?Vacaciones ya!
Nunca fueron tan necesarias unas vacaciones como en esta ocasi¨®n, deber¨ªamos irnos todos lo antes posible para intentar frenar esta cascada catastr¨®fica de acontecimientos de ¨²ltima hora. Y, desde luego, con muy poco equipaje, porque todav¨ªa no consigues cerrar la maleta cuando se te cuela dentro una hambruna asesina en Somalia, la bomba de odio de fabricaci¨®n noruega lanzada por un pluriempleado de la fobia, los mercados de poder empe?ados en ahogar las pol¨ªticas de bienestar, presidentes que dimiten para ocupar un sitio en el libro de los m¨¢rtires, y as¨ª sucesivamente. Sabido es que el exceso de equipaje se paga muy caro en estos tiempos, por eso lo mejor es marcharse cuanto antes y con las manos en los bolsillos.
Dec¨ªa un viejo psicoanalista que despu¨¦s de una cat¨¢strofe y antes de la reconstrucci¨®n es necesario desescombrar. Eso era f¨¢cil decirlo antes, pero ahora con la velocidad de los acontecimientos y la carest¨ªa de los materiales, la ¨²nica posibilidad es volver a reciclar los escombros para dejar un poco aparente la fachada y poco m¨¢s. Como aparente es la reconstrucci¨®n de los ¨²ltimos d¨ªas y las ¨²ltimas horas del presidente Camps, que lleva camino de competir con la pel¨ªcula sobre la crisis de los misiles cubanos, pero sin Kevin Costner. Lo ¨²nico cierto aqu¨ª est¨¢ en las propias palabras de dimisi¨®n de Camps, donde repite en varias ocasiones el origen del mal que adjudica vagamente a un sistema brutal, a los que han utilizado este brutal sistema, a que hoy pierden para siempre los del sistema brutal y as¨ª sucesivamente. Es dif¨ªcil saber en qu¨¦ estar¨¢ pensando cuando repite lo del sistema brutal, es decir, irracional y violento como los animales. Se puede referir a los adversarios pol¨ªticos, quiz¨¢ a un enemigo desconocido, puede que a una extra?a conspiraci¨®n, en definitiva al eje del mal o a los hijos del diablo, que menciona tambi¨¦n ese noruego de pura cepa. Resulta extra?o, pero significativo.
A cualquiera le puede pasar lo mismo, sin duda, porque las ¨²ltimas noticias apuntan constantemente a una brutalidad sistem¨¢tica, ya sea en los mercados o en las relaciones sociales, que ignoramos de d¨®nde viene ni cu¨¢ndo terminar¨¢, pero sabemos a ciencia cierta que estamos fabricando en serie muchas bombas de odio que terminar¨¢n estallando.
En unos tiempos en que toda la pol¨ªtica se vac¨ªa torpemente en econom¨ªa y la econom¨ªa en simple contabilidad y, por tanto, en corrupci¨®n contable, no es raro que nuestras mentes intenten rellenar ese vac¨ªo pol¨ªtico con fantasmas, conspiraciones o esp¨ªritus malignos, que se esconden detr¨¢s de las puertas o debajo de las camas. No es la primera vez que esto ocurre y no hace tanto tiempo. Por eso debemos cerrar la maleta cuanto antes, para que no se nos cuele dentro el maligno y nos arruine las vacaciones. Es m¨¢s, deber¨ªamos decretar un a?o de once meses para poder regresar en octubre, que es un mes mucho m¨¢s civilizado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.