?Qu¨¦ '?tica para Amador' en 2011?
Veinte a?os despu¨¦s el libro de Fernando Savater, verdadero fen¨®meno editorial, sigue planteando las preguntas que el autor quiso responder en 1991 a su hijo adolescente
Hay algo de solar en el aspecto de Fernando Savater (San Sebasti¨¢n, 1947); en su f¨ªsico y en lo que piensa. Ayer, a mediod¨ªa, celebrando en los cursos de El Escorial los 20 a?os de la publicaci¨®n de ?tica para Amador (Ariel), parec¨ªa que el fil¨®sofo ahora jubilado (y en activo) se acercaba m¨¢s a los a?os de su hijo, el adolescente para el que escribi¨® ese libro, que a los que tiene en su ahora m¨¢s a?ejo carnet de identidad.
"?Yo no quiero ser conmemorado!". Pero le armaron una conmemoraci¨®n, y fue a ella ataviado como fue siempre a los sitios: gafas de colorines, camisa el¨¦ctrica, dispuesto a hablar de ese libro como si lo quisiera convertir en una carta de batalla sobre lo que entonces nadie pensaba que ser¨ªan preguntas ¨¦ticas de esta hora exacta de la vida.
Sobre el 15-M: "?Que los pol¨ªticos no nos representan? ?Pues claro que lo hacen!"
"Si no educamos en los valores, todo ser¨¢ un pandem¨®nium de frases huecas"
As¨ª que cuando termin¨® de hablar de lo que le dijo entonces a Amador le pregunt¨¦ qu¨¦ asuntos que eran ignotos forman parte de su preocupaci¨®n actual.
Y lo primero que respondi¨® fue que le asombra que se haya convertido "en dogma" que la gente pueda descargarse "lo que es ajeno, lo que pertenece a los creadores". ?l dijo hace meses que no roban teatro de la red "porque el teatro no se puede descargar". Y ahora dice: "Me impresiona que la juventud actual acepte que la cultura es gratis total, que los creadores no merezcan remuneraci¨®n. Y me impresiona, en efecto, que acabar con los derechos se establezca como un dogma".
Le aturde tambi¨¦n "que se trate de desvirtuar el car¨¢cter de ¨¢gora que tiene la pol¨ªtica, y que se trate de conducir ¨¦sta como si un piloto autom¨¢tico pudiera conducir la representatividad pol¨ªtica de la poblaci¨®n". "?Que no nos representan, dicen, c¨®mo que no nos representan! Los pol¨ªticos nos representan, pero depende de nosotros que nos representen como es debido. Pero nos representan, vaya que si nos representan".
Cuando escribi¨® ?tica para Amador buscaba explicar lo que Isaiah Berlin dec¨ªa sobre la diferencia que hay entre el salvaje y el civilizado: "El civilizado da su vida por valores en los que no cree del todo". De los valores hablaba, y de los valores sigue hablando. "No han cambiado". Pero se han desinflado. Se diluy¨® la Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, porque unos creyeron que iba demasiado lejos y otro "no se atrevieron" a usarla como un arma a favor de los valores.
As¨ª que la ¨¦tica, "que no es un sustitutivo de la religi¨®n", se fue diluyendo y ahora es como un engrudo en el que cualquiera mete mano. Savater es un laico rabioso, irreductible. "Las sociedades democr¨¢ticas han de ser laicas", dijo. "La intromisi¨®n de la Iglesia [m¨¢s que de las religiones] expulsa la raz¨®n del ejercicio de la ¨¦tica, y esta sufre las consecuencias, en la escuela, en la convivencia, en la democracia. ?Democracia perfecta? Claro que no la hay. Pero, ?qu¨¦ es perfecto? Nada es perfecto; pero solo el esp¨ªritu cr¨ªtico (en la educaci¨®n, en la cultura, en la pol¨ªtica) convierte en posible y ¨²til esa imperfecci¨®n democr¨¢tica".
Todo el mundo sabe que Savater adora las carreras de caballos. Pues escuch¨¢ndole parece que va al galope, subido a la cabalgadura antigua de la ¨¦tica como si, 20 a?os despu¨¦s, la estuviera estrenando ante j¨®venes que ya no son Amador. "La escuela es para aprender; nadie va aprendido a la escuela; todos adoctrinamos; la ense?anza de la ¨¦tica es una obligaci¨®n de la escuela; los adversarios de la sociedad democr¨¢tica son los que quieren desvirtuar la ense?anza de la ¨¦tica, equipar¨¢ndola con cualquier otra ense?anza, incluida la ense?anza de la religi¨®n".
?C¨®mo no explicar que la ¨¦tica crea conciencia de ciudadanos responsables y libres! Savater se exalta, con ese humor que ha convertido su escritura en un estilete para dar mandobles a los que suponen que en la escuela no se debe adoctrinar. "?C¨®mo que no! ?Igual que adoctrinamos a los ni?os para que no se coman los enchufes! Siempre habr¨¢ alguien que diga: 'Es que me est¨¢ usted comiendo el coco'. ?Pues algo habr¨¢ que comer!".
