Nuevos tiempos

Instalaciones ultramodernas, grandes y l¨ªmpidos espacios acristalados, vistas atractivas, cercan¨ªa al mar, todos los elementos necesarios para que se consolidase la oferta gastron¨®mica instalada en lo que se denomina el Port America?s Cup, m¨¢s pese a todas las maravillas enunciadas, su competencia directa, los locales tradicionales situados en la playa de la Malvarrosa, les ganan la partida en cuanto al favor del p¨²blico se refiere en los d¨ªas ordinarios.

Quiz¨¢s sea por tradici¨®n o costumbre, o porque parezca al p¨²blico acostumbrado a las paellas que la decoraci¨®n cl¨¢sica es m¨¢s acorde que la contempor¨¢nea para la degustaci¨®n del arroz y el esgarrat. Nadie lo sabe.

No obstante de estos nuevos visitamos Arribar, que goza de las caracter¨ªsticas antes se?aladas, m¨¢s una inmensa terraza donde sirven una carta acorde con las pretensiones de cocinar aquello que el p¨²blico demanda de forma mayoritaria en los ambientes marinos.

Una ensalada, ilustrada con salazones, que gozaba de la impensable virtud de estar presidida por un tomate de los que ya no ten¨ªamos noticia: hermoso, sabroso, pleno de carnosidad; quiz¨¢s de la casi extinta huerta valenciana.

Calamares sabrosos y correctos, jam¨®n ib¨¦rico cortado en finas lascas y una paella de verduras acertada en su cocci¨®n y que quiz¨¢s echaba en falta mayor sabor en el caldo en que coci¨® el arroz. Precios acordes con lo solicitado y atenci¨®n amable.

L¨¢stima que el final quedase m¨ªnimamente empa?ado al servirnos los combinados que solicitamos a la antigua usanza, esto es preparados en el interior del establecimiento, sin exhibir, como parece normativo hoy, los ingredientes en el momento en que se mezclan en nuestro vaso.