La voraz tijera de la dictadura
TVE recupera una serie que recorre la historia de la censura en el cine
Los espa?oles de los a?os cincuenta o sesenta nunca sospecharon que el Rick (Humphrey Bogart) de Casablanca hubiera combatido en las Brigadas Internacionales. La censura se encarg¨® de ocultar esa parte comprometida del pasado del personaje. Igual que les priv¨® de re¨ªrse con la caricatura de Hitler que Charles Chaplin hizo en El gran dictador. Los cin¨¦filos tambi¨¦n advert¨ªan las huellas de las tijeras oficiales en los besos de los actores, suprimidos mediante un fundido en negro. E incluso corr¨ªan rumores sobre secuencias mutiladas; rumores que a veces eran falsos, como el supuesto desnudo de Rita Hayworth en Gilda. Sin embargo, la mayor¨ªa de los aficionados desconoc¨ªan la magnitud de la voracidad censora. TVE recupera esta noche (La 2, 23.00) Im¨¢genes prohibidas, una serie documental de 13 cap¨ªtulos que narra la historia de la censura cinematogr¨¢fica en Espa?a desde sus primeras normas en 1912 hasta su desaparici¨®n en 1977.
Vicente Romero, uno de los nombres destacados del reporterismo nacional, que desde la guerra de Vietnam a la de Irak ha asistido a los principales acontecimientos mundiales de las ¨²ltimas d¨¦cadas, es el responsable del gui¨®n y la direcci¨®n.
El germen fue un golpe de suerte. Recuerda Romero que mientras buscaba "entre el desorden de la filmoteca" im¨¢genes perdidas del cine mudo espa?ol para preparar una serie se top¨® con unos sacos marcados con el r¨®tulo "cortes de censura". Al abrirlos encontr¨® un tesoro de tal magnitud que le sirvi¨® como punto de partida de un trabajo que devuelve a los espectadores fotogramas que fueron vetados durante 65 a?os.
Im¨¢genes prohibidas data de 1994 pero su autor piensa que no ha perdido ni un ¨¢pice el inter¨¦s. "Tiene un gran valor hist¨®rico y documental y adem¨¢s se puede ver como un ejercicio de memoria hist¨®rica", opina. Porque tambi¨¦n muestra la cerraz¨®n mental de un tiempo en que Espa?a viv¨ªa sometida a la disciplina de un cuartel y bajo la moral de un convento. Hacer una serie sobre la censura "es casi un acto de justicia", remata el periodista.
En su realizaci¨®n se emplearon numerosas secuencias cortadas y se ofrecen ejemplos de dobles finales as¨ª como casos de manipulaci¨®n de los di¨¢logos. Tambi¨¦n recoge testimonios de productores, directores y actores que sufrieron los rigores del tijeretazo como Carlos Saura, Vicente Aranda o El¨ªas Querejeta. Y cuenta con las m¨¢s que estimables opiniones de grandes profesionales ya fallecidos como Luis Garc¨ªa Berlanga, Pilar Mir¨®, Juan Antonio Bardem o Ana Mariscal. Tampoco faltan declaraciones de responsables del control estatal durante el franquismo.
'Viridiana', nada m¨¢s que chistes baturros
Viridiana (1961) nunca se prohibi¨®. La administraci¨®n fue mucho m¨¢s inteligente y lo que hizo fue borrar la pel¨ªcula de Luis Bu?uel "de la lista de los vivos", cuenta Juan Antonio Bardem en la serie. Es decir, que retir¨® con efecto retroactivo el permiso para rodar. "No ten¨ªa existencia legal y era como si te borrasen del Registro Civil", a?ade el director de Calle Mayor, ya fallecido. A pesar de estas argucias, Viridiana gan¨® el Festival de Cannes, pero el Vaticano la conden¨®. Franco exigi¨® ver la cinta, solo, en El Pardo. Despu¨¦s, coment¨® que no entend¨ªa tanto esc¨¢ndalo porque "no eran m¨¢s que chistes baturros".
