Surtido de barrocos para comenzar

El Festival de M¨²siques de Torroella de Montgr¨ª abri¨® anteanoche en la iglesia parroquial de Sant Gen¨ªs su 31? edici¨®n que se prolongar¨¢ hasta el 26 de agosto y ofrecer¨¢ 14 programas diferentes.

Sorteando con habilidad la crisis y los recortes, el festival, que con los a?os ha consolidado una valios¨ªsima base de p¨²blico estable, presentar¨¢ en las pr¨®ximas semanas una programaci¨®n en la que destacan, entre otros artistas, el Hilliard Ensembe que actuar¨¢ junto al saxofonista Jan Garbarek, los pianistas Grigory Sokolov y Joaqu¨ªn Ach¨²carro, y en el amplio apartado vocal, las actuaciones de la mezzosoprano Magdalena Kozena, el contratenor Philippe Jaroussky, la contralto Nathalie Stutzmann y la soprano Maria Bayo.

Joaqu¨ªn Ach¨²carro y Maria Bayo est¨¢n en los 14 conciertos programados

Para la sesi¨®n inaugural se cont¨® con la participaci¨®n de la Academia 1750, la orquesta estable del festival, dirigida por su titular Stefano Demicheli y con las actuaciones solistas del obo¨ªsta Joseph Dom¨¨nech y la mezzosoprano Gemma Coma-Alabert, que se enfrentaron a un programa barroco excesivamente miscel¨¢neo. Este estaba integrado por una extra?a mezcolanza de piezas archipopulares como el Canon y Giga, de Pachelbel, o el Aria de la Suite n¨²m. 3 para orquesta de Johann Sebasti¨¢n Bach, alguna rareza como la agradable, pero no especialmente sustanciosa obertura de la ¨®pera Dafni, de Emanuele Rinc¨®n Barone d'Astorga (1680-1757), el Concierto en La menor para oboe RV 463 de Vivaldi y un grupo de piezas vocales, que result¨® lo m¨¢s interesante de la noche, integrado por el salmo Nisi Dominus, tambi¨¦n de Vivaldi, y las arias de ¨®pera Scherza infida, L'angue offeso mai riposa y Lascia ch'io pianga de Georg Friedrich H?ndel.

Las piezas instrumentales permitieron valorar la buena labor de la orquesta de instrumentos de ¨¦poca del festival que, apoy¨¢ndose en el excelente trabajo de la concertino Elisa Citterio, se mostr¨® segura, afinada y expresiva en la medida justa. Las piezas vocales permitieron, por su parte, apreciar el magn¨ªfico trabajo de la mezzosoprano gerundense Gemma Coma-Alabert que est¨¢ construyendo con inteligencia una muy bella voz, clara, perfectamente controlada en la respiraci¨®n, capaz de sutiles matices expresivos, ajustada en el vibrato, bien proyectada, aunque de volumen no excesivo, que result¨® ideal en repertorio indicado.