Un 'shostak¨®vich' que har¨¢ ¨¦poca
'La nariz' cosecha un triunfo apabullante en el festival de Aix-en-Provence
Una de las bazas de las que dispone un festival l¨ªrico para gratificar a su p¨²blico es la capacidad de sorprender. En la 63? edici¨®n del que se celebra cada verano en Aix-en-Provence lo inesperado ha surgido una y otra vez. Curiosamente la convocatoria l¨ªrica provenzal es de las que juegan siempre sobre seguro en lo art¨ªstico y organizativo. De hecho, parten con las cuentas bien claras, como si todo estuviese controlado hasta el ¨²ltimo de los entresijos. El presupuesto est¨¢ definido al detalle: 18,5 millones de euros, distribuidos en un 49,7% para la creaci¨®n art¨ªstica, un 24,3% para gastos de estructura y un 26% para explotaci¨®n, recuper¨¢ndose un 33,5% por billeter¨ªa, un 34,6% por subvenciones, un 26,5% por mecenazgo y el resto por conceptos varios, especialmente por derechos de radio y televisi¨®n. El n¨²mero de plazas ofertadas est¨¢ tambi¨¦n controlado al m¨¢ximo, para que los aficionados al control del gasto saquen las pertinentes conclusiones. Este a?o son 81.779 localidades en total, de las cuales 33.543 est¨¢n reservadas a la ¨®pera, y de ellas un 36% por debajo de los 55 euros.
William Kentridge firma una direcci¨®n esc¨¦nica delirante de ritmo y fantas¨ªa
No era previsible en este clima de control exhaustivo que estuviese a punto de cancelarse la primera representaci¨®n de Acis y Galatea, de Haendel, el pasado s¨¢bado en el dominio campestre del Grand Saint-Jean, y mucho menos que el motivo fuese la invasi¨®n de la zona por un centenar de caravanas de evang¨¦licos que iban de excursi¨®n y quer¨ªan gozar de las bondades del paisaje, ajenos por completo a la existencia de un festival con tanta historia detr¨¢s. Al final se lleg¨® a un acuerdo, pero cost¨® lo suyo.
El gran sorpres¨®n oper¨ªstico de este a?o ha sido la representaci¨®n de La nariz, de Shostak¨®vich, con Kazushi Ono al frente de los cuerpos estables de la Opera de Lyon, un reparto vocal mayoritariamente ruso y una direcci¨®n esc¨¦nica del artista sudafricano William Kentridge absolutamente delirante y llena de fantas¨ªa, ritmo y belleza pl¨¢stica que obtuvo una de las mayores ovaciones a un equipo teatral que yo he visto nunca en un teatro l¨ªrico.
La coproducci¨®n del Metropolitan de Nueva York, Aix y Lyon es sencillamente fabulosa y vuelve a poner en primer plano la importancia de la ¨®pera como lugar de encuentro entre teatro, m¨²sica, belleza pl¨¢stica y canto. Kentridge tiene estos d¨ªas un par de exposiciones en la ciudad, de las cuales es especialmente reveladora la que est¨¢ en el Atelier C¨¦zanne con un imaginativo retrato de Shostak¨®vich incluido, y con un v¨ªdeo que muestra los secretos de alcoba, es decir, la manera en la que compone las figuras gracias al movimiento.
La segunda gran sorpresa vino con el estreno mundial de la ¨®pera Thanks to my eyes, del compositor Oscar Bianchi (Mil¨¢n, 1975) a partir de Gr?ce a mes yeux, de Jo?l Pommerat, autor tambi¨¦n de la puesta en escena. La ¨®pera, que cont¨® con la inestimable aportaci¨®n del Ensemble Modern de Fr¨¢ncfort, dirigido por Franck Ollu, y de un equipo de cantantes-actores fuera de serie, derrocha a manos llenas misterio, poes¨ªa y magnetismo en el desarrollo de una historia llena de enigmas en el l¨ªmite de la realidad y la enso?aci¨®n, y con la condici¨®n humana siempre en el punto principal de mira. La ¨®pera se ver¨¢ en el teatro de La Zarzuela de Madrid el pr¨®ximo junio dentro del ciclo operadhoy.
Los aficionados de siempre tuvieron su noche con una nueva producci¨®n de La traviata, de Verdi, en la que el foco de atenci¨®n gravit¨® alrededor de Natalie Dessay, que puso, dig¨¢moslo de entrada, al p¨²blico en pie por su inquietante y sensible construcci¨®n del personaje de Violetta. No fue demasiado fina la direcci¨®n de Louis Langr¨¦e al frente de la London Symphony y se mantuvo la puesta en escena de Jean-Fran?ois Sivadier en el terreno de las buenas intenciones, sin lograr traspasar esa frontera entre la vida y el teatro que pretend¨ªa. T¨¦zier, como Germont, y Castronovo, como Alfredo, cumplieron, pero la gran triunfadora fue Natalie Dessay para gozo absoluto de los amantes de los divos del canto en estos tiempos de hegemon¨ªa teatral.
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