Punk, Proust y Los Soprano
Jennifer Egan tiene 48 a?os, dos hijos, vive en un barrio residencial de Brooklyn y cuando sale a correr escucha Oding on heroin, de Negative Trend. Haber sido adolescente en San Francisco en los a?os setenta tiene estas cosas.
Treinta a?os despu¨¦s ha decidido narrar la escena donde se formaron grupos como The Nuns, Dead Kennedys o The Sleepers, por los cuales "sinti¨® fascinaci¨®n" aunque ella "nunca fuera punk". La protagonista de su novela, Sasha, tampoco; aunque s¨ª Bennie Salazar, su jefe, que conocemos ya como un lujurioso productor musical echando oro a su caf¨¦ para reavivar su libido. En un presente neoyorquino, Salazar busca the next big thing, escudado por la l¨²cida y clept¨®mana Sasha, mientras vemos c¨®mo el mismo Salazar se dej¨® explotar por otro s¨®rdido promotor, estilo Malcolm McLaren, en su juventud. A visit from the goon squad retrata una industria derrumb¨¢ndose y una sociedad que ha pasado de producir subculturas a robar de sus legados.
"El punk repudiaba todo lo que amaba de los a?os sesenta. Era muy seductor"
Desde su oficina en Brooklyn, donde reside entre "10 millones de escritores", Egan afirma tambi¨¦n ser carterista literaria. "El libro es una mezcla de Proust y Los Soprano". Con toda la gama de t¨¦cnicas posmodernas. Hasta hay un cap¨ªtulo en powerpoint sobre las pausas en las canciones de rock. Un buen resumen de un libro "obsesionado con el tiempo y la m¨²sica" y que ya est¨¢ en camino de convertirse en serie televisiva para la HBO.
Lo que Egan denomina "un ¨¦xito sorprendente entre los j¨®venes" le ha valido nada menos que el National Book Award y el Pulitzer, venciendo al medi¨¢tico Jonathan Franzen. En Espa?a, donde le robaron dos veces hace 25 a?os -"por ser rubia y obviamente extranjera"-, esta ser¨¢ su primera publicaci¨®n. Ediciones Min¨²scula lo edita en oto?o.
ep3. Su libro est¨¢ teniendo mucho ¨¦xito, pero cada vez que la entrevistan se muestra sorprendida. ?Por qu¨¦?
Jennifer Egan. No lo esperaba porque el libro tiene problemas serios. Me refiero a problemas de comercializaci¨®n. No es f¨¢cil de etiquetar. Hubo una extra?a buena suerte de que sus rarezas, justo en el momento en que se public¨®, coincidieran con los intereses del mundo editorial, del mundo cr¨ªtico.
ep3. Una buena met¨¢fora para el punk, ?no? ?Se siente identificada con su grito de rebeld¨ªa?
J. E. Lo segu¨ª de cerca y me sent¨ª identificada con esa actitud. Por entonces yo andaba obsesionada con los sesenta. Pero hasta eso me hizo apreciar el punk, que surgi¨® como reacci¨®n a la d¨¦cada anterior. ?Qui¨¦n no quiere ver lo que uno ama completamente repudiado? Era muy seductor.
ep3. Y la m¨²sica, ?le gustaba? ?Le sigue gustando?
J. E. Siempre me gust¨® Iggy Pop, aunque ¨¦l solo fue punk con The Stooges. No soy punk hoy, ?gracias a Dios! ?Qui¨¦n quiere ver el viejo rockero de 48 a?os que se resiste a crecer? Cuando escrib¨ª la novela, fue muy interesante averiguar lo que hacen hoy los m¨²sicos. La cantante de The Nuns trabaja ahora para un abogado matrimonialista en Nueva York.
ep3. A visit from the goon squad tiene muchas interrupciones narrativas, emplea una estructura que aplaza la satisfacci¨®n del lector. Tambi¨¦n est¨¢ el famoso cap¨ªtulo en powerpoint. ?Qu¨¦ tiene con las pausas? ?Acaso es fan¨¢tica del sexo t¨¢ntrico?
J. E. ?Ojal¨¢ te pudiera responder yo a eso! Soy muy impaciente. ?Preg¨²ntale a mi marido! La pausa me interesa porque subraya el paso del tiempo. Claro, depende de lo larga que sea; pero en una canci¨®n como Faith, de George Michael, ?son ni m¨¢s ni menos que tres segundos! Piensas que acaba, y luego viene esa oleada de alivio. Quiz¨¢ es eso lo que hace tan fabuloso el sexo t¨¢ntrico.
ep3. Pero ?ese recurso narrativo viene de mucho m¨¢s all¨¢ del pop?
J. E. S¨ª. Las novelas serializadas del siglo XIX lo tienen. Ninguna novela actual nos engancha como Dickens. El cine y la televisi¨®n, s¨ª. Cuando vi Pulp fiction de nuevo me di cuenta de cu¨¢nto me influy¨®. La pel¨ªcula es pura anticipaci¨®n y retenci¨®n. ?La copi¨¦ inconscientemente! Hasta tengo un personaje principal llamado Jules, ?igual que el de Samuel L. Jackson!
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