'El inquilino', cr¨®nica de un desahucio
El inquilino (1958), de Antonio Nieves Conde, es otro caso de sinraz¨®n represora. Primero fue aprobada (Ministerio de Informaci¨®n) y despu¨¦s prohibida (Ministerio de la Vivienda). M¨¢s tarde se autoriz¨® con importantes cortes y cambios. En la versi¨®n original, el protagonista (Fernando Fern¨¢n G¨®mez) terminaba con su familia y sus enseres en la calle. "Los problemas de vivienda eran tremendos, pero el r¨¦gimen no pod¨ªa tolerar que se exhibiera un desahucio", se?ala Romero. El director fue obligado a buscar un final feliz y la familia encontraba acomodo en una inmobiliaria llamada La Nueva Esperanza.
El sue?o prohibido de 'Bienvenido Mr. Marshall'
Obra imprescindible del cine nacional, Bienvenido Mr. Marshall (1953) tambi¨¦n fue proyectada en El Pardo antes de ser autorizada. Los censores tem¨ªan que el discurso de Pepe Isbert para recibir con alegr¨ªa a los americanos fuese interpretado como una burla de los que Franco pronunciaba. Curiosamente con esta escena no hubo ning¨²n problema y la pel¨ªcula de Jos¨¦ Luis Berlanga pas¨® el control. Con algunas salvedades. As¨ª, los ¨¢ngeles exterminadores obligaron a cortar la secuencia en la que la maestra soltera sue?a con jugadores de rubgy "altos, j¨®venes y sudorosos", subraya Romero.
El mensaje antimilitar de 'Senderos de gloria'
El hecho de que Senderos de gloria (1957) mostrara de forma descarnada la sucia realidad de los conflictos armados -la acci¨®n transcurre en la Primera Guerra Mundial- la transform¨® en una pel¨ªcula extremadamente inc¨®moda. En Espa?a, la cinta de Stanley Kubrick, protagonizada por Kirk Douglas, se silenci¨® por su mensaje antimilitarista. Y no lleg¨® a las pantallas hasta 1986 -en 1980 se proyect¨® en el Festival de San Sebasti¨¢n en una retrospectiva del director estadounidense- casi tres d¨¦cadas despu¨¦s de su rodaje, cuando Franco llevaba 11 a?os enterrado en el Valle de los Ca¨ªdos.
'Mogambo' o el salto de adulterio a incesto
Uno de los paradigmas de la estupidez censora, seg¨²n Romero. En el doblaje al castellano en 1953 de la pel¨ªcula Mogambo de John Ford, mentes retorcidas quisieron ocultar al p¨²blico espa?ol la relaci¨®n amorosa que Clark Gable pretend¨ªa entablar con Grace Kelly. No se les ocurri¨® nada mejor que convertir a los personajes de Kelly y Donald Sinden (marido y mujer) en ?hermanos! Si no hab¨ªa matrimonio no hab¨ªa adulterio, una inmoralidad penada por la Iglesia y por la pacata sociedad de entonces. No cayeron que con el cambio el adulterio se trocaba en algo mucho m¨¢s morboso: un incesto.
'Con faldas y a lo loco' por apolog¨ªa gay
"Nadie es perfecto", la genial frase final pronunciada por Joe E. Brown en el papel del a?oso millonario que vive una estramb¨®tica relaci¨®n con un Jack Lemmon trasvestido no gust¨® nada a los controladores oficiales de la dictadura. Narra Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Escudero, que fue director general de Cine, que al autorizar la revisi¨®n de pel¨ªculas prohibidas, tuvo que ver muchas y numerosos expedientes. Entre ellos sali¨® el de Con faldas y a lo loco (1959), de Willy Wilder, con Marilyn Monroe y Tony Curtis. Uno de los textos rezaba: "Prohibida la pel¨ªcula mientras subsista la veda de maricones".
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