Semana Negra: futuro gris

"Construyamos fantas¨ªa en tiempos sin fantas¨ªa y en los que el destino es una puerta que conduce a ninguna parte", dec¨ªa Paco Ignacio Taibo II, escritor y director de la Semana Negra en la recepci¨®n en el Ayuntamiento de Gij¨®n el pasado viernes por la tarde. A su lado, Rafael Felgueroso, primer teniente de alcalde y concejal de Seguridad Ciudadana del Foro de Asturias -partido de Francisco ?lvarez-Cascos, presidente del Principado-, aguantaba estoico la ovaci¨®n que algunos de los 140 autores que participan en el evento daban al escritor asturmexicano. El cambio pol¨ªtico en la alcald¨ªa de la ciudad asturiana puede significar que la edici¨®n 24? de este festival literario sea la ¨²ltima.

El Ayuntamiento concede una ayuda de 300.000 euros, seg¨²n la alcaldesa

"El festival est¨¢ blindado", asegura Paco Ignacio Taibo II, su director

Este a?o el tren negro no par¨® a su paso por Oviedo. Francisco ?lvarez-Cascos no se uni¨® al convoy, como tampoco lo hizo Carmen Moriy¨®n, alcaldesa de Gij¨®n por el Foro de Asturias, en la llegada a su estaci¨®n final. Semanas antes, la regidora anunciaba que revisar¨ªa el convenio que desde hace 24 a?os el Consistorio suscribe anualmente con la Asociaci¨®n Semana Negra, organizadora del evento. "No dir¨¦ no por no", declaraba Moriy¨®n en una entrevista con Europa Press, "pero si el coste es cercano a los 300.000 euros y contin¨²a la pol¨¦mica por el emplazamiento con la Universidad o el ruido con los vecinos, todas las partes tendremos que repensarlo". La alcaldesa aboga por replantear la actual oferta cultural municipal y defiende m¨¢s eventos del estilo de un torneo de golf en el que participan 400 ni?os. Desde el Principado, que tambi¨¦n colabora en la aportaci¨®n econ¨®mica, afirmaron que "el Ayuntamiento de Gij¨®n tiene autonom¨ªa absoluta para tomar las decisiones que considere necesarias".

Felgueroso, en sustituci¨®n de Carlos Rubiera, concejal de Cultura que no asisti¨® a la recepci¨®n y con el que este peri¨®dico ha tratado de ponerse en contacto sin conseguirlo, desgranaba "el esfuerzo" que en su opini¨®n hace el Ayuntamiento. La subvenci¨®n se cifra en una aportaci¨®n econ¨®mica de 230.000 euros de la que participan otros organismos p¨²blicos, como el teatro Jovellanos, donde se celebran algunos conciertos. A esta cuant¨ªa se a?aden varias partidas por la cesi¨®n del terreno y la prestaci¨®n de servicios a cargo de empresas municipales, como la seguridad vial, el sistema de aguas, la presencia de la Polic¨ªa Municipal, los bomberos y Protecci¨®n Civil, adem¨¢s de los servicios sanitarios. El teniente de alcalde no pudo concretar la cifra exacta a la que asciende el monto final. Jos¨¦ Manuel Sariego, exconcejal de Cultura del PSOE, explicaba en una esquina de la sala del Ayuntamiento que esta subvenci¨®n es "perfectamente asumible porque solo supone el 20% del total del coste del evento. Quien decida suspenderla estar¨¢ robando a los gijonenses parte de su patrimonio".

El resto de la financiaci¨®n se sustenta en patrocinadores privados como Pepsi, Mahou y Air Europa, entre otros, adem¨¢s de las cuotas que hosteleros y comerciantes pagan por poner sus carpas en el recinto. "La Semana Negra ser¨¢ imposible sin el apoyo municipal, no se trata solo de la aportaci¨®n econ¨®mica, sino de la voluntad de colaborar por parte del Ayuntamiento", explicaba Taibo II.

En la carpa del Conseyu de Moced¨¢ se ha creado una suerte de muro de las lamentaciones donde los semaneros cuelgan mensajes de apoyo a la Semana Negra y en contra de la valla que, por primera vez en la historia del festival, delimita el recinto. Taibo II la denomina "el muro de la ignominia" del rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, principal opositor a que esta edici¨®n se celebrara en el campus de Viesques, a las afueras de Gij¨®n. Existe una sentencia del pasado 19 de julio que da la raz¨®n a la organizaci¨®n de la Semana Negra en contra del criterio del rector, quien arguye que el festival provoca problemas con los vecinos por los posibles ruidos y molestias a los estudiantes.

