"Nunca ped¨ª perd¨®n por una patada"
?Qu¨¦ tienen en com¨²n Valdano, Am¨¦rico Gallego, Salda?a, Llop, Dar¨ªo Franco, Maxi Rodr¨ªguez, Basualdo, Scaloni, Pochettino, Balbo, Marcelo Bielsa, Walter Samuel, Heinze, Gabrich, Bracamonte, Duscher, Batistuta y el Tata Martino? Que todos, en un momento dado, pasaron por el tamiz de Jorge Griffa (Casilda, Argentina; 1935). La pasada semana a Martino, seleccionador de Paraguay, le preguntaron por qu¨¦ sal¨ªan tantos futbolistas de Rosario. "Preg¨²ntele a Griffa", respondi¨®. Griffa fue marcador central en Newell's entre 1954 y 1959, a?o en el que fich¨® por el Atl¨¦tico, donde gan¨® tres Copas, una Liga y una Recopa en 10 temporadas. En 1971 colg¨® las botas en el Espanyol. A su regreso, se dedic¨® durante 24 a?os a las divisiones inferiores de ?uls. Nadie acumula m¨¢s experiencia que ¨¦l en el f¨²tbol formativo en Argentina. Y all¨ª est¨¢, como asesor y coordinador de la cantera de Boca Juniors. Si Argentina fue un vivero, Griffa fue el jardinero.
"Aquel era un f¨²tbol muy contundente. Ibas a provincias y se daba el partido por perdido"
"Messi todav¨ªa est¨¢ en formaci¨®n. Va por buen camino. Le falta decir 'aqu¨ª estoy yo"
"Yo era duro. Preg¨²ntele a Luis. Le pegaba en los entrenamientos"
"Di St¨¦fano insultaba mucho, pero yo le dec¨ªa que le iba a matar y resuelto"
Pregunta. ?Por qu¨¦ salen tantos jugadores de Rosario?
Respuesta. No solo de Rosario, salen de una periferia de 200 kil¨®metros. Tiene que ver con la alimentaci¨®n, pero intervienen factores como la forma de vida, la familia. En ?uls no les d¨¢bamos nada m¨¢s que afecto. No ten¨ªamos mucho m¨¢s... Mientras ense?abas, aprend¨ªas. Hac¨ªamos cosas que no sab¨ªamos si estaban bien hechas.
P. ?Por qu¨¦ no entren¨® a los mayores?
R. Lo hice, dur¨¦ seis meses y me dije: "Nunca m¨¢s". Sal¨ª de all¨ª como quien escapa de una c¨¢rcel. De Espa?a llegu¨¦ lleno de errores. Cre¨ªa que sab¨ªa mucho y no sab¨ªa nada. Pens¨¦ en los juveniles y me dediqu¨¦ a la captaci¨®n, al desarrollo, a ayudarles, a insertarles socialmente en muchos casos. Siempre fui un convencido de que el chico deb¨ªa estudiar, no solo jugar. Tuve chicos con rev¨®lver en la cintura, otros que se hicieron curas, doctores en leyes y medicina, de todos los colores. ?Y aprend¨ª tanto! "Todo lo que se le pueda ocurrir, yo lo vi. No me lo contaron, lo viv¨ª", digo en mis charlas.
P. Rexach suele decir que al bueno le ve cualquiera, que el secreto es ver al que puede llegar.
R. Tiene raz¨®n. Hay que ser adivino, anticiparse, intuir qui¨¦n no muestra todo su potencial pero tiene capacidad de mejora con tanto margen que ser¨¢ mejor que ese que ya lo hace todo bien. Es cierto eso. Al mejor es muy f¨¢cil verle. Hay jugadores que no te muestran un nivel magn¨ªfico, pero su margen de mejora... Con los juveniles debes adivinar el futuro.
P. ?De todos los jugadores que tuvo, qui¨¦n fue el mejor?
R. Tuve varios buenos. Algunos sublimes t¨¦cnicamente, otros contundentes. Batistuta. Samuel, el mejor defensor. Martino, por jerarqu¨ªa. Hubo muchos.
P. ?De qui¨¦n oiremos hablar en cinco a?os?
R. De Messi.
P. ?Cree que Messi ha sido bien educado?
R. Hay que preguntarse: ?T¨¦cnica y temperamento? ?Fuerza y coordinaci¨®n? ?Velocidad f¨ªsica y mental? ?Inteligencia, psicol¨®gicamente preparado para defender una divisa? Eso son los rasgos fundamentales del jugador ideal. Mire a Messi y dar¨¢ con la respuesta. Yo creo que todav¨ªa est¨¢ en fase de formaci¨®n. La experiencia me dice que de los 20 a los 24 a?os demuestras lo que puedes ser, das cuenta del potencial pero no has culminado el proceso. Messi est¨¢ en esa etapa. De los 24 a los 30 ya no se crece tan r¨¢pido, pero se sigue creciendo. Messi va por buen camino. Le falta decir "aqu¨ª estoy yo", pero esa es la ¨²ltima etapa y ahora la va a encarar.
P. ?Est¨¢ en crisis el f¨²tbol argentino?
R. Falta coherencia y autocr¨ªtica. Y sufre el contagio de la vida social, claro. El f¨²tbol no puede ser ajeno a lo que pasa en la sociedad, porque le influye y hay inconvenientes en la sociedad. Debemos luchar contra eso. Talento hay seguro, pero cuando t¨² te crees que lo sabes todo empiezas a retroceder, y en Argentina nos creemos que lo sabemos todo con mucha facilidad. Creemos que sabemos mucho y sabemos hasta ah¨ª no m¨¢s.
