Cabezonada ol¨ªmpica
Madrid volver¨¢ a competir por conseguir unos Juegos Ol¨ªmpicos. La decisi¨®n, anunciada esta semana por el alcalde Gallard¨®n, no ha despertado la unanimidad ni el entusiasmo de las dos anteriores intentonas. Este anuncio llega en un momento poco propicio para lanzar campanas al vuelo o adoptar ese tono triunfalista que la empresa requiere. Con la situaci¨®n econ¨®mica que vivimos costar¨¢ sacar pecho y decir al mundo que somos los mejores, los m¨¢s entusiastas y los m¨¢s guapos.
Primero tendremos que esforzarnos en cre¨¦rnoslo nosotros antes de hac¨¦rselo creer a los dem¨¢s. Quiero suponer que este aspecto negativo lo habr¨¢n tenido en cuenta antes de tomar la decisi¨®n tanto el alcalde como el portavoz del PSOE Jaime Lissavetzky, quien conoce bien los intr¨ªngulis ol¨ªmpicos por su prolongada experiencia como secretario de Estado para el Deporte. Lo cierto es que, a pesar de la corriente adversa, ambos han coincidido en tirar para adelante y tratar de lograr que los Juegos Ol¨ªmpicos de 2020 se celebren en Madrid. En el pasado intento, el de las Olimpiadas de 2016, Gallard¨®n vendi¨® uno de los lemas m¨¢s rompedores pero a la vez arriesgados que podr¨ªan imaginarse. Se dijo entonces que Madrid ten¨ªa "una corazonada". Tanto lo repitieron y jalearon que mucha gente hizo suya esa "corazonada", hasta el extremo de no poner en duda que nuestra capital se llevar¨ªa en Copenhague el gato al agua.
Unos Juegos Ol¨ªmpicos siempre constituyen un revulsivo enorme para una ciudad
Recuerdo bien lo mal que lo pas¨¦ entonces para explicar, sin parecer un madrile?o descastado, que al menos mi coraz¨®n no sent¨ªa nada especial que permitiera pensar en el triunfo de la candidatura de Madrid. Nunca vi claro que se dieran los elementos para alterar esa regla ol¨ªmpica no escrita de la alternancia de continentes que en aquella circunstancia tanto nos perjudicaba. Al final, y aunque hubo emoci¨®n y quedamos los segundos, el 2016 se fue para R¨ªo de Janeiro y nos vinimos de Dinamarca con el coraz¨®n partido como cuatro a?os antes nos sucediera en Singapur. Ahora, tal y como est¨¢ el patio y sin un duro en las arcas municipales ni en las del Estado, lo de 2020 m¨¢s que una "corazonada" bien podr¨ªa parecernos una "cabezonada". Un empe?o obsesivo de obtener lo que se nos neg¨® en aquellos tiempos en que nos sent¨ªamos poco menos que los amos del mundo. Entiendo, por tanto, las dudas. Son, sin embargo, apreciaciones que no tienen en cuenta circunstancias objetivas que favorecen realmente las posibilidades de que Madrid se haga con esos Juegos Ol¨ªmpicos. No solo Espa?a est¨¢ en crisis, medio mundo se aprieta el cintur¨®n y mientras que a?os atr¨¢s la lista de aspirantes era larga y competitiva, la de ahora asusta bastante menos. En ella estaban Tokio y Durban, pero tal y como van las cosas es m¨¢s que probable que los Juegos vuelvan a Europa.
Y aqu¨ª en Europa, hasta hoy, solo Roma y Estambul han dicho esta boca es m¨ªa. Aunque no es un factor que la descarte, la capital italiana ya tuvo Juegos Ol¨ªmpicos. Le perjudica a¨²n m¨¢s el protagonismo que tiene Silvio Berlusconi como gran impulsor de la candidatura. Il Cavalieri no est¨¢ precisamente en horas altas, ni ante su pa¨ªs ni ante el mundo. Estambul, por su parte, presentar¨ªa un buen cartel como primera ciudad ¨¢rabe en montar unos Juegos si no fuera porque, seg¨²n los expertos, est¨¢ lejos de cumplir las exigencias b¨¢sicas del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional.
Madrid en cambio pas¨® en su d¨ªa todos los ex¨¢menes habidos y por haber y su comparecencia supone todo un recital de perseverancia, actitud muy valorada en el COI. Es verdad que andamos tiesos de dinero, pero gracias a los intentos anteriores casi el 80% de las infraestructuras que requiere una Olimpiada est¨¢n realizadas. Habr¨¢ que estudiar detenidamente el modelo de financiaci¨®n para lograr un proyecto ol¨ªmpico con un gasto m¨ªnimo, apoyado en la inversi¨®n privada como pretenden.
Es de suponer que para cuando se tome la decisi¨®n, las condiciones econ¨®micas ser¨¢n mejores que las de ahora, y hasta 2020 quedan nueve a?os. Unos Juegos Ol¨ªmpicos siempre constituyen un revulsivo enorme para una ciudad y Madrid bien lo merece. A pesar del des¨¢nimo, la decisi¨®n tomada en la Casa de la Villa es la correcta. La de 2020 ser¨¢ la mejor ventana de oportunidad que Madrid ha tenido para ser ol¨ªmpica. Vale la pena la cabezonada.
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