Noche flamenca, ma?ana de cachuelas
Badajoz redescubre su alcazaba y reinventa sus baluartes. Salas de conciertos, arquitectura contempor¨¢nea y un cl¨¢sico para valientes: desayunar h¨ªgado y manteca
El casco viejo de Badajoz est¨¢ entre dos murallas, una de piedra y otra de agua: el Guadiana. De la primera se conservan algunas partes, y este r¨ªo, como todo el mundo sabe, crece y decrece. Siete museos, una alcazaba, puentes, puertas, y fuentes, incontables caf¨¦s concierto y tabernas: en Badajoz todo est¨¢ a tiro de piedra.
9.00 La Tierra es plana
Es raro que en una ciudad todo el mundo te recomiende el mismo sitio para desayunar. Los pacenses lo hacen: el Venero (1) (avenida de Santa Marina, 49). Cafeter¨ªa algo destartalada (podr¨ªa decirse que vintage sin quererlo), a la orilla de r¨ªo, en la que se sirven desayunos tradicionales: migas, tostada con tomate y buen jam¨®n o, atenci¨®n, las cachuelas: mezcla de h¨ªgado y manteca de cerdo untado en pan, para los m¨¢s aguerridos. Aqu¨ª se empieza bien el d¨ªa o se acaba bien la juerga nocturna. Siguiendo el cauce del agua se llega a la alcazaba ¨¢rabe (2), encaramada al cerro de la Muela (donde origin¨® este asentamiento) desde el siglo IX y a la que la ciudad acaba de redescubrir y se esfuerza en restaurar. Aqu¨ª, en el palacio de los Condes de la Roca, est¨¢ el Museo Arqueol¨®gico Provincial (924 00 19 08). Alrededor de su patio mud¨¦jar se exhiben restos arqueol¨®gicos hallados en la provincia. Asomado a los muros de la alcazaba, el viajero domina las vast¨ªsimas llanuras que rodean la ciudad y piensa que al final era verdad: la Tierra es plana.
11.00 Terrazas y Espantaperros
Badajoz est¨¢ para caminarlo. Las callejuelas del casco viejo -que corren entre edificios bajos de colores tierra y pastel- son colonizadas en verano por hileras de terrazas. Muchas confluyen en la plaza de Espa?a (3), donde, entre los naranjos, se levantan la catedral de San Juan Bautista, con aspecto de fortaleza, y el Ayuntamiento. Rodeando el casco viejo se encuentran las diferentes puertas, como la Puerta de las Palmas (4), que fue la entrada principal de la ciudad y puesto de control de aduanas. Junto con la Torre del Espantaperros (5), que, sobria, octogonal y de estilo almohade, recuerda a la Torre del Oro de Sevilla, son s¨ªmbolos de la ciudad.
14.00 Almuerzo transfronterizo
Hay un trozo de Badajoz dentro de Portugal. ?D¨®nde comer? Preg¨²ntele a cualquier pacense: en Elvas, un pueblecito portugu¨¦s, detr¨¢s de la frontera, a solo seis kil¨®metros. El restaurante El Cristo (6) (Parque Piedade, Elvas, Portugal, 00 351 268 623 582) es sencillo, pero famoso por su mariscos y por el constante peregrinaje de los visitantes, algunos ilustres, hasta sus oce¨¢nicas bandejas de mariscos y dorado bacalao. Pero tampoco hace falta cambiar de pa¨ªs. En el coraz¨®n del casco viejo est¨¢ la Abacer¨ªa San Juan (7)-(Mel¨¦ndez Vald¨¦s 16, 658 47 67 16). Una abacer¨ªa era un establecimiento donde se vend¨ªan alimentos a granel, en el que, eventualmente, el abacero cocinaba una olla de sus productos para los clientes. Ahora, el restaurante tiene tres ambientes: barra para tapeo, comedor informal y comedor, digamos, elegante, en los que probar la lasa?a de venado con bechamel de pimientos, la carrillera de cerdo ib¨¦rico, o los arroces, todo regado por buenos vinos y buen flamenco.
16.00 Arte en el correccional
El camino que segu¨ªa la antigua muralla est¨¢ sembrado de los antiguos baluartes militares para la defensa de la ciudad. Ya superados por el crecimiento urbano, que extramuros se vuelve ca¨®tico e incomprensible (edificios diferentes sin orden ni concierto), se les ha sabido dar diferentes usos. El baluarte de Santiago, adem¨¢s de un parking p¨²blico, alberga en lo que eran los almacenes militares el Museo del Carnaval (8) (plaza de la Libertad, s/n; 924 207 467). La mayor fiesta de la ciudad (en febrero) es tal vez el tercer carnaval en importancia tras Tenerife y C¨¢diz. En el museo se puede comprobar el mimo con el que los habitantes se vuelcan cada a?o en la fiesta multicolor.
