Se exhibe el arca perdida
El Museo de Arqueolog¨ªa rinde un homenaje a Indiana Jones en el 30 aniversario del aventurero del cine
"?Nazis... odio a esos tipos!", la frase de Indiana Jones reson¨® ayer de manera ins¨®lita entre las paredes del Museo de Arqueolog¨ªa de Catalu?a, en Barcelona, mientras soldados en uniforme alem¨¢n pululaban por las salas y el propio Indy andaba de aqu¨ª para all¨¢ asom¨¢ndose a sus cosas. Porque, distribuidos en diferentes lugares del museo se exhiben, ?oh, milagro!, los objetos por los que tanto ha porfiado Indiana Jones a lo largo de su carrera: la calavera de cristal, la cruz de Coronado, el bast¨®n de Ra de Tanis, la piedra Sankara -"Fortune and glory, kid. Fortune and glory"-, ?el santo Grial! y la mism¨ªsima Arca de la Alianza. Por un momento, pareci¨® que el Museo de Arqueolog¨ªa de Catalu?a no ten¨ªa parang¨®n en el mundo, ni Metropolitan, ni Louvre, ni British Museum...
Las salas del centro acogen r¨¦plicas de los famosos objetos de los filmes
Desgraciadamente, se trata de r¨¦plicas: el arca perdida sigue, como es sabido, en alg¨²n rinc¨®n del almac¨¦n del ?rea 51 y el Santo Grial lo conserva el caballero templario en el templo secreto del ca?¨®n de la media luna... El museo barcelon¨¦s exhibe las copias (y ayer en la inauguraci¨®n de la iniciativa al Indiana y a los nazis de mentirijillas) en un simp¨¢tico juego que pretende a la vez homenajear al protagonista de una de las grandes sagas de aventuras cinematogr¨¢ficas en su 30 aniversario (s¨ª, 30 a?os ya de En busca del arca perdida, no somos nada) y atraer p¨²blico a sus dependencias. El homenaje incluye una charla sobre las localizaciones de las aventuras de Indiana y la proyecci¨®n de las cuatro pel¨ªculas del ciclo.
Tiene gracia porque a la entrada te dan un mapa para que busques por las salas los objetos centrales de las pel¨ªculas de la serie, pese a aquella aseveraci¨®n del profesor Jones a sus alumnos: "Los arque¨®logos no seguimos mapas para encontrar tesoros enterrados y una X nunca, jam¨¢s marca el sitio". Es lo que piensan a su vez, parad¨®jicamente, los responsables del museo, pero por una vez han permitido que la imaginaci¨®n m¨¢s l¨²dica invada el venerable centro y, realmente, solo por la imagen ya vale la pena. ?Indiana Jones en el Arqueol¨®gico!
Buscando una cierta coherencia tem¨¢tica o formal el Arca de la Alianza ha sido ubicada en las salas de Prehistoria; la cruz de Coronado, junto a un tesoro visig¨®tico; la urna de Nurhachi codiciada por el g¨¢nster chino de Indiana Jones y el templo maldito, al lado de los vidrios romanos; el Grial, cerca de las copas neol¨ªticas del Argar (por su morfolog¨ªa). "No es f¨¢cil decidir en qu¨¦ secci¨®n situar los objetos de Indiana Jones", reconoci¨® una portavoz del museo. En una vitrina puede admirarse tambi¨¦n el sombrero fedora del h¨¦roe, su macuto y su l¨¢tigo.
En realidad, el museo no es el directo responsable de la singular exhibici¨®n. Lo que ha hecho es ceder su espacio a un grupo de fans de Indiana Jones, Ruben Produccions, que estaban muy ilusionados en poder mostrar su material sobre el personaje en un lugar tan adecuado -no hay que olvidar que el museo barcelon¨¦s es de la misma ¨¦poca, los a?os treinta, que las tres primeras aventuras de Indy-. ?Poco serio el asunto? El museo no teme a las cr¨ªticas porque est¨¢ claro que se trata de un sano divertimento y una buena iniciativa para promocionarse en estos tiempos de recortes presupuestarios. Adem¨¢s, subrayan, atra¨ªdos por Indiana Jones, los j¨®venes aprender¨¢n lo que hacen los arque¨®logos de verdad. "Que lo pases pipa no quita que adquieras conocimientos", sintetizaron. Y no hay que olvidar que son muchos los amantes de la arqueolog¨ªa e incluso los profesionales de esa ciencia que deben el origen de su inter¨¦s y de su profesi¨®n al aventurero del sombrero y el l¨¢tigo.
Una consideraci¨®n final, te?ida de melancol¨ªa: nuestro Indiana Jones ya es, ay, objeto de museo.
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