P. El f¨²tbol ha cambiado mucho en los ¨²ltimos 50 a?os...
R. Antes se cre¨ªa que la t¨¦cnica era sublime pero cuando se arreglaron los campos apareci¨® la velocidad. Y con ella, la fricci¨®n. Por eso Brasil, con su t¨¦cnica may¨²scula, fue eliminada, y la fuerza de esp¨ªritu de Uruguay te lleva a la final. Ya no basta con jugar muy bien a la pelota, no se puede jugar sin temperamento Pero al juvenil hay que seguir ayud¨¢ndole, antes y ahora.
P. ?C¨®mo?
R. Mostr¨¢ndole una verdad fundamental. Hay dos caminos: el del fracaso seguro o la b¨²squeda de la victoria. El segundo no te garantiza ganar, pod¨¦s perder. En el primero no hay duda. Al juvenil no se le debe pedir ganar, se le debe ense?ar con argumentos: explicaci¨®n, ejecuci¨®n, correcci¨®n y repetici¨®n. Y se le debe dar tiempo a crecer, f¨ªsica y t¨¦cnicamente. Ahora la problem¨¢tica social es diferente, as¨ª que los ni?os son diferentes. El chico ya no ve la ilusi¨®n de llegar a Primera en el club de sus amores, ve otras cosas. Sube la condici¨®n econ¨®mica y bajan los afectos. Cambi¨® la mentalidad. Ahora, en media temporada, ganan para el auto, para su casa y para la de sus padres. Si te pasas de revoluciones, al cr¨ªo lo matas. Pero si le das est¨ªmulo, se llena.
P. Usted se fue muy joven a Espa?a. ?No es contraproducente?
R. No tiene por qu¨¦. Yo llegu¨¦ con 22 a?os. Entonces no era como ahora, la fama de los jugadores era mal¨ªsima, no ¨¦ramos aceptados, era despectivo ser jugador y nos ten¨ªan en un rinc¨®n, en penitencia. Ahora todo el mundo quiere ser futbolista, los valores, ya ve, han cambiado. Cuando llegu¨¦ no era com¨²n fichar defensores, est¨¢bamos Pepe Santamar¨ªa en el Madrid y yo en el Atl¨¦tico, que era una familia. En Espa?a hab¨ªa un gran nivel de delanteros. Estaba la del Barcelona, con Tejada, Su¨¢rez, Kubala, Kocsis y Czibor; en el Madrid, que era recampe¨®n de Europa, estaban Amancio, Del Sol, Di St¨¦fano, Puskas y Gento. ?Eran buen¨ªsimos!
P. ?Y c¨®mo se les paraba?
R. ?Como pod¨ªa! En aquel Atl¨¦tico, el que no era bravo, no jugaba. Yo era duro, preg¨²ntele a Luis: le pegaba en los entrenamientos, as¨ª que para frenar al Madrid... Recuerdo la ¨²ltima vez que jugu¨¦ contra Di St¨¦fano, ¨¦l con el Espanyol y yo por el Atl¨¦tico en Sarri¨¤... Hice un gol. Ellos se jugaban el descenso y nosotros el t¨ªtulo. Me dijo: "Jorge, faltan cinco minutos y as¨ª nos salvamos del descenso, as¨ª que tranquilos". Yo le dije: "Vale, nosotros somos campeones, as¨ª que ni te acerques por el ¨¢rea, por tu bien". Alfredo hablaba mucho, insultaba mucho, pero yo le dec¨ªa que le iba a matar y resuelto. El Bar?a tambi¨¦n era complicado. Jugu¨¦ mucho contra Kubala, era muy bueno con la pelota. Y muy estrat¨¦gico. Kocsis era muy r¨¢pido, era bravo y t¨¦cnicamente se parec¨ªa a Messi. Czibor era como Gento, m¨¢s lento, claro, porque Gento era un f¨®rmula uno; le pillaba cuando pod¨ªa. Ten¨ªa que llegar antes de que arrancara o era imposible tirarle una patada. Puskas era un fen¨®meno, fue al primero que le vi pegar a la pelota con efecto. Me hablaba en argentino, con ese espa?ol hungarizado que ten¨ªa: "Ch¨¦ Jorge, no d¨¦ tantas patadas", me dec¨ªa.
P. La fama se la gan¨® a pulso, ?no?
R. Digamos que di las patadas necesarias, para que se me respetara b¨¢sicamente. Y yo no ped¨ªa perd¨®n. Dec¨ªa: "Lev¨¢ntate porque la pr¨®xima ser¨¢ peor". No crea, tambi¨¦n me dieron mucho. Recuerdo a Ansola, de la Real de San Sebasti¨¢n. ?Era terrible, pegaba tremendo! Aquel era un f¨²tbol muy contundente, muy f¨ªsico. Ibas a provincias y se daba el partido por perdido. Yo les dec¨ªa: "Chicos, da igual Madrid, Zaragoza o C¨®rdoba. Hay que ganar siempre".
P. ?Por qu¨¦ dej¨® el Atl¨¦tico?
R. Me dieron la libertad despu¨¦s de una hepatitis. Me llam¨® Casildo Boses, el mismo que me fue a buscar a Argentina, para ir al Espanyol. Yo no sab¨ªa ni siquiera si podr¨ªa vivir y se lo dije: "No s¨¦ si les podr¨¦ dar lo que esperan de m¨ª". "Con tu presencia nos vale", me contestaron. Me hice unas pruebas. "Al pedo", me dijeron, y me qued¨¦. Le guardo mucho cari?o al Espanyol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.