Una mirada caleidosc¨®pica

No deja de sorprender que un festival de esta categor¨ªa no haya estado jam¨¢s en manos de una mujer en sus 57 ediciones. Sorprende a¨²n m¨¢s cuando fue precisamente una mujer, Margarita Xirgu, quien se empe?¨® en ponerlo en marcha en el a?o 1933. Por eso se gest¨® una edici¨®n plenamente dedicada al universo femenino.

El teatro grecolatino tiene muchas y magn¨ªficas hero¨ªnas, pero hay una de ellas que aglutina todo ese universo: Ant¨ªgona. Ella es la representaci¨®n del arquetipo femenino frente al pensamiento apol¨ªneo del hombre. Es la tierra, la familia, la emoci¨®n por encima de la raz¨®n, el instinto frente al pensamiento, la transgresi¨®n frente al orden establecido. Ant¨ªgona vive en tiempo de guerra. Es precisamente la mujer en tiempos de guerra quien sostiene los valores de la sangre, de los afectos, quien desarrolla a pleno ejercicio el instinto de supervivencia, quien, finalmente, sostiene a la manada. Ant¨ªgona pertenece al bando de los vencidos, a esos a quienes nunca se les permite contar su historia, aquellos a quienes no escuchamos porque la Historia con may¨²scula solo recoge la verdad de los vencedores. Los muertos son la evidencia de la tragedia y los vencidos tienen derecho a ser llorados y escuchados. La rebeli¨®n de Ant¨ªgona contra el sistema no es mental, es irracional, obedece a un impulso de amor a su sangre, no viene del odio ni de la venganza.

Tres Ant¨ªgonas, tres miradas, tres enfoques diferentes. Ant¨ªgona caleidosc¨®pica y plural. Las palabras de S¨®focles resuenan de diferente modo en cada coraz¨®n. Ant¨ªgona representa la mujer en estado puro. Sin ¨¢nimo de venganza, con emoci¨®n; el acto privado de querer enterrar el cuerpo de su hermano muerto trasciende hasta convertirse en un acto universalmente transgresor.

Blanca Portillo es directora del Festival de M¨¦rida.