n, una multa no notificada, una subida del IBI o de la tasa de basuras propina, v¨ªa ejecutiva, otra feroz dentellada a la econom¨ªa familiar. No se habla de recortes cuando sube un punto el IRPF, ni parece que hay ning¨²n recorte cuando uno paga la cerveza o el litro de gasolina dos o tres veces por encima de la suma del coste y del beneficio empresarial. Es preocupante que a los pol¨ªticos, a los agentes sociales y a los intelectuales concienciados les preocupen mucho los recortes cuando afectan al presupuesto del estado pero nunca cuando afectan al presupuesto de las familias. El recorte escandaliza si reduce la pesada bolsa p¨²blica, pero el enf¨¢tico t¨¦rmino "recorte" est¨¢ ausente del debate si aminora las rentas de la ciudadan¨ªa.
No s¨®lo se nos ha expropiado la aplicaci¨®n del sustantivo "recorte", tambi¨¦n el adjetivo "social". Los recortes son antisociales, ya que todo el mundo presupone que el presupuesto p¨²blico es social. Y ?c¨®mo de social es el presupuesto privado? El dinero que circula por decisi¨®n de los consumidores, cuando adquieren bienes y servicios e impulsan la econom¨ªa, ?no es nada social? ?Por qu¨¦ lo social se ha convertido en sin¨®nimo de p¨²blico y excluye el trabajo diario de un panadero, un abogado o un escritor?
Asombra que el recorte preocupante sea el que afecta al estado, y que sobre el recorte diario, concreto, que sufren las personas se extienda un manto de silencio. Desde el punto de vista de los partidos pol¨ªticos y de algunos grupos de inter¨¦s, la situaci¨®n deviene aprovechable: cuanto mayor sea el recorte en tu econom¨ªa privada tanto m¨¢s f¨¢cil convencerte de que no debe haber recortes en la econom¨ªa p¨²blica. Ya que, como a la vista est¨¢ que no puedes ayudarte a ti mismo y en cualquier momento vas a doblar la rodilla, ellos necesitan a¨²n m¨¢s dinero para atarte a un palo y mantenerte de pie.
Mucha gente asienta su poder pol¨ªtico, su influencia social o su prestigio intelectual en la nunca comprobada teor¨ªa de que le mueven sentimientos solidarios, pero hay una realidad muy clara: quienes jam¨¢s reciben su solidaridad son los contribuyentes.
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