El Consistorio se desentiende de la linde, que ha supuesto un coste de 70.000 euros para la Universidad, al que se a?ade el del personal de seguridad que deambula por el recinto. Y, aunque Felgueroso recuerda a Gotor que "los terrenos pertenecen al Ayuntamiento" -pese al litigio que mantienen por la propiedad-, la alcaldesa Moriy¨®n se comprometi¨® con la instituci¨®n acad¨¦mica a que no se volver¨ªa a celebrar all¨ª el festival literario.

Vicente ?lvarez Areces, alcalde socialista de Gij¨®n durante 12 a?os y presidente del Principado otros 12 -hasta el pasado 22 de mayo-, fue uno de los veteranos que inauguraron esta fiesta literaria, a falta de representaci¨®n del Gobierno municipal. Areces fue el regidor que hace 24 a?os cre¨® la Semana Negra con el historietista ?ngel de la Calle, el editor Juan Cueto y el propio Paco Ignacio Taibo II. "Es el paradigma de festival de libertad, cr¨ªtico, una demostraci¨®n de convivencia abierta al mundo", contaba frente a la carpa de Encuentros presidida por un gran p¨®ster del cuadro de Delacroix La libertad guiando al pueblo, espacio donde se celebran algunas de las charlas. "Ahora parece que el nuevo Gobierno, como consecuencia del cambio pol¨ªtico, tiene dificultades de relaci¨®n con la Semana. Ser¨ªa un error no potenciarla, un retroceso. Nadie se cree que esto se monte con otra finalidad que no sea favorecer a Asturias".

El expresidente socialista remach¨® este argumento en el homenaje a los fundadores de la Semana Negra organizado el martes por la tarde. Areces, Cueto y Taibo II aseguraron que "el festival est¨¢ blindado". "A m¨ª me va la guerra", manifest¨® el director del encuentro, "y cuanto m¨¢s tontos son los oponentes mejor me lo paso". Durante la charla, los ponentes recordaron que esta no es la primera vez que se enfrentan a "una cruzada conservadora", en referencia a la oposici¨®n del PP en la primera edici¨®n en 1988.

Para Carmen Veiga, concejal socialista y exdirectora del teatro Jovellanos, la ubicaci¨®n es la clave que determinar¨¢ si la Semana Negra se vuelve a celebrar en Gij¨®n. "El a?o que viene no quiero trasladarme a 28 kil¨®metros", contaba en referencia a la posibilidad de que el festival se traslade a Avil¨¦s. Una oferta que Taibo II ha aclarado que a¨²n no se ha hecho formalmente. Rom¨¢n ?lvarez, concejal de Cultura de Avil¨¦s, gobernado por el PSOE, confirma desconocer esta propuesta.

Los semaneros, mientras tanto, alcanzaron ayer el ecuador del festival abarrotando cada d¨ªa el recinto. Los escritores, los otros protagonistas de la Semana Negra, aunque concentrados en cr¨ªmenes, relatos fant¨¢sticos y cazas de zombis, son conscientes del momento que vive el certamen. En la terraza del hotel Don Manuel, sede de algunos de los encuentros literarios, un peque?o c¨®nclave latinoamericano cebaba el mate al fresco de la ma?ana del s¨¢bado. "No se va a suspender porque es una semana de duros y los duros no lloran ni se r¨ªen", dec¨ªa el escritor argentino Miguel ?ngel Molfino. Kike Ferrari, ganador del premio de relatos policiacos de la pasada edici¨®n, avanzaba un poco m¨¢s en el argumento: "Es una disputa ideol¨®gica disfrazada. No se atreven a decir que esto es un nido de rojos". El tercero en debate, el escritor uruguayo H¨ªber Conteris, finalista del Premio Hammett, cree que "aquellos que piensan que existe una contradicci¨®n entre lo popular y lo acad¨¦mico tienen una mentalidad oscurantista y medieval".

"Paco ha demostrado que nadie ni nada le puede parar. Quiero que haya una Semana Negra, no quiero que haya una semana cualquiera, aunque sea en Gij¨®n", dec¨ªa el escritor Fernando Mar¨ªas, cicerone de Carmen Posadas. La autora hispano-uruguaya ha encontrado en este festival una cura de humildad para la literatura: "Camino entre los puestos de comida y atracciones y me doy cuenta de la labor desacralizadora del festival. Baja la literatura de la torre de marfil donde lamentablemente muchas veces se instala".

Habr¨¢ que esperar hasta la clausura del domingo. Ese d¨ªa Taibo II desvelar¨¢ el futuro de la Semana Negra. Si, como desde hace 24 a?os, se celebrar¨¢ en alguna de las esquinas de Gij¨®n o virar¨¢ su rumbo en busca de nuevos misterios por Asturias.