Moulinsart en am¨¦rica
No es la primera vez que Tint¨ªn, el intr¨¦pido reportero creado por Herg¨¦ en 1929, da el salto a la gran pantalla, pero el proyecto comandado por Steven Spielberg y Peter Jackson puede ser la aventura m¨¢s importante para el joven de flequillo rebelde y sus compa?eros. Y eso que parece dif¨ªcil que algo arredre todav¨ªa a estos personajes: Herg¨¦ consigui¨® que su creaci¨®n se convirtiese en el referente inconfundible del c¨®mic francobelga y de un concepto juvenil del g¨¦nero aventurero que trascendi¨® las p¨¢ginas de los tebeos para reconvertirse en un icono cuya influencia desbord¨® el propio territorio del c¨®mic.
Herg¨¦ / Tint¨ªn, ya una unidad indisoluble, se proyectaron como un estilo propio narrativo y, sobre todo, como un inconfundible grafismo que encontrar¨ªa su propio movimiento —la llamada l¨ªnea clara, que revolucionar¨ªa el tebeo europeo de los ochenta—, pero tambi¨¦n como una imagen poderosa que se convertir¨ªa pronto en la primera marca reconocible nacida del c¨®mic, en un incansable generador de mercadotecnia cuya rentabilidad superar¨ªa ampliamente al propio personaje.
Tint¨ªn, el personaje, forma parte del bagaje sentimental y personal de generaciones de lectores, pero Tint¨ªn?, la marca registrada, ha logrado formar parte de la est¨¦tica o el capricho de millones de compradores que ni siquiera hab¨ªan le¨ªdo un ¨¢lbum suyo en su vida. Un ¨¦xito comercial sin precedentes en el c¨®mic europeo, basado en el f¨¦rreo control sobre el reportero del mech¨®n y su perrito Mil¨², que Moulinsart S. A. —la sociedad responsable de los derechos del personaje tras la muerte de su autor, formada por su viuda Fanny Remi y por su actual marido, Nick Rodwell— ha ejercido de forma tan rigurosa como feroz. Una pol¨ªtica que ha conseguido una bien ganada fama de abusiva en su persecuci¨®n sin contemplaciones de cualquier atisbo de uso del legado de Herg¨¦, hasta el punto que no son pocos los que han renunciado a su pasi¨®n tintin¨®fila, hastiados por no poder expresar su sentimiento por el personaje.
P¨¢ginas web cerradas, libros denunciados, homenajes cercenados de ra¨ªz si no se adaptaban a sus requerimientos? la lista de damnificados es tan extensa como la rumorolog¨ªa sobre los excesos de una sociedad que, sin embargo, ha puesto alfombra roja a la pel¨ªcula de Spielberg y Jackson. No es para menos:m¨¢s all¨¢ de los logros t¨¦cnicos, el gran reto de la nueva encarnaci¨®n cinematogr¨¢fica de Tint¨ªn es lograr romper la barrera invisible que lo separa del p¨²blico anglosaj¨®n: pese a que ha vendido m¨¢s de 200 millones de ¨¢lbumes en casi medio centenar de lenguas, Tint¨ªn y Mil¨² podr¨ªan pasear tranquilamente por los EE UU sin ser reconocidos. Un mercado inmenso que podr¨ªa abrirse por fin a una previsible inundaci¨®n de merchandising variado, lo que provocar¨ªa que las ya de por s¨ª elevadas cifras de ganancia de Moulinsart S. A. se disparar¨¢n sin l¨ªmite. Un lucrativo negocio que quiz¨¢s, ya poco tiene que ver con las aventuras que dibujase Georges Remi, Herg¨¦.
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