Gerardo Ant¨®n, 'Pinto', una vida de lucha por la justicia
Aunque haya fallecido el 8 de julio, Gerardo Ant¨®n Garrido, Pinto (Aceituna, C¨¢ceres 1917), no se ir¨¢ nunca de este mundo mientras en ¨¦l exista la injusticia. Se lo llev¨® de la vida un infarto, pero eso es poco para rendir la voluntad de un guerrillero. A un guerrillero republicano y antifranquista como Pinto se le vence de otra manera o su memoria quedar¨¢ viva para siempre: como no le mataron entonces, ahora ya es imposible borrarlo de la n¨®mina de h¨¦roes que hicieron posible con su lucha sentar los cimientos de esta democracia.
Pinto era una persona que irradiaba nobleza y una cierta ingenuidad; a sus a?os a¨²n cre¨ªa que podr¨ªa convencer a esta sociedad para que su cultura democr¨¢tica tuviera mejores fundamentos.
El veterano maquis defendi¨® toda su vida la causa republicana
Era testigo vivo de una historia com¨²n ya recogida en libros, art¨ªculos, entrevistas, congresos acad¨¦micos y hasta novelas. De muchacho fue pastor. A la entrada de los militares golpistas en 1936 en su pueblo, intent¨® huir al monte, pero hubo de regresar y fue alistado a la fuerza en el ej¨¦rcito franquista. En 1944 consigui¨® unirse a la resistencia armada en la sierra, primero como enlace, luego coordinando enlaces y puntos de apoyo en un gran territorio extreme?o, despu¨¦s como contacto con el centro guerrillero en Madrid y por fin, tras ser descubierto por la Guardia Civil, como guerrillero en activo. Fue miembro de la partida del c¨¦lebre maquis Pedro Jos¨¦ Marquino Monje, El Franc¨¦s, de la 12? divisi¨®n guerrillera de C¨¢ceres.
Exiliado ya en Francia, tuvo la m¨¢s dura experiencia para un guerrillero: la ocultaci¨®n de su lucha en Espa?a. Hubo una ¨¦poca en la que incluso lleg¨® a tener que vivir en la calle en Par¨ªs; sali¨® adelante trabajando sobre todo en la construcci¨®n.
Al acabar la dictadura regres¨® a Espa?a. Envuelto en su bandera republicana, y sin dejar nunca su pertenencia al Partido Comunista, dedic¨® los siguientes treinta y seis a?os de su vida a la reivindicaci¨®n de la memoria republicana y guerrillera junto a sus compa?eros.
Ha sido uno de los m¨¢s eficaces luchadores por la memoria, ha recorrido cientos de institutos de secundaria, casas de cultura, instituciones acad¨¦micas, barrios populares, ciudades y regiones, hablando a todos de esa memoria republicana, de aquellos ideales rebeldes, de aquellas luchas a muerte por la democracia y las libertades.
Form¨® parte, hasta su fallecimiento, de la Junta Directiva de la Asociaci¨®n Archivo de Guerra y Exilio, y particip¨® en encuentros, trabajos, caravanas de la memoria junto a sus compa?eros guerrilleros; a todas partes iba envuelto en la digna bandera de la Rep¨²blica. No falt¨® a ninguna convocatoria, manifestaci¨®n, acto p¨²blico en el que pudiera hacer o¨ªr la voz de la dignidad de sus ideales.
Queda de ¨¦l el vivo recuerdo de todos sus compa?eros de entonces y de ahora, de todos los amigos que le apoyamos en sus iniciativas, que le agradecimos su generosidad en todas las causas nobles; quedan los libros de memorias, estudios acad¨¦micos, novelas, un digno y peque?o monumento en Torrej¨®n el Rubio (C¨¢ceres), asaltado a los pocos d¨ªas de su inauguraci¨®n, documentales y su voz republicana, revolucionaria, siempre viva y potente, a pesar de la emoci¨®n que le embargaba especialmente cuando dec¨ªa a los m¨¢s j¨®venes: "Siempre guerrilleros, nunca bandoleros"
Querido compa?ero Pinto, amigo y luchador entra?able y bueno, seguiremos luchando en tu nombre por el reconocimiento jur¨ªdico del ej¨¦rcito guerrillero antifranquista y por hacer posible el memorial que tanto te hubiera gustado ver.
Dolores Cabra es secretaria general del Archivo de Guerra y Exilio.
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