"Para un m¨²sico cl¨¢sico, vender mucho es el peor crimen posible"
Podr¨ªa pasar por un personaje exc¨¦ntrico de cualquier novela de P. G. Woodehouse. Nigel Kennedy (Brighton, 1956) es la expresi¨®n perfecta del enfant terrible a quien nada parece divertir m¨¢s que la posibilidad de sacar de sus casillas a los mismos que un d¨ªa le se?alaron como el nuevo ni?o prodigio del viol¨ªn cl¨¢sico. Para su estreno como artista de Sonny Classical, el ingl¨¦s tiene preparada una versi¨®n actualizada de Las cuatro estaciones, de Vivaldi, con la participaci¨®n de la banda de trip-hop Massive Attack: "La m¨²sica es la misma, solo que contemplada desde un ¨¢ngulo diferente", comenta. Ma?ana, Nigel Kennedy har¨¢ su presentaci¨®n en Espa?a como m¨²sico de jazz, dentro del 35? Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz. EL PA?S entrevist¨® al m¨²sico en su domicilio de Fulking, en el sur de Inglaterra.
El brit¨¢nico actuar¨¢ ma?ana en el Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz
"El 'playback' es una mierda. Si est¨¢s delante del p¨²blico, te jodes y tocas"
Pregunta. Sin embargo, en su anterior disco de jazz, junto a Ron Carter y Jack DeJohnette, usted se encontr¨® directamente con los m¨²sicos en el estudio, lo que es una verdadera tradici¨®n del g¨¦nero.
Respuesta. S¨ª, es cierto. Pero antes les fui a saludar, para estar seguro de que no iba a tocar con unos completos desconocidos. La idea era la de tratar de crear algo en lo que todos pudi¨¦ramos sentirnos a gusto sin meternos en demasiados berenjenales, una vuelta al viejo estilo de tocar jazz.
P. ?Cu¨¢les han sido sus referencias entre los violinistas de jazz?
R. Para m¨ª, el responsable de que el viol¨ªn dejara de ser el viol¨ªn para convertirse en un instrumento de jazz fue Jean-Luc Ponty, quien abri¨® el viol¨ªn a los nuevos tiempos con sus grabaciones con la Mahavishnu Orchestra y sus propias bandas. Pr¨¢cticamente todos los violinistas le deben algo. Didier Lockwood no hubiera existido sin Ponty, y yo probablemente tampoco. Si no es por ¨¦l, yo probablemente estar¨ªa todav¨ªa tocando jazz gitano. Tambi¨¦n di muchos conciertos de ni?o con St¨¦phane Grappelli, ¨¦l me ense?¨® a disfrutar del momento.
P. Tocar a Vivaldi un d¨ªa y a Horace Silver al siguiente implica un dr¨¢stico cambio de chip, supongo.
R. No estoy del todo seguro de eso. Creo que lo m¨¢s importante es la relaci¨®n que tienes con el momento que vives y con los m¨²sicos que est¨¢n a tu alrededor. Aparte, necesitas tener un conocimiento arm¨®nico y un sentido del ritmo que es totalmente distinto al de la m¨²sica cl¨¢sica. Muchos m¨²sicos cl¨¢sicos piensan que improvisar est¨¢ tirado, que todo lo que tienes que hacer es tocar lo que se te ocurra, pero eso es totalmente est¨²pido. Tienes que conocer la m¨²sica que est¨¢s tocando y a los m¨²sicos con los que tocas.
P. No recuerdo haberle visto nunca leyendo una partitura, ni siquiera cuando toca cl¨¢sico.
R. ?Yo lo ¨²nico que leo es el peri¨®dico! Me gusta que la gente a mi alrededor se sienta libre y me gusta sentirme libre yo mismo. En realidad, no soy un tipo tan raro. Mucha gente en la m¨²sica cl¨¢sica toca con la m¨²sica en la cabeza sin necesidad de leer la partitura.
P. ?Se ha sentido alguna vez rechazado por sus compa?eros de orquesta por tocar jazz?
R. Es cierto que a veces he podido notar un cierto rechazo, pero seguramente es debido al hecho de que vendo muchos discos; y para un m¨²sico cl¨¢sico, ese es el peor crimen posible, porque despoja a su m¨²sica de su car¨¢cter exclusivo. Sin embargo, con los de jazz solo necesito 20 segundos para ganarme su confianza. Una vez que comprueban que la cosa marcha, todo est¨¢ bien. Los m¨²sicos de jazz forman parte de una comunidad que ama la m¨²sica sobre todas las cosas. La comunidad del jazz es muy igualitaria y la audiencia y los m¨²sicos forman parte del mismo mundo, mientras que en la m¨²sica cl¨¢sica y en el rock, los artistas hacen lo posible por mantenerse alejados de la audiencia.
P. Usted pasa de Vivaldi a los Who y a Jean-Luc Ponty. ?Existe alguna frontera que no est¨¦ dispuesto a traspasar?
R. Solo tengo dos barreras infranqueables: odio la m¨²sica country y el tipo de m¨²sica donde la gente hace como que toca un instrumento o que canta ante la c¨¢mara. No lo soporto. Se ve mucho de eso en televisi¨®n con gente como Madonna. El playback es una mierda. No est¨¢ mal tener algunos elementos grabados, pero si est¨¢s delante del p¨²blico, te jodes y tocas. No hay otra.
P. No se corta a la hora de bromear con el auditorio. ?Qu¨¦ importancia tiene el humor en su m¨²sica?
R. Para m¨ª es muy importante. En mi opini¨®n, m¨²sica seria no significa m¨²sica triste. Puedes pas¨¢rtelo estupendamente mientras est¨¢s tocando al m¨¢s alto nivel.
P. ?Y la pasi¨®n?
R. La pasi¨®n lo es todo. Sin pasi¨®n, lo que queda son ejercicios te¨®ricos. La m¨²sica y la vida no me interesan si es s¨®lo teor¨ªa. Tienes que conocer la teor¨ªa pero, sobre todo, tiene que haber pasi¨®n, y comunicaci¨®n.
P. Otro de sus signos distintivos es su imagen, muy poco convencional.
R. En la m¨²sica cl¨¢sica nunca he entendido el motivo por el que todo el mundo debe vestir la misma ropa, como si se hubieran puesto de acuerdo en hacerlo. Es algo que no me ayuda a mejorar mi m¨²sica, si acaso hace que sea peor. Por eso, desde el primer momento, he pasado de todo eso. Quiero vestir algo que me permita moverme y sostener el viol¨ªn de una forma natural, esa es la raz¨®n por la que llevo el mismo jodido traje desde hace 12 a?os. Pero debo confesarle algo, y es que, bajo mi ropa, siempre llevo la mejor prenda que nadie puede comprar: la camiseta de mi club de f¨²tbol, el Aston Villa.
P. D¨¦ a los lectores un motivo para ir a escucharle en su recital de Vitoria.
R. ?Porque se lo van a pasar muy bien! ?Le parece poco? Empezaremos tocando piezas de la era dorada del sello Blue Note, y de ah¨ª derivamos a algo m¨¢s personal y libre. Pero no tenemos un repertorio fijo. Lo importante, siempre, es el coraz¨®n.
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