Leonardo Hern¨¢ndez, triunfo leg¨ªtimo

Noble y con clase la corrida de Capea. Todo un lujo. Aguant¨® sin rechistar. Tuvo pies cuando debi¨® tenerlos y temple en todo momento. Ese son cl¨¢sico de los murubes: calidad con denominaci¨®n de origen. El primero se lanz¨® espectacularmente al callej¨®n nada m¨¢s pisar el ruedo, ante el burladero de capotes; el sexto se doli¨® en la primera farpa. Fueron los ¨²nicos detalles feos de una gran corrida. Mas no import¨®, al momento tanto el que abri¨® la corrida como el que la cerr¨® mantuvieron el gran nivel del resto. Corrida, adem¨¢s, de enorme volumen, con dos toros por encima de los 600 kilos, el tercero con 627. El que menos pes¨®, el primero, con 560. No acusaron los kilos. Pareci¨®, incluso, que tal envergadura favoreciera su exquisito temple.

El triunfador de la tarde, despu¨¦s de contar al ganadero, fue Leonardo Hern¨¢ndez. Con OH 31, Quieto y Xarope, lidi¨® al segundo. Discreto en las dos farpas de recibo, templ¨® y quebr¨® con autoridad en banderillas. Dos de las cortas, en trenza, lanzaron la faena que tuvo un remate feliz con la espada. Al quinto, con Burladero de salida, le clav¨® una primera farpa muy trasera y a velocidad de v¨¦rtigo. No midi¨® y hubo de clavar como pudo para no pasar en falso. En el segundo rej¨®n la cosa toc¨® fondo: el toro le tropez¨® de lleno el caballo y el p¨²blico mostr¨® su disgusto. Se puso de cara la situaci¨®n en banderillas, montando a Verdi. Un gran quiebro en el centro del ruedo levant¨® ovaciones. Otro casi igual, m¨¢s hacia el tercio, confirm¨® la faena. Con Xarope culmin¨® la obra: un par a dos manos y tres cortas en noria.

Mala suerte de Leonardo Hern¨¢ndez. Dos lecciones de rejoneo que se malograron con la espada. La del primer toro, una verdadera exhibici¨®n de monta y ejecuci¨®n. Pena que no matara. Manzanares alcanz¨® momentos interesantes con otros que denotan su periodo todav¨ªa de formaci¨®n. Digno debut.