Le dijeron que quiz¨¢ ser¨ªa bueno que la ¨¦tica dejara a los chicos libres para desarrollar sus propios criterios, "para ser ellos mismos". ?Pero qu¨¦ dice usted! "?O sea", se plante¨® Savater, "que en Geograf¨ªa tambi¨¦n debemos dejar que los muchachos decidan en asamblea cu¨¢l ha de ser la capital de Francia? ?Que vengan a clase y aceptemos que digan, por ejemplo, Andorra, capital Par¨ªs?".
Contra todos los t¨®picos, el autor de Contra las patrias atrajo hacia el debate las diatribas sobre el 15-M y los acampados. Y ah¨ª fue insobornable en su disgusto ante los lugares comunes: es muy f¨¢cil, vino a decir, dar gusto a todas las reivindicaciones, incluidas las que anulan las reivindicaciones de la pol¨ªtica. Pero es mejor rebuscar en los valores para conducir a la pol¨ªtica al espacio que merece en la sociedad. Y ni el pol¨ªtico debe aceptar cualquier respuesta complaciente ante las reivindicaciones en las que no cree, "ni el educador ha de ser siempre simp¨¢tico".
La cabalgadura de Savater no era complaciente, no lo fue. En esta sociedad, sostiene, "hay que reivindicar el inter¨¦s por la educaci¨®n; y los ciudadanos han de ser conscientes de aquello que dec¨ªa Marco Aurelio: todos estamos condenados a nuestros semejantes, ed¨²calos o pad¨¦celos". "Pero si no somos capaces de educar en los valores, terminaremos envueltos en un pandemonium de frases huecas en las que nadaremos con la complacencia de los que estamos siendo agasajados por los aplausos f¨¢ciles de las sociedades animadas por la unanimidad".
Savater cree que "todo se cura en parte con la educaci¨®n". Y todo mejora, explic¨®, en la semejanza. "Lo que nos asemeja nos hace mejores. ?Es mentira que las diferencias nos favorezcan!". Le pregunt¨¦ cu¨¢l ser¨ªa hoy la virtud m¨¢s grande que le pudiera aconsejar a un chico que ahora ya no podr¨ªa ser otra vez Amador: "Ahora el mayor valor, la gran virtud, es la paciencia".
Nadie lo dir¨ªa, viendo a Savater 20 a?os mayor pero corriendo como un caballo lleno de ideas.
Cinco acercamientos a una obra que marc¨® una ¨¦poca
VICTORIA CAMPS: "Lo entienden los alumnos y da ideas a los profesores"
"Savater acert¨® a dar a los profesores de ense?anza media un instrumento para ense?ar ¨¦tica cuando no hab¨ªa manuales adecuados. Supo escribir un libro que entienden los alumnos y da ideas a los profesores porque explica la ¨¦tica de forma clara y conectada con los problemas de la gente. Estoy muy a favor de la vulgarizaci¨®n de la filosof¨ªa. Si no hacemos el esfuerzo de explicarla con claridad, solo servir¨¢ para dar vueltas a algo que no saldr¨¢ de los c¨ªrculos acad¨¦micos".
JAVIER GOM?: "Demuestra que las abstracciones tienen aplicaci¨®n pr¨¢ctica"
"?tica para Amador tiene todo lo bueno de la filosof¨ªa mundana, en el mejor sentido. Es decir, la visi¨®n de un hombre inteligente, culto y moderno que desarrolla su propio pensamiento y demuestra que ideas que tienen un origen abstracto pueden tener tambi¨¦n una aplicaci¨®n pr¨¢ctica, ¨¦tica y educativa de primer orden. Es un libro tan ¨²til para un fil¨®sofo profesional como para un muchacho que quiera formar su conciencia cr¨ªtica".
DANIEL INNERARITY: "Por fin un libro que no identifica ¨¦tica y prohibici¨®n"
"Mi primera impresi¨®n de lectura fue: por fin un libro de ¨¦tica que no habla solo de obligaciones sino que las sit¨²a en un contexto de emancipaci¨®n; descubri¨® que la ¨¦tica no solo describe un sombr¨ªo panorama de prohibiciones sino algo gozoso que, l¨®gicamente, incluye deberes. ?Divulgaci¨®n? Si hoy aparecieran algunos de los textos del canon filos¨®fico, de Plat¨®n a Wittgenstein, muchos especialistas los despreciar¨ªan como ligera divulgaci¨®n".
MANUEL CRUZ: "Una gran capacidad para conectar con el lector"
"?tica para Amador fue un proyecto necesario y envidiable. Hay que buscar a los lectores donde quiera que est¨¦n y no quedarse en un academicismo tradicional. La capacidad comunicativa de la escritura filos¨®fica de Savater es ejemplar y su capacidad de conectar con el lector, asombrosa porque en el fondo habla de las grandes preguntas de la vida. Doy fe del resultado. Mi hija ley¨® sus libros en el bachillerato y se convirti¨® en fan".
ALBERTO MANGUEL: "Nos ense?a que no somos inocentes, que hay que elegir"
"El ensayo de Savater fue una de las primeras manifestaciones de algo que luego se ha convertido en todo un g¨¦nero: hablar de padre a hijo sobre un tema esencial. Dos cosas me marcaron cuando lo le¨ª. La cita de Stendhal con la que termina y que no conoc¨ªa -'Vivir tratando de no odiar'- y la idea de elecci¨®n: no somos inocentes, las circunstancias no determinan del todo nuestras acciones, debemos elegir en cada momento. Muchas cosas dependen de nosotros".
Babelia
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