M¨¢s all¨¢, el baluarte de San Roque acoge la curiosa arquitectura del Palacio de Congresos Manuel Rojas (9) (Ronda del Pilar, s/n): un edificio circular rodeado por otra estructura conc¨¦ntrica, obra de Jos¨¦ Selgas y Luc¨ªa Cano. No en vano, aqu¨ª se erig¨ªa la plaza de toros, de infausto recuerdo: los fusilamientos franquistas, conocidos como la Matanza de Badajoz (1936), resonaron dentro del coso. El edificio nuevo fue elegido por el Museum of Modern Art de Nueva York como uno de los 53 edificios espa?oles significativos de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, junto con la T-4 de Barajas o el Reina Sof¨ªa de Madrid.
Tambi¨¦n de infausto recuerdo es la antigua Prisi¨®n Preventiva y Correccional, con modelo pan¨®ptico de Bentham, situada unos minutos hacia al sur. En ella se concentraba a los perseguidos por la Ley de Peligrosidad y Rehabilitaci¨®n Social franquista, es decir, los homosexuales en gran medida. Afortunadamente, hoy, tras su remodelaci¨®n, tiene un fin mejor: acoge el Museo Extreme?o e Iberoamericano de Arte Contempor¨¢neo (10) (Meiac, Virgen de Guadalupe, 7; 924 01 30 60; www.meiac.es), donde se muestra la obra de artistas iberoamericanos. El Museo Provincial de Bellas Artes (11) (Duque de San Germ¨¢n, 3; 924 24 80 34) de vuelta al centro, presenta un recorrido cronol¨®gico desde el siglo XVI centrado en la obra de pintores y escultores extreme?os. En su patio se celebran con frecuencia actuaciones musicales.
19.00 Ba?o ¨¢rabe y rollo 'indie'
Para refrescarse sin alejarse mucho: los ba?os ¨¢rabes Barak Al Hammam (12) (plaza de La Soledad, 14; 924 25 08 26; www.baraka-al-hammam.com). En una acogedora penumbra, las diferentes temperaturas del agua tienen efectos relajantes. Al final del recorrido se sirve un t¨¦, para salir ya definitivamente restituido. Antes de cenar, lo suyo es tomarse un refrigerio en el peque?o bar Zeke (13) (Mel¨¦ndez Vald¨¦s, 23), uno de los baluartes indies de la ciudad, donde se escucha m¨²sica alternativa de calidad con toques electr¨®nicos y se pueden ver muestras de los artistas m¨¢s modernos, y, si coinciden un showroom de dise?adores locales.
21. 00 Flamenco en las alturas
La Plaza Alta tambi¨¦n est¨¢ siendo redescubierta por los pacenses. Ah¨ª est¨¢ La Cacharrer¨ªa del Chupys (14), donde un cartel reza "Prohibido hablar de la cosa". La cosa en principio era la crisis, aunque ahora se usa para cualquier tema que aburra: aqu¨ª se viene a pasarlo bien. Se cenan buenos ib¨¦ricos y bacalao al cacharrero (a la plancha, con salsa de ajo y aceite), homenaje a la cercana gastronom¨ªa lusa. Los jueves hay conciertos de aut¨¦ntico flamenco que suelen acabar con unos y otros arranc¨¢ndose al cante o al baile.
23.00 Ciudad de conciertos
En Badajoz gustan los conciertos. La Sala Mercantil (15) (Zurbar¨¢n, 10; www.salamercantil.com; 924 22 06 91) es un amplio espacio dedicado a los sonidos m¨¢s rockeros, mientras que la Sala Aftas¨ª (16) (Alonso C¨¦spedes 9, bajo; www.salaaftasi.com; 924 24 92 49) hace lo propio con los sonidos pop y alternativos. El club Aftas¨ª (17) (Virgen de la Soledad, 3), hermano de la sala, es una opci¨®n para unas copas al ritmo de disc jockey. Y para salir hasta tarde, el Chat Noir (18) (Francisco Pizarro, 19) ofrece m¨²sica electr¨®nica hasta bien entrada la madrugada. Si llegan al desayuno podr¨¢n volver a degustar de nuevo esa indescriptible mezcla de h¨ªgado y manteca de cerdo, las tradicionales cachuelas. Suerte.
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