Oskorri recupera las danzas vascas del siglo XVIII

El folclorista Juan Ignacio de Iztueta edit¨® en 1827 las partituras de las danzas guipuzcoanas que recordaba de su infancia y ya hab¨ªan desaparecido barridas por nuevas modas que arrastraba la Revoluci¨®n Francesa. La publicaci¨®n, reeditada un siglo m¨¢s tarde, cay¨® en el olvido hasta que en forma de partituras sueltas, pruebas de imprenta con anotaciones manuscritas, lleg¨® a las manos de Nacho de Felipe, el l¨ªder de Oskorri. Despu¨¦s de casi 40 a?os, las melod¨ªas recopiladas por Iztueta han sido recuperadas por Oskorri en el disco Dantza kontra dantza, que reune catorce versiones de la m¨²sica para baile que era popular en los pueblos de la Guipuzkoa del siglo XVIII.

No se trata de la labor acad¨¦mica de expertos en m¨²sica antigua, advierte De Felipe, sino de versiones libres con el sello Oskorri. "Hemos respetado las melod¨ªas y las hemos trabajado con los ritmos y las armon¨ªas que nos vino en gana", dice. "El que no est¨¦ de acuerdo con el resultado que haga su versi¨®n. No nos vamos a enfadar".

De Felipe asegura que el trabajo sobre las viejas partituras de Iztueta ha sido complejo, "el m¨¢s profundo de la larga trayectoria de Oskorri", subraya. En las melod¨ªas se reconoce el mismo comp¨¢s (dos por cuatro). "No son danzas vascas, sino danzas que tomaron un formato particular en el Pa¨ªs Vasco. Todas proceden de un sustrato com¨²n que se encuentra en distintos puntos y llega a la Edad Media".

Pero Dantza kontra dantza es, sobre todo, un disco con m¨²sica para compartir y bailar en la calle. "Es un milagro que danzas perdidas hace tantos a?os vuelvan ahora a las plazas", se?ala. "Nuestra idea es resucitar estas melod¨ªas de un modo moderno y gozoso para los vascos de nuestro tiempo aficionados a la danza".

En el proyecto Dantza kontra dantza Oskorri ha colaborado con los dantzaris de Elizondo, en el Bazt¨¢n. Junto con el CD se ofrece un DVD que muestra las coreograf¨ªas de las 14 danzas e im¨¢genes de grupos danzando, grabadas en Vitoria, San Sebasti¨¢n, Bilbao, Pamplona y Bayona. Los pasos de las viejas danzas son f¨¢ciles, tan asequibles que cualquier bailar¨ªn pude ejecutarlos. De Felipe defiende que si un mont¨®n de gente se reune para cantar o bailar habr¨¢, seguro, qui¨¦n lo haga bien. El resto puede ocultar su escasa pericia en el colectivo. "Son danzas que ofrecen la posibilidad de entrar en el juego",