Musulm¨¢n por un mes

Quiz¨¢ sea un poco tarde para este verano pero un plan para el que viene, o incluso para las Navidades, podr¨ªa ser viajar a Turqu¨ªa y convertirse en musulm¨¢n por un mes. As¨ª se llama el programa vacacional, dirigido a occidentales cristianos o no creyentes: Musulm¨¢n por un mes. Los que se apuntan (en su mayor¨ªa hasta la fecha norteamericanos e ingleses) aceptan sucumbir durante todo el viaje a las costumbres religiosas y sociales del islam. Rezan en la mezquita a las horas que corresponden, estudian el Cor¨¢n, ayunan, no beben alcohol y reducen dr¨¢sticamente el contacto con el sexo opuesto.

No pinta, a primera vista, como un plan para parejas en luna de miel pero puede tener su atractivo para aquellos cuyo romanticismo se extiende a la noci¨®n de que un mundo mejor s¨ª es posible. La idea, seg¨²n la fundaci¨®n tailandesa que organiza el programa, es acabar con los prejuicios, romper las barreras que inhiben el entendimiento entre las culturas, buscar las cosas que tenemos en com¨²n como seres humanos, no las que nos dividen, etc¨¦tera.

Seg¨²n he le¨ªdo (en la p¨¢gina web de la BBC, entre otros lugares), se baraja ofrecer tambi¨¦n la opci¨®n de ejercer de sij o de monje budista durante un breve periodo vacacional. Veo una oportunidad aqu¨ª para un emprendedor espa?ol. No, lo de los musulmanes, no. Vacaciones sin jam¨®n, ca?as o tintitos de verano... ?Para que no vamos a enga?ar? No, el plan consistir¨ªa en organizar intercambios entre cat¨®licos y ateos dentro de Espa?a. Los cat¨®licos, ateos por un mes; los ateos, cat¨®licos por un mes.

Quiz¨¢ habr¨ªa m¨¢s demanda entre los cat¨®licos que entre los ateos. Muchos ateos espa?oles ya tienen conocimiento, y de sobra, de lo que es la misa y los sacramentos. Varios no creyentes insisten, incluso, en que sus hijos hagan la primera comuni¨®n (hay cosas de los spanish que uno, por m¨¢s tiempo que viva aqu¨ª, no acaba de entender...), pero para un cat¨®lico podr¨ªa ser tentador ponerse en la piel durante un tiempo de alguien que no cree en el castigo divino. Pecados mortales por un mes es una consigna que una buena agencia de viajes deber¨ªa ser capaz de vender.

Pero los beneficios no ser¨ªan solo econ¨®micos. Fomentando el intercambio de fes, y de no fes, las dos Espa?as empezar¨ªan, por fin, a conocer sus respectivas culturas, diluyendo prejuicios, rompiendo barreras y ofreciendo incluso la lejana posibilidad de que alg¨²n d¨ªa se acabe con el chillido de sordos que define el panorama pol¨ªtico espa?ol.